Amor y Coronas

Nuevo amanecer

👑 Palacio de Thisga
Corte Sombra🌑

Los pasos presurosos del príncipe se encaminaba hacia los aposentos de la reina, las sombras le estaban susurrando cada vez más y la inquietud se formaba más y más en su corazón.
Un silencio sepulcral se cernía a su alrededor, las sombras de la noche le acompañaban en su caminata a través del corredor del palacio, las antorchas parecían perder su brillante resplandor a su paso, la suave brisa se colaba por la ventana del balcón haciendo ondear la melena violeta del príncipe, al llegar a la puerta de los aposentos reales sintió una opresión en el pecho, sabía que algo andaba mal, esa noche no era como las demás noches, era más lúgubre, pesada, asfixiante, y desesperante.

Al ser abiertas las grandes puertas de cedro macizo, no encontró nada más que un silencio sepulcral, la cama estaba vacía, pero las puertas que conducía al balcón estaban abiertas de par en par. Se adentro al alcoba y se dirigió hacia el balcón en donde se encontraba la gran reina del palacio de las sombras.

—¿Qué es lo que ocurre madre? —preguntó en cuanto llego a su lado.

—Mi amado principe —respondió suavemente, mientras su mirada se perdía en el horizonte observando como el cielo empezaba a teñirse en colores carmesí —tu padre, el rey a muerto, nos a dejado, y se ha unido a las estrellas —el rostro del príncipe se desfiguró ante tal noticia, ahora comprendía el porque de su inquietud.

—¿Dónde se encuentra? —preguntó anonadado.

—Esta siendo preparado en la sala especial —la suave brisa hizo ondear su larga melena roja —deben examinar las causas de su muerte —explicó mientras en sus bellos ojos castaños reflejaba su aflicción.

Rusfam asintió, alzando su vista dirigió su mirada hacia el cielo que empezaba a iluminarse con distintas tonalidades anunciando la llegada de un nuevo día.

—Tu amanecer comienza ahora —rompió el silencio la reina de bellos atuendos blancos y carmesi —de ahora en adelante el bendito trono de Thisga te pertenece, desde la gran Nitra hasta el último rincón de Shingakei —y bajando la mirada realizó una reverencia reconociendo al nuevo rey que se levantaba.

[...]

—¡Vamos arriba! —ordenaba a gran voz la mujer de cabellos oscuros —¡Arriba ahora!

—Señorita Anika, ¿Qué ocurre? —preguntó somnolienta una joven de piel canela —¿Por qué hay tanto ruido en el harem?

—El rey a fallecido —anunció, alarmando al harem —por lo tanto deben de arreglar sus pertenencias, en dos días se instalará el harem del nuevo rey, así que dense prisa —ordeno.

Las concubinas no podían creer lo que estaba ocurriendo: —No pueden echarnos así —reclamó la concubina, a lo que la fae volvió su rostro —al menos no a mi, yo soy la favorita del rey —alzó la voz.

En cuanto la mujer de dos largas trenzas verdes alzó la voz, las demás empezaron a hablar al mismo tiempo, a la vez que intentaban dar razones para quedarse.

—¡Silencio todas! —hablo fuerte y claro, mientras sobaba el puente de su nariz —todas saben que el nuevo rey ya tiene su harem, así que dejen de armar escándalo y alisten todo —ordenó con una mirada severa.

—¡Pero yo soy la favorita del rey! —alzo nuevamente la voz la de orbes oscuras —¡No pueden echarme!

—¡Del antiguo rey! —le respondió sumamente molesta, —el rey ordenó trasladar todo, así que no quiero más escándalo, es todo y no pienso repetirlo, ¿Han oído? —las concubinas solo asintieron, la mirada de fría de quién estaba ataviada de un bello vestido blanco era indiscutible.