IV

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Capitulo IV
"La invitación"

Desde aquella plática en la enfermería Harry ya no llamaba a Draco por su apellido, solo le decía Draco y Draco solo lo llamaba Harry.

—Te ves tan gay—

—¿Sigues con eso?—

—¿Alguna vez te gustó una chica?—

—Pansy no le preguntes a nuestro bebé tales cosas, sabes que eso no puede ser verdad—

Los Slytherin se encontraban en el comedor, su mesa de serpientes estaba algo vacía al igual que el resto del comedor, había muy pocos estudiantes, era por la época de navidad, todos empacando para ir con sus familiares. Draco miraba fijamente a la mesa de los Gryffindor ahí se encontraba Harry con su novia y sus amigos.

—La verdad es que si... Alguien me gustaba, era un chica—

—¡¿QUÉ?!—

Los slytherin gritaron tan fuerte que todos los voltearon a mirar, Draco se encogió de hombros, mirando a su alrededor se encontró con unos ojos verdes que lo miraban tan detalladamente.

—Si pero cállense —

Dijo Draco si apartar la mirada de la persona de ojos verdes que mantenía una sonrisa.

—¿Cómo era ella?—

—¿Cuándo la conociste?—

—¿La conocemos?—

—DINOS DRACO—

—pero no se quién es... Solo se que la vi en las formaciones de nuestro señor—

—¿Él señor oscuro tiene una hija?—

—Fue hace mucho... Creó que la pobre debe estar muerta —

—¿Cómo era, Draco?—

—Tenia cabello castaño, piel trigueña, cuerpo delgado no tan femenino y ojos rojizos... No sé más, tenía la máscara de mortífago y una túnica —

—Wow, eso pudo haber Sido tu amor prohibido —

—Eso fue amor a primera vista, Pansy —
—Lo sé, Blaise... Es como lo que está haciendo con Harry Potter en estos momentos —

Draco y Harry aún mantenían su mirada, es como si se conectarán por medio de ellos.

—Draco no está mirando a Potter, se lo está cogiendo mentalmente —

Draco tosió y cortó la mirada con Potter para ver a Blaise totalmente rojo.

—¿Qué carajo?—

—¿Qué? Es la verdad —

—por favor, Blaise, Draco suda agua bendita en vez de sudor, cuál es el punto?—

—Pansy, Draco no es tan inocente como creés... Alguna vez debió haberse masturbado —

Mientras sus amigos discutian el solo quería que la tierra lo tragara y lo escupiera lejos, lejos muy lejos de Hogwarts para nunca más volver.

—Malfoy!—

Una chica pelirroja llamó la atención del slytherin, la chica se acercó a la mesa de las serpientes llamando la atención de ellos.

—¿Qué quieres, Weasley?—

—ya que eres el mejor en todo el colegio... ¿Te gustaría ayudar a Harry a estudiar?—

Que insinuaba esa tonta comadreja menor, él no le daría clases a nadie, y mucho menos si es Harry tonto Potter, se moriría de vergüenza.

—Si el acepta enseñarle a Potter —

—¡Pansy!—

—¡Excelente! Hoy espera a Harry en la biblioteca después de clases, Adiós Malfoy—

La comadreja se retiró y Draco volteó a mirar a su amiga, quería matarla en esos momentos.

—¿Qué? Te morias por decir que si—

En el transcurso del día Draco había estado tan nervioso que no se podía concentrar ni en una clase, quería salir corriendo a la biblioteca, él sabía que Harry lo estaría esperando ahí.

Cuándo terminó la jornada escolar Draco recogió rápidamente sus cosas, quería salir de ahí lo más rápido posible pero la profesora Mcgonagall lo detuvo diciéndo que si le podría ayudar en unas cosas, Draco quería negarse y salir corriendo a la biblioteca pero aceptó, cómo el buen caballero que era.

En la biblioteca se encontraba Ginny junto a Ron, Hermione y Harry.

—El vendrá, ten paciencia...—

Ginny le estaba dando ánimos a su ¿Novio?.

—y si no viene? Que vergüenza... Me habrá tomado como un raro—

—Harry tranquilo, Malfoy es muy maduro para tratarte así —

—Es cierto amigo, escucha a Hermione ella es sabía —

—Gracias amigos...—

Harry dijo eso algo triste, quería hablar sobre algo muy importante con Draco, iba a confesar sus sentimientos al mayor pero Draco nunca llegó.

Muchas gracias, Comadreja Donde viven las historias. Descúbrelo ahora