4. El centro (2)

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Ainara

Solo. Quedan. Horas. 

Mierda, solo quedan horas para que me vaya de esta mierda de mundo. ¿El último mes?  ha sido un puto infierno. Lo resumo:

El material empezó a bajar muy rápido y aunque intentaba controlarme, no podía. Ahora mismo, debería tener un 5% de ira y tengo un 75%. En resumidas cuentas, de aquí no salgo viva. 

Mañana a las 8:00 a.m. será cuando me encerrarán en esa estúpida habitación donde yo misma terminaré con mi vida. Todos lo verán. Noah, Roma, Sofi, Jade, Liam y... Mimi. No quiero verla llorar, no quiero hacerla sufrir.  Ni a ella ni a nadie joder, soy feliz con mi vida. Pero sé que o los índices de ira bajan o esto será peor que una puta pesadilla. No quiero ver sufrir a las personas que quiero. No quiero ver como lloran por mí. Yo nací así con esta mierda, y me tocará soportarlo.

El sonido de la metálica puerta que hacía que estas cuatro paredes fueran mi tumba me sacó de mis pensamientos cuando la escuché abrirse. Era mi gran amiga la doctora Alcalá. O como a mí me gusta decirle, la asquerosa. 

Se acercó a mí y yo solo pude suplicarle con la mirada que me soltasen. Quería salir de ese centro pero sé que no iba a ser posible.

— Señorita Ainara — me llamó y yo solo pude mirarla sin decir una sola palabra — Creo que ya sabe que mañana a primera hora será el reencuentro. 

Oh claro que lo sabía. Lo sabía mejor que nadie con quien iba a encontrarme y no me hacía ningún tipo de gracia. 

—Sí — contesté — ya sé que mañana es el reencuentro. No hace falta que me lo repita más—

Ella solo me echó una mala mirada y se fue. Por algo le tengo ese famoso apodo. 

Sé que esta noche no dormiré. Voy a estar demasiado nerviosa al saber que solo me quedan unas pocas horas de vida y, encima todos verán como me suicidaré por verle a él. 

María

Teníamos que sacarla de ahí.

No iba a permitir que le pasara algo. No a ella. Tenía que hacer todo lo posible para que no viera a su padre. 

Vi que Noah llegaba y se acercó a mí. Estaba algo extraño, se le veía como... ¿Nervioso?

—¿ Noah? Todo bien ? — le miré y él sin decir una sola palabra me agarró del brazo y me sacó de la casa. —¿Dónde vamos? — le pregunté pero él seguía sin hablar. Fuimos hasta su coche e hizo el amago de intentar subirme pero yo lo detuve. — Contéstame. ¿Dónde vamos?—

Él me miró algo cabreado y después de un rato, se dignó a abrir la boca y a hablarme. 

—Cierra la puta boca y metete al coche. ¿Quieres que saquemos a Ainara de ahí no? Pues haz caso de una jodida vez y cuanto antes te subas y vayamos, antes conseguiremos sacarla de ahí. 

Me quedé callada y me subí al coche y aunque no quisiera, debía hacer caso. Necesito sacar de ahí a Ainara y eso haré.

Noah también subió sin decir nada. Era de noche y los dos íbamos en silencio. No sé a donde me llevaba pero espero que sirva para poder sacarla de ahí 

Después de como dos horas de viaje, Noah y yo bajamos del coche. Aún no sabía donde me estaba llevando pues aún no me decía nada. Llegamos a la puerta de un edificio. Había ahí un coche aparcado. 

Mientras Noah sacaba algunas cosas, escuchamos como si alguien se estuviese acercando a la puerta. Rápidamente, el chico a mi lado me agarró fuertemente del brazo —Parecía que me lo quería amputar con sus propias manos— y fuimos detrás de unos arbustos para ver quien era. 

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