El Rap en mi Corazón

2.1K 87 117
                                    

**Desde la perspectiva de Dalas**

Día tras día veo comentarios y mensajes subnormales de mis suscriptores, cada día me decepciono mas y mas de la humanidad, pareciera como si el mundo se estuviera pudriendo, lentamente.

Usualmente paso de los comentarios haters y los que tienen un poco de sentido los contesto, pero ninguno de ellos ha sido tan remarcado, como chemita, chemita un niñato de seguro 12 años intento de rapero, ha sido el blanco del bullying de mis demás suscriptores, ese chemita.

*Nuevo mensaje de: CHEMITA RAPS*

Oh, pero si es chemita, seguramente es otro rap de mierda de esos que hace, voy a leerlo, igual y me da buenas ideas para un nuevo vídeo.

Querido Dalas:

Ha pasado mucho desde que te escribir ese rap, lo mande estilo hater y con una horrible ortografía, porque buscaba algo, quiero que hablemos, estoy fuera de tu casa.

Me sobresalte al leer el mensaje, no podía creer que supiera mi dirección ¿Que clase de psicópata es?, saldré a hablar con el para alejarlo y si no funciona llamare a la policía, y si eso no funciona también tengo las llaves (la mejor arma yandere).

Salí y el niñato de 12 años que yo esperaba en realidad era un hombre, mas o menos de mi edad, con la piel blanca y el cabello oscuro, un intento de Blanca Nieves, al principio creí que seria otra persona o quizá algún amigo de Chemita que venia a intimidarme, pronto descubrí que no.

—Hola Dalas ¿Te acuerdas de mi?— Me lo dijo en un tono un tanto burlón, lo cual me pateaba los cojones un poco ¡SE ESTABA BURLANDO DE MI!

—Chemita, si es que así te llamas, vete de aquí, que llamare a la policía, no quiero mas raps de mierda.—

—No, Dalas, no me refiero a Chemita, me refiero a José Manuel, yo soy José Manuel.— Al escuchar ese nombre rebusque varias veces en mi mente hasta recordar un José Manuel, y solo recordé uno, no podía ser el, el José que yo recuerdo era sumamente bajo, delgado y con la cara llena de granos.

—Soy yo, Dalas, soy José, del campamento de verano, cuando teníamos dieciséis años ¿Aun me recuerda?—

—José, no creo que seas tú, dime algo que solo tu puedas saber.—

—En el campamento, me besaste, me hiciste prometer que nunca diría esto a nadie, querías tener una manera de confirmar que no era gay, por eso lo hiciste.— Sonaba muy convincente, le creí, por ahora.

—Esta bien ¿Que es lo que quieres?— Le pregunté de manera un poco agresiva y lo persuadí para que me dijese sus motivos.

—Creo que tenemos que discutir esto en calma, así que, baja las llaves.— Baje lentamente las llaves y lo deje pasar, no se que gilipollas estaba pasando por mi mente cuando deje entrar a un desconocido a mi casa.

—Bien, sientate y dime que haces aquí, Chemita.—

—Por favor Dalas, no me digas Chemita, es humillante, solo me puse ese altérelo para acercarme a ti, y ahora que estoy aquí, contigo, nunca mas te dejare ir.— Me tomó de los hombros, lo cual me dio mucho mal rollo.

—¡ESTAS LOCO! Tengo una nueva vida ahora, quiero alejarme completamente del yaoi, de ese campamento.— Me habia quitado sus manos de encima, me repugnaba.

—Dalas, el hecho de que reacciones asi, significa que estas negando tu naturaleza, eres gay, y me deseas, no me has podido olvidar.— Estaba enfermo, pero de verdad enfermo ¿Como podía creer tal estupidez?

—Dalas, besame, besame y si puedes decirme entonces que no sientes y no sentiste nunca nada por mi, me iré.— Parecía una propuesta muy estúpida, era mucho mas fácil que lo remitiera de un golpe, pero era mas musculoso, y por el bulto al costado de su pantalón, estaba armado, decidí seguirle el juego hasta que encontrara una oportunidad de noquearlo o siquiera escapar.

Me besó, pero no era un beso brusco, era mas bien, dulce, me daba cierta nostalgia, recordaba el olor a pino de aquel campamento, los panqueques listos del desayuno, lo recordaba todo, José Mauel me gustaba, siempre tuvo el sueño de ser un rapero liberal, pero nunca triunfó, José me gustaba tanto, y por la sensación en ese beso, aun me gustaba.

Cuando menos me di cuenta el ya me estaba metiendo mano, me tocaba el culo por detrás y lo movía ansioso, yo ya no quería salir de la situación, me gustaba, yo no le dije que si, ¡PERO TAMPOCO LE DIJE QUE NO!

José me tiro al sofá mientras me besaba el cuello, me tocaba como un niño abriendo los regalos de Navidad, me tocaba el miembro con sus grandes manos y decía cosas sucias a mi oído.

Ya de un momento a otro, me estaba cogiendo, yo nunca habría querido ser el pasivo, pero su miembro se veía tan bien, no me podia resistir, deje que me penetrara, entro con cuidado, pero aun así dolía enormemente, gemía, dolía, ardía, pero me excitaba, me daba mas y mas fuerte.

—¡SIGUE JOSÉ! ¡SIGUE!— Me penetraba como un animal en celo, me ardía horriblemente el ano, pero quería mas, era todo un masoquista.

—¡SI! ¡OH, JOSE!— Grite fuerte mente, mas, mas fuerte, si, estaba a punto de terminar ¡OH, SI, SI, SI!

—¡CHEMITA ME DESTROZAAAAAAAAAAAH!—

....

Y Chema, le dio toda la crema.

FIN

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 25, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Yaoi de Dalas y ChemitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora