My Daddy Jeon• One-shot 🔥+18🔥

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Seis meses Después

[Jm]

Después de tanto tiempo fuera del trabajo, me había decidido regresar en aquello de lo cual jamás debí salir, el burdel. Le pagué al taxista en cuanto me dejó fuera de aquel bar, dijo varias palabras antes de que yo saliera, eran normales en este tipo de trabajo. Las escaleras las miré por demasiado tiempo, estaba dudando si entraba o simplemente regresaba a mi casa para llorar la perdida de mi... Deje de pensar aquello que solo ocasionaría algún dolor, preferí simplemente subir cada escalón y por fin entrar en aquel Burdel.
Camine lentamente buscando a Si-Woo, lo encontré dándole instrucciones a varios chicos, me imaginaba que era la nueva mercancía. Me acerque un poco más, hasta poder ver los bigotes mal cortados de su cara, suspiré al notar su asombro al verme.

-Park, que milagro que nos honres con tu maravillosa presencia.-lo miré molesto por su tan mágica burla.- ¿Que haces aquí?

-Busco una oportunidad de seguir.- Si-Woo sonrió y agitó sus manos en forma de alegría.

-Park tu eres el alma de este maldito Burdel, todos te buscaban de una forma maravillosa. Perdí clientes a causa de tu ausencia, pero ahora llamaré a todos los clientes para que hagan reservación.-Lo miré alarmado.

-Solo no llames al Señor Jeon, él ya está en el pasado.-Me miró confundido.- Es mejor tener nuevos clientes, ya sabes, para la mejoría de tu negocio.

-Por eso me gustaba tenerte Park, tienes una mente hacia el futuro, tu idea me parece perfecta.-Sonrio.- De hecho seré honesto contigo, me alegro que El Señor Jeon ya no esté socializado con este lugar, tu me hacías ganar dinero fácil y sencillo, pero cuando compro tus horas mi negocio bajo un porciento.

-¿El ya no viene?- el negó.

-Tiene varios meses que ya no aparece por aquí, te buscaba pero al ya no verte decidió comprar otro servicio.- eso perforó mi corazón, suspiré y le di mi mejor sonrisa.- Tus cosas siguen en el mismo lugar, dentro de una hora abrimos, ya sabes que hacer.

Me dejó parado en ese lugar, suspiré con el corazón desilusionado, sabía que esto pasaría. El cuento con final feliz simplemente pasaba en historias creadas por un sujeto, pero que al darse cuenta del amor, se arrepintió toda su miserable vida.
Camine de vuelta por ese pasillo en el cual desde hace varios meses no había caminado, suspiré al pasar en aquella habitación, el espejo cubría la mitad de la pared, los casilleros aún seguían en su lugar, me acerque al mío y lo abrí, sonreí al ver todo tan perfecto, mis tangas, dos faldas negras y una morada, dos pares de tacones y por supuesto tres pelucas, rosa, rubia y castaña. Dentro del mismo estaba una bolsa llena de mi maquillaje, la tomé y me acerque a la silla dejando caer todo mi peso.

El espejo da el reflejo de lo que eres en realidad, suspiré porque no me gustaba en absoluto, ese Park Jimin se había terminado. Me levanté y camine hacia la puerta, tome el picaporte, pero me detuve en seco.
¿No me gustaba mi reflejo? ¿Por qué no? Yo había tomado ese camino años atrás, mis padres habían fallecido en un terrible accidente en Busan, esa había sido la razón de haber vendido la casa y mudarme a Seúl para una mejor vida, me gire lentamente para ver de nuevo mi reflejo.
En todo aquello me había convertido, yo había tomado esa decisión, yo lo hacía porque lo quería, no por obligación.
Tome asiento nuevamente para sacar todo el maquillaje, elegí un conjunto morado, tome la peluca rubia. La desenrede para colocarla en una cabeza de unicel, suspiré al verla, sonreí y decidí dar lo mejor en esto.
Me maquille como me gustaba, me coloque la red para evitar que mi cabello saliera de la peluca. Me coloque el vestuario, consistía en una pequeña tanga y una falda morada. Tome los tacones y los deslice por mis pies, atore la hebilla y suspiré al sentirlos, me preocupaba el caerme, pero confíe en no hacerlo. Por último me coloque la peluca, puse varios pasadores para evitar cualquier movimiento, sonreí porque estaba bien ajustado.
Dieron leves golpes a mi puerta, era la señal de salir para dar mis privados.