Estrella

Extra 1: "Estrella"

Minseok se sentía confundido, no había ninguna palabra mejor para definir el cómo se había sentido y se sentía respecto a lo que había ocurrido entre Hyukkyu y él durante la noche anterior cuando le contó respecto a sus sentimientos, si se supone que el mayor le correspondía, ¿qué de malo había en salir con él? No lo entendía.

Estuvo pensando un largo rato mientras sus lágrimas empapaban la camisa del mayor hasta que acabó quedándose dormido, nunca había dormido tan bien hasta aquel día en el que sintió sus caricias en su cabello y el olor del perfume del mayor, sin embargo aquello solo lo confundía más. ¿Si realmente le parecía lindo, por qué no podía estar con él? Era muchísimo menor, si, pero precisamente ese era el motivo por el que se lo confesó luego de cumplir años, al ser mayor de edad.

Si realmente Hyukkyu gustaba de él y aquellas miradas embobadas que Minseok le daba de vez en cuando eran correspondidas en la intimidad, ¿por qué simplemente no podía aceptarlo?

"No soy suficiente", fue su primer y único pensamiento para solucionar aquella duda en su cabeza, sin embargo era una respuesta errónea y de paso, una respuesta que era temporal. Las acciones de Hyukkyu lo confundían y lo seguirían haciendo incluso cuando ya no estaba a su lado en DRX.

Sin embargo, una pequeña luz llegó a la cabeza revuelta de Minseok cuando conoció a Minhyung, decir que no habían hablado antes de estar en el mismo equipo, era una mentira, solían hablar por internet y alguna que otra vez el más alto le había donado en su stream, sin embargo no se habían visto en persona hasta aquel día, el día en el que se dio cuenta que si Hyukkyu no iba a corresponderle, había alguien que estaba dispuesto a hacer hasta lo imposible por ganarse su corazón.

En un inicio, ambos comenzaron siendo muy buenos amigos, se entendían genial en la grieta y fuera de ella, el humor de ambos se complementan y, en muchas ocasiones, el corazón de Minseok latió rápido con alguna de aquellas acciones pequeñas que hacía Minhyung en público con él, aquellos pequeños roces que hacían su cara querer ponerse roja, aquellos comentarios susurrados en su oído.

Todas esas cosas desencadenaron en Minseok teniendo un gran problema.

El soporte aún pensaba que su corazón estaba latiendo por y para el mayor que hace un tiempo atrás le había rechazado, sin embargo sus reacciones a ciertas actitudes se Minhyung le hacía ver que su corazón estaba comenzando a ver a otra persona, comenzando a latir por otra persona. Estaba brillando para alguien diferente, alguien que si aprovechaba su brillo y que le hacía brillar más intensamente que antes.

Poco a poco, aquellos bonitos tratos y regalos que recibía de Minhyung aumentaron, más de una vez incluso salían juntos ellos dos y lo publicaban en sus historia con la esperanza de que no reconocieran que estuviesen en un mismo lugar (aunque en el fondo le gustaba que especularan al respecto), el contacto físico de ambos en público era incluso más notable. Minseok se dio cuenta entonces que realmente su corazón había reemplazado la imagen de Hyukkyu y ahora en ella estaba Minhyung.

Comenzaron a salir, era un secreto para nadie más que ellos dos hasta que ambos estuvieran cómodos de contarle a los demás. Sabían que eran sus amigos y que sus preferencias sexuales poco les importarían, aún así, Corea es un país altamente homofóbico y aún sentían algo de miedo con la idea.

Tenían citas a escondidas, dormían juntos en la casa del otro o, si estaban muy cansados como para volver a casa, dormían juntos en los dormitorios del edificio de T1, su primera vez manteniendo relaciones había sido con Minhyung y vaya que adoraba recordar aquel momento.

Toda su luz se había centrado en alguien que se alimentaba de ella, sin embargo él se alimentaba de la luz contraria, una luz que pasaba desapercibida por alguien que no fuera él, porque Minhyung era un agujero negro, absorbía la luz de todo lo que tuviese cerca y aún así, Minseok lo veía como el objeto más brillante del universo; si pudiera definirlo como un cuerpo celeste, seguramente lo vería como un Quasar, altamente grande y destructivo con cualquiera que se acercara a su soporte, pero brillante y gentil con el más bajo, lo cuidaba como si cualquier mínima acción pudiera romperlo y a él le encantaba.