Aléjate de mi, no me toques, me repugnas. ¿Que había hecho mal?Nunca consideró que fuera su culpa el hecho de que su padre cobarde decidiera irse dejandolo a su suerte con una madre de apenas 16 años, realmente su único mal había sido nacer, todo iba bien, a tientas, su madre nunca fue responsable de el, sin embargo siempre llevaba despreocúpadamente a sus amantes de una noche a casa, un lugar el cual debía ser seguro no lo era, era todo lo contrario, cada que esto pasaba se escondía ¿Quien no lo haría? ¿Que niño d menos de 15 años no estaría espantado de ver a un un desconocido borracho y distinto cada noche?Oh vamos Chuuya, no me puedes dejar así, no sabes por cuánto tiempo estuve con tu madre solo para poder acercarme a ti, no te va a doler, luego podrás salir de este lugar, tu madre no te quiere con ella, yo si. Intenciones maliciosas, no había más que ellos en sus palabras, quien no querría abandonar todo lo que pasaba dentro de esa maldita casa, quien no querría irse de un lugar que más que recuerdos, carga pesadillas.
Tatsuhiko Shibusawa era una de las parejas más recientes de su madre en sus 12 años de vida, había durado más de lo que creía, poseía bastante dinero y las comodidades no hicieron muchas espera, así que su madre prefería tenerlo contento, incluso, incluso si eso significa entregarle a su propio hijo, al principio Chuuya no entendió, el sabía que su madre nunca tuvo ese sentimiento cariño con el, no guardaba un especial rencor, había cosas las cuales agradecía, era liberal, claro, a su madre parecía realmente no importarle en dónde estaba, así que pudo pulir muchas habilidades lejos de su casa, pero lo que pasó esa noche nunca lo esperó, Shibuzawa le había dado un trato diferente a las otras parejas de su madre, incluso había evitado muchos golpes en el ¿Como habían llegado a todo esto?
Unos días atrás había notado a su madre más distante, sin embargo más al pendiente de que hacía, a dónde iba, a qué hora regresaba, al principio quería tomarlo como algo bueno, pero eso sería imposible, era un hijo ilegítimo y según su madre, el que arruinó su vida para siempre, la consecuencia de aquel cambio algún salió a las luz apenas una semana después, había planificado salir con alguien, se estaba preparando en su cuarto, nada especial, solo iría a practicar un poco más con otros amigos en común que habían hecho.
Chuuya, necesito pedirte algo. Su voz era firme, casi asqueada cuando de él se trataba, estaba parada en el marco de la puerta y no parecía dispuesta a avanzar más, parecía que iba a salir, estaba arreglada, no lo suficiente para una cita, más bien algo cómodo, algo para estar fuera bastante rato... Asintió con un pequeños ademan de su cabeza, no quería enojar a la mujer y tener que aguantar gritos antes de irse.
Estaras con Shibuzawa, por favor, obedece. La petición era rara, había algo que no se sentía bien, un sabor amargo se postró en el fondo de sus garganta, no era la primera vez que se quedaba con el, pero por alguna razón esta vez no se escuchaba correcto, más tarde descubriría que tenía razón.
Bien, pero igual saldré con Dazai en un rato, así que supongo que estará solo. Una mueca, de nuevo, se estaba asustando, quería irse cuánto antes, pero hacer eso significaría un adelanto de golpes que esperaba no recibir en un buen tiempo, varios ematinas en su cuerpo apenas se estaban recuperando, aún dolía. No Sentenció aún sin moverse de la puerta. Hoy no irás, hazte a la idea, y quedará bajo llave, los robos han aumentado.
Todas las alertas gritaban que debía salir de ahí cuánto antes, cuando quiso reaccionar ya era tarde, ella ya no estaba, no quería estar detrás de ella, así que solo salió cuando escuchó las llaves encajarse en un seguro externo a la puerta ¿Porqué los encerró? Al paso de 3 minutos al fin salió a la sala para asomarse por la ventana y ver qué su madre ya no estaba.