Desde que tengo memoria, mis padres han sido las personas más estrictas y sobreprotectoras conmigo, nunca he sido la chica que arma pijamadas o va a una, que se queda en casa de una amiga o su amiga se queda en su casa, la chica que va a fiestas o la que de vez en cuando se toma una cerveza con sus amigos ya teniendo sus 18 años. Por el contrario, mis amigos siempre me contaban de sus aventuras un tanto alocadas, quizás algunas que jamás repetiría u otras que en realidad me llamaban la atención, como un beso con el chico que te gusta en una fiesta, oh simplemente tener una anécdota de como te caíste en un charco con tus amigos; pensar en llegar a casa con la ropa sucia se me hacía aterrador ya que mi madre para nada le agradaba eso, me gritaba y se empezaba a mofar de como yo parecia un cerdo, comentarios para nada agradables. Fui de pocos amigos, por no decir que no tuve en realidad, ya que al caerle bien a muchos de ellos e intentarme invitar a fiestas o algo, mi respuesta era un rotundo no, ya no valía la pena preguntarle a mis padres si podía ir, su respuesta seguíria siendo la misma.
No se si en algún momento ellos pensaron que me drogue, me embriague o me acoste con una persona cualquiera, y es que ¿Cómo hacerlo si no puedo salir tranquila? Ni hablemos de la palabra "Avisar" Ya que con ellos existe el trato de permisos, los cuales deben ser pedidos con 5 días de anticipación y si estas de suerte te dirán que sí, de lo contrario, olvídalo y cancela tus planes.
Mi padre, por supuesto, tampoco ha sido una de las personas que me diga, si hazlo, ve. En cambio protegía la idea de mi madre, de que los jóvenes de mi edad en esta generación están rotos y que las ideas que llegan a pasar en sus cabezas solo consisten en el alcohol, drogas y sexo. No lo culpo, muchos de mis conocidos son así, incluso siendo menores que yo; pero ¿Eso me hace ser una del montón? Quiero decir, en serio, fui criada con tantos valores que la idea de incluso tomar una cerveza con mis amigos para muchos es normal, pero para mi es mejor irme a casa con mis padres. Me han criado en esa estructura en que, no sales, no fumes, no te drogues, no cojas, y si me atrevo a refutar, bueno el resultado puede estar en que me quiten mi teléfono o simplemente estar castigada con estar encerrada, lo cual para mi ello ya no es un castigo, es mi vida cotidiana. Limpiar casa, limpiar mi habitacíon, cocinar, lavar... Todas esas actividades se volvieron mi vida cotidiana, no me molesta, al contrario me hace sentir útil. Solo quisiera que confiaran más en mí, que pueda salir sin tener sus ojos encima de mi, que entiendan que no soy fan de vivir en las pantallas, me gusta salir, caminar, jugar, incluso hacer un poco de deporte. Pero, solo me hacen ver que para ellos soy una jóven alocada mas del monton, a pesar de ser es chica que ni una vez en su vida se escapo de clase o de casa, que jamás le levantó la voz a un profesor, y menos hacer fiestas en casa en ausencia de sus padres, esta es mi vida... Pero ellos no lo ven así. Solo quisiera sentirme un poco libre.
