Jimin nunca creyó que el sexo con su jefe lo dejaría ansiado y desesperado por más. Creyó que el dejarse anudar por Jungkook calmaría sus ganas, la verdad es que no fue así.
El omega se encontró deseando tener más de aquel alfa de espalda ancha y ojos esmeralda.
Porque Jungkook era adictivo, aún recordaba su sabor en sus labios y las caricias en su cintura, los mordiscos en sus glúteos y las marcas en sus caderas.
Jimin inconsciente deseaba sentir más, se encontró pensando en Jungkook más de una vez en esos días.
Aún cuando el alfa lo evitaba.
Porque si, al parecer el imbécil de su jefe había decidido dejar pasar lo que sucedió en su oficina y comenzó a ignorar a Jimin.
No es como si funcionara, trabajaban juntos y el rubio era su secretario. Pero el pelinegro no hablaba con él a menos de que ocupara algo.
Y el omega interno de Jimin lloriqueaba por sentir de nuevo al alfa cerca, pero el orgullo de Park era mucho más grande y si el alfa había decidido ignorarlo y hacer como si nada hubiese pasado, él haría lo mismo, porque podía hacerlo.
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Había pasado bastante tiempo desde que había llegado al trabajo. Últimamente no había dormido bien y se sentía cansado, se veía en sus movimientos, lentos y temblorosos. Le dolía la cabeza y lo único que quería era descansar y dejar de darle vueltas al asunto de su jefe.
Horas y horas sumido en papeles y Jimin comenzaba a marearse, de repente las letras se veían borrosas y la oficina parecía más pequeña de lo que en realidad era.
El omega se pasó una mano por el rostro buscando despejarse y se levantó de la silla.
Se mareó de pronto y Jimin buscó recargarse contra el escritorio.
El ojimiel se quedó unos segundos en silencio, escuchando los teléfonos sonar y los tacones de las mujeres que pasaban cerca del lugar.
Tiró su cabeza hacia atrás, se sentía asfixiado ahí adentro y culpó el trabajo inmenso que había tenido esos días, sumándole al calor que sentía en su oficina.
Salió del lugar, estirando un poco el cuello de su camisa. Hasta que llegó con su compañero castaño, el cual hablaba con un hombre mayor, Yoongi le explicaba atentamente y el desconocido asentía de acuerdo.
Cuando por fin se marchó, se acercó hasta el beta.
—Hola, Yoongi... ¿podrías cubrirme un momento? No me siento bien —Jimin masculló en voz baja.
El castaño lo miró preocupado.
—¿Te duele algo? ¿Llamo a alguien? —preguntó preocupado.
Jimin negó rápidamente y le dio una sonrisa tranquila.
—No, está bien. Solo necesito aire fresco, no tardo.
Y dicho eso, el omega caminó apresurado hasta la salida del edificio, sentía cómo se ahogaba y su vista se nublaba hasta que avanzó torpemente, saliendo del edificio con aroma a medicamentos.
El aire lo golpeó en la cara y Jimin se relajó al instante al respirar y llenar sus pulmones.
Era solo un omega parado en aquella acera, con las personas mirándolo extrañadas por verlo ahí, tan agobiado y en medio de todos.
Park no le dio importancia, necesitaba esto porque estaba ahogándose y la única forma que encontró fue huir. Como siempre lo había hecho.
Después de un rato de caminar por las calles, buscando despejar su mente del alfa de ojos verdes, volvió al edificio.
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the city lights ᡴꪫ kookmin
RomanceJimin está bastante cansado de su irritante jefe, pero en serio necesita el empleo. Aunque el omega no está dispuesto a seguir soportando abusos en su trabajo. Así que decide plantarle frente a su odioso jefe, que también resulta ser un atractivo al...