capitulo XIV

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Una vez más, se encontraba Nía de pie junto a la sepultura de su difunto hermano, con un ramillete de lirios blancos en las manos, cada uno adornado con un toque de pigmentación morada en los bordes de sus pétalos. Estas flores, atípicas en un camposanto, eran el símbolo favorito de su hermano, quien solía plasmar su imagen en sus apuntes escolares y colgar lienzos de ellas en su habitación, convirtiéndola en un santuario para Nía. Noches enteras pasaba llorando y evocando su memoria, recordando cada gesto, cada risa compartida y cada momento especial que habían vivido juntos.

"Desearía que estuvieras aquí", susurró Nía mientras colocaba con cuidado las flores ante la lápida, sintiendo el peso de la ausencia de su hermano en cada una de sus palabras.

De repente, una voz grave la sacudió desde atrás. Era Dream, jugueteando con una pistola en sus manos, específicamente una Taurus PT111. La presencia de este intruso en el lugar sagrado la llenó de un escalofrío de miedo y desconcierto.

—Do you want to accompany him?-
("¿Deseas acompañarlo?")
inquirió Dream, apuntando la pistola hacia Nía, cuyo corazón latía con fuerza en su pecho, lleno de temor y confusión.

—Qu-what are you doing here-
("¿Qu- qué estás haciendo aqui?" )
balbuceó Nía, su voz temblorosa reflejando su estado de shock mientras observaba con horror la pistola apuntando hacia su vientre.

—I want you to meet with your brother so you can stop hindering my work.-
("Quiero que te reúnas con tu hermano, para que dejes de entorpecer mi trabajo")
declaró Dream, elevando la pistola con determinación hacia su pecho, su mirada fría y despiadada.

—What work?! !I don't...-
("!¿Qué trabajo?! ¡Yo no...")
intentó protestar Nía, pero sus palabras quedaron ahogadas por el miedo y la incredulidad.

— Stop it, shut your damn mouth -
("Basta, cierra tu maldita boca")
interrumpió Dream con brusquedad antes de disparar cuatro veces, el sonido ensordecedor de los disparos rompiendo el silencio del cementerio y segando la vida de la pelirroja en un instante.

Dream contempló el cuerpo inerte de Nía y luego escudriñó su entorno, asegurándose de no ser visto. Divisó una pala a lo lejos y la tomó, empleándola para remover la tierra que cubría el féretro de Rubén. Con cautela, abrió el ataúd y acomodó el cuerpo de Nía junto al de su hermano, como si quisiera reunirlos en la muerte. Una sonrisa macabra se dibujó en su rostro al cerrar el ataúd y volver a cubrirlo con tierra. Dejó la pala en su sitio y, con la misma sonrisa siniestra, se encaminó hacia la salida del cementerio, dejando tras de sí un rastro de horror y desolación.
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¿Es muy poco?
Estoy mal, estoy enfermo y con mucho dolor de estómago 🤧
Cuando me mejore les actualizo y va a ser más largo el capítulo, lo intentaré

⋆ʟᴏᴠᴇ Wᴀʀ⋆ ᶠᵃʳᶠᵃᴿⁱᶜʰ ⱽˢ ᴰʳᵉᵃᵐᴰᵒˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora