SIÉNTEME

CAPÍTULO 26

*Narra Agatha

Desperté en un cuarto de techo blanco y lo primero que vi al voltear fue a mi papá, él estaba sentado en un sofá al lado de la camilla leyendo en silencio.

—Papá …

—Hija, que bueno que despertaste.
— ¿Cómo te sientes? - dijo mientras se levantaba y acariciaba dulcemente mi mano izquierda.

—Me duele un poco el estómago, pero supongo que es donde se hizo la histerotomía.
— ¿Y mi hija?

—Está bien, nació sana y hermosa.
—Déjame ir a avisarle a la doctora y a la familia que ya despertaste.

Después de unos pocos minutos mi madre entró al cuarto.

-Agatha, Denisse es maravillosa y se parece mucho a ti.

—Papá fue por ella y por la ginecóloga.
— ¿Quién más está afuera?

— Estamos todos.
— Antonella, Dominica, Jeremy, Carlos, María y Dolores.

— ¿Puedo verlos?

—Claro Agatha, les diré que quieres verlos.

Mi madre abrió la puerta del cuarto y miro a su lado izquierdo.

—Agatha quiere verlos.

Entraron en orden y se colocaron alrededor de la camilla.

— ¿Cómo te sientes Agatha? - me pregunto María que traía cargando una caja de joyería en las manos.

—Un poco adolorida, pero estaré bien.
—Solo quería que todos estuvieran aquí en el momento en el que vea por primera vez a Denisse.

En ese instante una enfermera entró cargando a Denisse.

—Aquí tiene señorita, muchas felicidades— dijo la enfermera mientras ponía a Denisse entre mis brazos.

—Hola Denisse.
—Yo soy tu madre princesa— dije mientras la miraba y comencé a llorar.

Era lo más hermoso del universo, no podía creer que Patrick y yo hubiéramos podido crear un ser tan hermoso, Denisse tenía los mismos ojos azules de los que me enamoré desde que vi por primera vez a Patrick.

— ¿La doctora no menciono que hubiera algún problema con mi hija?

—No Agatha, Denisse nació fuerte y sana— me respondió mi papá.

—Muchas felicidades Agatha, les trajimos unos regalos a nuestra ahijada y a ti - mencionó María mientras me daba una caja de joyería que tenía un dije en forma de corazón que tenía escrito: Patrick + Agatha = Denisse.

Y también venía una esclava para mi hija que traía grabado su nombre y por la parte de atrás los nombres de Carlos y María.

— Muchas gracias María, a los tres… Son grandiosos.

—Y planeamos quedarnos aquí un tiempo, solo hasta que tú y Denisse estén mejor, además aún falta el bautizo de esta preciosura - dijo María mientras acariciaba la mejilla de Denisse.

—Gracias María, en cuanto me recupere se llevará a cabo el bautizo.

—.—.—.

* Narra Patrick

Hace unos días debió haber nacido Denisse, mi hija y mañana todos los peleadores nos revelaríamos para poder salir de aquí y si lo lograba, en cuanto logrará escapar iría directo al aeropuerto para poder regresar a mi hogar, con mi familia.

Yo me encontraba en las regaderas dándome un baño para poder desestresarme un poco por la impotencia y la tristeza que siento.

Pero, aunque no conocía a mi hija todavía, no me quedaba duda de lo maravillosa que es y lo primero que haría al volver sería cargarla y darle un beso.