Bruno Mars

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Título: "Just The Way You Are"

Palabras: 952

Parte: 1/1


Mientras caminaba por el pintoresco sendero del parque, el sol filtraba a través de las ramas de los árboles, pintando destellos dorados en el suelo. El aire estaba lleno de risas y conversaciones alegres, y me encontraba rodeada de parejas que paseaban de la mano y familias que disfrutaban de su tiempo juntas. Sin embargo, a medida que avanzaba, comencé a notar a las otras mujeres que cruzaban mi camino: algunas con elegantes vestidos y maquillaje impecable, otras con una confianza radiante que parecía iluminar su paso. Mis ojos no podían evitar compararme con ellas, midiendo cada defecto percibido y cada inseguridad que se agitaba en mi interior. Un escalofrío de incomodidad me recorrió mientras luchaba por mantener la cabeza en alto y ocultar el tormento que me atenazaba por dentro. ¿Por qué no podía ser tan segura y segura de mí misma como esas mujeres? ¿Por qué siempre sentía que mis propias imperfecciones me condenaban a una eterna insatisfacción? Traté de apartar esos pensamientos negativos de mi mente, concentrándome en el suave murmullo del viento entre las hojas y en el aroma fresco de la naturaleza que me rodeaba.

Saco mis llaves al llegar a mi portal, abro la puerta y entro en el pequeño departamento, cerrando la puerta detrás mío y quitándome mi abrigo. Camino por el salón de la casa y escucho la voz de Iván hablando en el directo.

-Nah, posta, ando que me recago de sueño, continúo mañana, de paso ya llegó Emmy y no la voy a dejar sola más tiempo -dice mientras se acomoda en su silla, tomando un poco de la lata de Speed a su lado, agarrando la tapa de la cámara. -Hasta mañana, chat, chau!

Se despide y cierra el directo, poniendo música mientras se da la vuelta en la silla y me mira, palmeando sus piernas para que me siente allí. Camino y me siento en su regazo, sus brazos abrazan mi cintura y deja un beso en mi cabeza, sonriendo.

-¿Cómo está lo más lindo de esta casa? ¿Trajiste algo para preparar? -pregunta, apartando algunos mechones de cabello de mi cabeza.

Asiento, sonriendo levemente y jugando con mis manos en mi regazo. -Traje unos sándwiches, voy a cambiarme de ropa y regreso a servir, ¿va? -dejo un beso en su mejilla y me levanto de su regazo.

-¡Te amo! -grita mientras subo las escaleras hacia nuestra habitación, entro y camino hacia el armario, saco una camiseta holgada y un pantalón de pijama. Me paro frente al espejo pero no me desvisto, solo me quedo ahí, mirando mi reflejo mientras mi mente viaja hacia esas chicas con cuerpo perfecto que vi antes en la calle. Mis manos se mueven instantáneamente a mi cintura y trazan su camino por estas.

Mientras me perdía en la vorágine de pensamientos críticos frente al espejo, la puerta se abrió suavemente e Iván entró en la habitación. Su presencia repentina me sacó de mi ensimismamiento, y mis ojos se encontraron con los suyos en el reflejo del espejo.

-¿Estás bien, flaca? -preguntó con preocupación en su voz, acercándose lentamente hacia mí.

Traté de disimular mi incomodidad, forzando una sonrisa que no alcanzaba a llegar a mis ojos. -Sí, todo piola, cielo, ¿por qué? -respondí, tratando de mantener la compostura.

Él se detuvo detrás de mí, sus ojos escudriñando mi reflejo con una mezcla de ternura y preocupación. -Te he visto un poco distante antes -dijo suavemente, colocando una mano reconfortante en mi hombro.

-¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? -La calidez de su tacto me inundó de un sentido de seguridad y tranquilidad que había estado buscando desesperadamente.

Con un suspiro, dejé caer la fachada de valentía que había estado sosteniendo y me volví hacia él, buscando refugio en sus brazos.

-No me siento bien con mi cuerpo últimamente -confesé con voz temblorosa, permitiendo que la vulnerabilidad se abriera paso a través de mis defensas.

-Me siento tan insegura, tan... incompleta -Él me abrazó con fuerza, sus brazos envolviéndome en un abrazo reconfortante.

-linda -, susurró, acunándome con ternura, -eres hermosa exactamente como eres. No necesitas compararte con nadie más, porque para mí, eres perfecta-

-Sólo mira esos preciosos ojos... -acuna mi cara en sus manos, haciéndome voltear a mirarle, -parecen dos grandes estrellas -

Mi sonrisa empieza a hacerse visible ante sus palabras. Él me hacía feliz, él me hacía sentir querida.

-Ese lindo cabello que cae por tus hombros, haciéndome sentir celoso de no ser el único que puede tocarte... - pasa sus dedos por mis mechones, suspirando y sonriendo levemente -Eres preciosa, mi vida, eres perfecta así como eres

Acerca su cara a la mía, cerrando los ojos y pegando sus frente con la mía, nuestras respiraciones mezclándose mientras sonreímos.

-Cuando veo tu cara, no hay nada que quiera cambiar, eres perfecta y me alegro de tenerte como mi novia -abre los ojos y acaricia mi mejilla, susurrando, -Te amo, linda, nunca olvides lo bella que esa sonrisa es...

Sin decir una palabra más, nos acercamos lentamente el uno al otro, nuestros labios anhelantes casi rozándose antes de encontrarse en un beso lleno de pasión y ternura.

El tiempo se detuvo mientras nos perdíamos el uno en el otro, explorando cada rincón y cada contorno con una devoción apasionada. Cada suspiro, cada caricia, era un eco de la profunda conexión que compartíamos, una melodía de amor que resonaba en el silencio de la habitación.Cuando finalmente nos separamos, nuestras frentes se tocaron en un gesto de intimidad compartida, nuestros corazones latiendo al unísono en el eco de la emoción compartida.

- gracias... -es lo único que sale de mi boca, sonrío y dejo un beso en su mejilla -te amo... -

- te amo más, mi vida, no lo olvides... -

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⏰ Última actualización: Mar 14 ⏰

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