En un tejado de Berlint, Twilight y Thorn Princess compartieron sobre sus vidas, llegando a algo diferente por primera vez en los diez años que llevaban conociéndose.
Sinopsis: En un tejado de Berlint, Twilight y Thorn Princess compartieron sobre sus vidas, llegando a algo diferente por primera vez en los diez años que llevaban conociéndose.
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Twilight se sentó en el tejado con un cigarrillo en la mano, mirando las estrellas. A pesar de tener casi cuarenta y cinco años, y siendo un espía experimentado, había tenido dificultades para subir esa noche. Eso le recordó cuando era joven y la primera vez que lo intentó subir.
Su líder de escuadrón en el ejército era un soldado mayor que deseaba invadir el territorio enemigo. La incursión desde los techos fue había sido una buena idea, pero terminaron en un complejo de habitaciones donde solo se encontraban familias refugiadas.
La orden de exterminio salió de la boca de su líder y nadie quedó con vida en el complejo.
Aquella masacre nunca se alejó de Twilight, y otras cosas lo seguían persiguiendo, lo que hacía que su sueño se desvaneciera. Sabía que era difícil, pero esperaba al menos hacer algo bueno, dedicando su vida a ser un héroe desde las sombras.
¿Pero qué significaba eso para los niños a quienes les había quitado sus familias? ¿Y qué quedaba para aquellos a quienes había fingido ser su padre solo para obtener información?
El humo del cigarro salió de su boca con amargura, llenando el aire con un rastro gris, y Twilight se dio cuenta de algo importante: su vida tenía un propósito, pero no era completamente satisfactorio para él.
De repente, escuchó pasos en el tejado que lo sacaron de sus pensamientos. Alzó la vista y vio a Thorn Princess acercándose con una sonrisa amable.
—¡Qué sorpresa, Thorn Princess! —exclamó con una risa suave. Su presencia siempre había sido indetectable para él, hasta que ella hizo algo para llamar su atención cómo en ese momento—. Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos.
—Lo mismo digo, Twilight —contestó ella. Sin preguntar, se acomodó a su lado, notando como el espía apagaba el cigarrillo—. No esperaba encontrarte en Berlint.
—Tampoco yo. Pero tuve que investigar un tráfico ilegal de armas y otras cosas —respondió sinceramente—. ¿Y tú, cómo has estado?
Thorn Princess comenzó a hablar mientras compartían un nuevo cigarrillo y se ponían al día. Platicaron sobre sus misiones más recientes, recordando también su último encuentro y discutieron sobre cómo sus nombres se habían convertido en leyendas urbanas en los últimos años. Finalmente, la conversación llegó al tema que había tenido a Twilight meditando en el tejado.
—Es curioso cómo nunca nos imaginamos llegar a este punto, ¿verdad? —mencionó Thorn Princess con una risita—. Pero aquí estamos.
Twilight asintió, sintiendo un alivio al saber que no estaba solo en sus preocupaciones.
