Calabaza

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fem!izuku chubby!izuku

La idea me vino al ver un video xxx donde una chica regordeta disfrazada de calabaza lleva a un desconocido a un cuarto y empiezan a hacer el delicioso, y yo dije "¡Es Izuku!". El traje descrito es tal cual el que aparece en el video, no le pude tomar captura porque las tomas son muy cerradas y debían ser censuradas XD En esta historia no hay quirks, están en la universidad y son mayores de edad, así como tú si estás leyendo esto.

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Izuku siempre ha sido regordeta y ha escuchado a lo largo de su corta vida que eso no es agradable a la vista así que usar ropa reveladora nunca ha sido una opción. Excepto hoy. Es Halloween y hay una fiesta para todos los chicos populares del campus. Por supuesto Izuku no es parte de este grupo pero su mejor amiga Ochako, porrista estrella que le debe su alma por ayudarla a pasar sus exámenes parciales, sí lo es y definitivamente va a pagar su deuda con creces.

-¡Hoy vas a perder tu credencial de virgen! – dijo Ochako muy animada mientras le ofrecía una bolsa con el disfraz que iba a usar esa noche.

-¡Ochako! No hables así, no me voy a regalar al primer hombre que vea.

-Pero quieres hacerlo, ¿No? Te gustaría ser más atrevida y que no te importe y solo hacerlo.

-Pue sí...

-¡Entonces por una noche solo hazlo! Nadie va a saber que eres tú -le dijo sacando las prendas de la bolsa.

El disfraz en cuestión consistía en un micro vestido negro con el escote hasta el suelo, o al menos eso parecía sosteniendo apenas los enormes senos de Izuku. Sus glúteos tampoco tenían mejor suerte bajo la falda. Cualquier pequeña inclinación y ya quedaban al descubierto. El hilo dental que llevaba debajo tampoco ayudaba mucho. Medias altas a rayas negras y naranja para acompañar el look y una máscara de cabeza completa de calabaza.

-¡Me veo horrible! ¡Me desbordo por todos lados!

-¡Cariño, ya quisiera yo tener esas curvas! Siempre usas ropa super suelta que te hace ver redonda pero ahora que te veo bien, tienes silueta de reloj de arena.

-¡Con panza!

-Créeme que a muchos se les va a caer la baba por tu panza, solo no lo van a decir en voz alta. Aunque puede que sea solo una ilusión porque tus tetas y culo son enormes.

-Ugh... no ayudas.

-¡Tranquila! ¡Te pondremos un corset debajo para mantener todo en su sitio y esas piernas matadoras harán todo el trabajo!

Una vez en la casa del capitán del equipo de fútbol, a pesar del pánico de ser reconocida y humillada, Izuku empezó a atraer miradas, pero miradas de las que no estaba acostumbrado, miradas de deseo. ¿Era bueno? ¿Era malo? Ochako le había dicho que su veía a alguien decente, solo se dejara llevar, ella conocía a los chicos del equipo y sabía que algunos podían ser intimidantes, pero no eran malas personas. Si no quería ser reconocida, solo debía dejarse la máscara puesta y evitar hablar para no decir nada que pudiera avergonzarla el resto de su vida, además eso agregaría al misterio de su identidad.

Era bien sabido que los alumnos de UA Campus venían a estas fiestas luego de exámenes para una cosa, y solo una cosa. Sexo. La mejor manera de liberarse del estrés de los estudios. Así que si alguien se le acercaba, sus intenciones eran más que claras. Nada serio, sin compromisos, sin intercambio de teléfonos, solo una rápida visita a una de las habitaciones privadas y eso era todo.

Un chico alto con lentes vestido de Frankenstein se le acercó a Ochako y le ofreció una bebida mientras le hacía cumplidos a su disfraz de brujita sexy. Intercambiaron un par de palabras y se fueron a "conversar" a otro lado, dejando a Izuku sola. Genial. Ahora no tenía apoyo moral para no entrar en pánico ni soporte para rechazar a alguien no deseado. ¿Pero había alguien no deseado? Todos los chicos presentes además de los miembros del equipo eran guapos, deportistas, buenos estudiantes, sociales y un sueño para cualquier chica, incluso si eso la convertía en un número más en su lista de conquistas sin nombre. Podría pasar un buen rato con cualquiera, excepto con... ¡Bakugo Katsuki que estaba caminando hacia ella en ese mismo momento!

CalabazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora