Los días en el cielo transcurrían como cualquier otro.
Menos para dos enamorados, san Pedro y Adam. Dos almas que no podrían estar juntas, la primera alma por no entender el amor y la segunda por el miedo a perder lo que ama nuevamente.
Estás dos almas, dueñas de dos amantes, ¿Realmente hacen lo correcto al sentir esto?, la respuesta clara, es correcto, es amor. Pero sus mentes no estaban preparadas para sentirse así, y mucho menos cuando no sabían lo que realmente querían.
-Un día después del extermio, Adam venía con su joven compañera, Lute. Quejándose del exterminio, lo q podrían mejorar, solo hablaba mrds del infierno, como cualquier día. Mientras seguía quejándose no se percato en su enfrente y llega a chocar con alguien-
-Oye, perra idiota!, fíjate por dónde v-... -Se cruzó con unos ojos de inocencia, una mirada llena de luz, lo suficiente para transmitir paz a quien lo necesita.-
-Ay!, dios padre, perdóname, Adam!, señor.
-Una voz llena de pena, tranquila, un poco insegura y torpe, lo suficiente para un ángel totalmente inocente, Adam le quería gritar pero simplemente no pudo por la paz q le transmitía aquel ángel.-
-Hey, tranquilo, está bien. Solo fue un accidente nada de que disculparse.
-Oh, está bien, igual, una disculpa, no quería que esto pasara, bueno, me largo, un gusto hablar con usted.
-Aquel angel se fue, su aura, su voz, su mirada.. todo lo q transmitía era tranquilidad.-
★
-Ehm, señor, no es por entrometerme pero, ¿Pudiera saber por qué no me dijo nada malo a san Pedro?
-¿Enserio tetas chiquitas?, quieres saber todo o que.
- Bueno, es solo q me pareció raro q usted-, ES Q USTED, nunca sería así, ni con los niños pequeños.
-A ver, mijas, hija de la guadalupana, no yo c que pedo, lo q si, es q quise ser amable, además, ni q eso fuera tan impactante.
-Uhm, bueno, yo me retiro, hasta luego, Adam. Descansa.
-si, si, ya vete.
-Llego la noche, Adam no podía dormir, seguía pensando en aquel ángel, esa mirada.. esa mirada le transmitía algo y no sabía realmente cómo expresar lo q sentía, solo lo sentia, al no saber como expresar eso se empezó a preguntar y solamente pensar en el. Hasta q finalmente pudo dormir pero.. ¿Que soñaria?, la respuesta fue totalmente clara, Adam y San Pedro, oh, dios.
A veces, el amor puede ser complicado, se desechan unos a otros apenas pueden... Pero tal vez, está vez sería diferente, ¿Verdad?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
