CAPÍTULO 29

38 6 0
                                    



— Hiciste todo un caos Patrick.
— Te llevaste a Axel, hiciste que mis peleadores se revelarán en mi contra, provocaste que la policía incautara mi centro de negocios y también mataron o detuvieron a muchos de mis peleadores y de mi personal de seguridad.

— Déjalos fuera de esto John… Te lo pido.

—Ya lo había hecho Patrick, pero te empeñaste en desobedecer y me has hecho perder mucho dinero, mercancía y peleadores para mi entretenimiento, supongo que ya sabes que mis hombres mataron a Andrés y veo que te trajiste a Axel contigo— dijo mientras Tomás bajaba apuntándole con un arma en la cabeza a Axel y cargando a Denisse con la otra mano.

Atrás de ellos bajó otro hombre cargando a Agatha porque ella seguía desmayada y la colocó en el suelo al lado de mí.

—Si los dejas en paz te prometo que iré contigo y nunca volveré a tratar de irme de nuevo.

—Ese trato hubiera funcionado hace meses que te encontré, pero después de lo que provocaste me has hecho enojar mucho y no creo que podamos seguir así.

Cuando Agatha reaccionó intenté acercarme a ella, pero John me apunto con el arma que traía.

— ¡¡Patrick!!
— ¿Qué sucede? - preguntó asustada.

John se apresuró a responder.

—Mi querida Agatha, sucede que desde hace más de dos años he estado persiguiendo a Patrick, anteriormente trabajo para mí, pero teníamos deudas pendientes así que por eso me lo llevé hace algunos meses, aunque se me volvió a escapar y por eso estamos aquí preciosa.
—Solo que ahora, su error desafortunadamente también terminó por arrastrarlas a Denisse y a ti.

—Ahora, Denisse y yo iremos a dar un paseo mientras pienso en lo que haré con ustedes, pero Tomás y los demás se quedarán aquí para vigilarlos— dijo John mientras Tomás le entregaba a mi hija y salían de la casa.

Tomás y los demás hombres se quedaron en la casa vigilándonos.

Agatha estaba llorando porque John se había llevado a Denisse.

Como ya había tardado en volver, los hombres de John se pusieron a comer y a jugar baraja en el comedor mientras nosotros seguíamos atados en el pasillo.

Mientras tanto, yo estaba pensando cómo desatarme para lograr sacar a Agatha y a Axel de aquí. Lo más seguro es que mi vida terminaría aquí, pero quizás ellos podrían tener un futuro seguro sin mí.

Pero entonces John regresó con Denisse en un portabebés.

—Encantadora criatura, pero como empezó a hacer frío regresamos— dijo mientras ponía a Denisse en el suelo.

—Ahora déjenme ir con mis hombres a planear qué haremos con ustedes y con esta nena.

John se llevó a Denisse a su habitación.

— ¿Axel, puedes desatarme? - pregunté susurrando.

—Quizás - Axel se pegó a mí e intentó desatarme, pero no pudo.

Miré hacia donde estaban los hombres de John y él, como no estaban poniendo atención logré moverme hasta la mesa de noche porque recordé que ahí tenía escondida una daga que puse desde que volví y cuando logré sacarla me desate y después desate a Axel y a Agatha.

— No hagan ruido y quédense aquí - me dirigí hacia los hombres de John y ataque al primero.

Le corté la garganta con la daga y empezó a retorcerse en el suelo.

SIÉNTEMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora