Doctor of Demons

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8: Demonio o dos
Nota del autor: Esta vez fue una actualización un poco temprana, pero Hala me dio una patada para escribir más rápido.

Como siempre, la regla de las brasas persiste; Si la gente realmente no disfruta de esta historia, entonces... no la continuaré. No puedo soportar escribir algo que a la gente no le guste, y tener dos trabajos casi seguidos deja mi energía en su punto más bajo. Así que, por supuesto, ¡habla! ¡Alza tu voz! ¡Hazte oír!

Esta vez no hay preguntas.

Tenemos una batalla de Hashira a tres bandas aquí, y el infierno está a punto de desatarse.

Mantendré la lista actualizada de los "Señores Demonio" de Naruto aquí. Recuerde, las filas son fluidas. Cambian constantemente.

Recuerda, cuanto más te acerques a diez, más fuerte será el Demonio.

(1) ¡Daki/Gyutaro~!

(2) ¡Kyogai~!

(3) ¡Aún no revelado~!

(4) ¡Mukago~!

(5) ¡Susamaru~!

(6) ¡Aún no revelado~! (¡Perdón por el error del último capítulo~!)

(7) ¡Sukuna~!

(8) ¡Akaza~!

(9) ¡Aún no revelado~!

(10) ¡Aún no revelado~!

Muy bien, te he hecho esperar bastante.

Como siempre, no poseo referencias, citas, memes o temas. ¡Ni uno! son meros homenajes.

Una vez más, Spoilers de Demon Slayer, por supuesto. No hace falta decirlo a estas alturas, pero aún así, ahí lo estás.

El título del capítulo es un guiño a la canción de Halacg, "Demon or Two". Es un verdadero éxito y me hizo actualizar esto más rápido.

Menor textualmente para la aparición de determinados personajes. ¡No me hagas caso~!

"¡Sí, es cierto! ¡Seré una masacre! ¿Pero para quién...?

¡Oye! ¡No te atrevas a tomar mi presa!"

"¡Demasiado tarde, ya lo hice~!"

~?

Demonio o dos

"Conviértete en un demonio, Urokodaki."

Cuatro palabritas; sin embargo, Urokodaki Sakonji sabía que no estaban dichas en broma. Eran audaces, confiados, pero entregados con una calma gélida (incluso desdeñoso) mientras cazaba a la criatura que se hacía llamar Naruto a través de la mansión mística. Izquierda derecha arriba abajo. No importaba el camino que tomara. El demonio siempre estuvo ahí, siempre un paso por delante. Cada vez que se encontraban, chocaban, y cada vez que lo hacían, le decía esas mismas palabras. Una oferta engañosamente simple. Prometió poder con su mano izquierda y entregó castigo con la derecha.

Sus costillas rotas darían fe de ello.

Maldita sea, tenía que haber una salida a esto. ¿Dónde estaban Jigoro y Shinjuro? ¿Por qué se oía el sonido de un tambor cada vez que cambiaban de habitación? ¡Por qué otra vez no! Un destello de luz dorada en su flanco exigió su atención, pero incluso cuando giró supo que sería demasiado tarde. Unas garras aparecieron en su rostro. Una parte de su máscara silbó en el aire, exponiendo un ojo sorprendido.

"¿Y bien? ¿Qué dices?" una vez más, el joven -¡demonio!- se paró frente a él, con los pies ahora plantados en el techo. "Es una oferta justa". Le sonrió, su rostro a sólo unos centímetros del suyo. "Te prometo que no te arrepentirás".