Just for Him

Primer encuentro

    Todos sabemos que no es divertido cambiar de rutinas, o al menos para mi. Acababa de salir de una universidad donde pase un mal rato, y ahora volvía a otra. Esperaba que todo corriera según yo anticipaba.

    Al entrar al salon me percato que solo hay tres personas. La chica que conocí el día de admisiones, era baja, cabello risado y algo seca. La otra era una chica alta, cabello corto y unos espejuelos. Y finalmente el que mas llamo mi atención. Un chico con trenzas azules. Tenía una cara de fastidio súper cómica y estaba mirando su celular. Opte por sentarme al lado de mi conocida, sin saludar a nadie mas que a ella.

    Al paso del tiempo, siguen llegando los demás compañeros y el profesor. El empieza a hablar do como correrá el curso, lo que aprenderemos y todo eso. Yo seguía tomando notas escuchando lo que el decía, pero no podia de dejar de verlo. Se me hacia lindo su cabello, su estilo, y hasta su cara de perro. Mi mirada pasaba de el profe a la libreta y de reojo a el. Era un sentimiento raro, mi curiosidad picaba como nunca y quería conocer mas de el. Más de el porque estaba tan cerio y de el porque no había dicho una sola palabra, más de el por que no había mirado a nadie mas que al profesor.

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    Ya habían pasado un par de meses, los meses mas divertidos que he tenido en un largo tiempo. Me había "acercado" al chico de las trenzas. Me encantaba molestarlo. Había veces que le sacaba una pequeña sonrisa y me encantaba. Sus lindos ojos, solían achinarse, y eso solo provocaba querer verlo sonreír más. Sabia que lo mas seguro estaba siendo un fastidio para el, pero no me importaba mucho, le abrazaba y jugaba con su cabello como si lo conociera de toda la vida.

    Habia días en los que salíamos algunos de los que estudiábamos juntos y íbamos a una barra que quedaba cerca. El no solía hablar, bueno, al menos no mucho y no conmigo. Solía notar mi presencia y darme palmaditas en la cabeza como niña pequeña, y con eso me bastaba. Me gustaba verlo jugar billar con los demás.

    Aún recuerdo el día que lo vi sin camisa por primera vez. Pude ver por primera vez su pecho desnudo mientras se perreaba la maldita mesa de billar. Ese día pude sentir como por mi cuerpo pasaba un cosquilleo de nervios y como mis mejillas se coloreaban, mire su cuerpo un par de segundos antes de mirar a otro lado por la vergüenza. Mi corazón palpitaba fuerte y me sentía toda colorada, mi amiga solo me lanzo una mirada picara y me dio un codazo.

    Todo empezó a cobrar sentido para mi en esos momentos, cada sonrisa, cada palmadita en mi cabeza, cada vez que el se empezaba a sentir cómodo con nosotros. Me estaba empezando a llenar mi pequeño corazón de palpitaciones nerviosas, indicando que efectivamente me gustaba.

Sin editar"""""""