— Me voy —anuncia Lana.
Se levanta de la cama, deja la botella – de lo que sea que fuese – y se pone unos tacones cualquiera.
—Vale —repongo y le lanzo las llaves.
Las coge al vuelo y se baja el vestido— demasiado corto en mi opinión —tirándolo hacia abajo.
—Por cierto, ¿dónde vas?
—Ya sabes. Por ahí con los chicos de ayer.
—A alguna fiesta, ¿no? —sé que va a alguna fiesta no soy tonta—. Ni siquiera has empezado a estudiar.
Lana cambia su posición de un pie al otro. Saca un cigarrillo de su bolso y lo enciende.
—Prefiero divertirme. — dice y arquea una ceja.
—Hay otras formas de divertirse, ¿sabes? No siempre tienes que estar de fiesta.
No responde, sino que se va cerrando con un portazo.
Me vuelvo a concentrar en el libro que tengo delante e intento estudiar. Entonces algo me viene a la mente.
Lana dijo que iba a ir con los chicos de ayer. Y eso implica que allí esté el tal Wade.
Sonrío y cierro el libro. Sin duda hoy es mi día de suerte.
Observo al grupo desde la distancia. Siguen sentados jugando al maldito juego de ayer. Llevo toda la tarde y parte de la noche observándolos desde un árbol como una acosadora.
Lo sé es idiota, y ahora me empiezo a dar cuenta de ello.
Pero entonces Wade se levanta y camina hasta una moto diferente a la de ayer. Anoto más cosas en el cuaderno.
Tiene diferentes motos.
Cierro el cuaderno rápidamente y cojo las demás cosas. Corro por el descampado intentando no ser vista y lo consigo, ya que todos están demasiado borrachos como para darse cuenta de que alguien sigue a Wade. Arranco mi coche rápidamente y sigo a la moto. Parece que no se da ni cuenta de que estoy detrás suya, así que sigo con mi plan de espionaje.
Pasamos por bastantes calles hasta llegar a un barrio lujoso.
Muy lujoso.
Aunque esté a oscuras se pueden ver las enormes mansiones con sus enormes jardines.
La verdad es que me esperaba que fuéramos a un barrio un poco más...chungo, por así decirlo. Y desde luego que esto no lo es.
Finalmente aparca delante de la mansión más grande de todas y se adentra en el jardín. Yo aparco unas cuantas mansiones más abajo, por precaución. No vaya a ser que me pille con las manos en la masa. Avanzo caminando todo lo sigilosamente que puedo hasta llegar a la mansión.
Los árboles —separados unos de otros—envuelven el camino dando una sensación de amplitud; conduciéndome hacia la mansión. Pero debido a la poca iluminación que hay esto no hace más que darme escalofríos.
—Eres una buena espía, ¿sabes? Pero no lo suficiente —susurra una voz ronca que la noto demasiado cerca de mí. Por alguna extraña razón no me sobresalto. Había un 99.99% de posibilidades de que me descubriera. Pero eso no quita que mi corazón haya cobrado vida propia. Y menos que mi respiración agitada se escuche a kilómetros—. No debes jugar conmigo si no quieres salir mal parada. Pero ya no importa, no tienes ni idea de dónde te has metido. Debería matarte —un escalofrío recorre mi cuerpo. Ahora mismo lo único que quiero es salir de aquí—. Pero eso no me serviría, así que te vendrás conmigo.— dicho esto una mano fría coge mi muñeca y me arrastra a la mansión.
La presión que ejerce sobre mi mano es bastante fuerte —tanto que me saldrá un moratón— pero sigo en silencio. Soy lo suficientemente lista para saber cómo conservar mi vida.
Entonces saca de su bolsillo unas llaves y abre la puerta. Todo está a oscuras por lo que no veo casi nada. Solo la silueta de Wade delante de mí. Aunque no me importa demasiado, solo espero que esto sea un sueño y que pronto me despierte. Pero no soy tan ingenua, sé que de esta no salgo. Todavía estoy esperando a que me apunte con la pistola que sujeta en la otra mano y me dispare.
Me suelta la muñeca y veo la oportunidad de escapar, pero entonces me acuerdo de que se ha asegurado al cerrarla con llave. Sube las escaleras sin hacer ningún ruido y me deja sola la enorme sala.
¿Dónde habrá ido? Y lo más importante: ¿Qué será de mí?
La verdad es que no quiero acabar muerta en el suelo, precisamente.
Esto te pasa por ser una puta cotilla.
Pasan unos agonizantes minutos antes de que escuche un grito masculino proveniente del piso de arriba. Y por una vez en mi vida no quiero ir a curiosear.
Después de un buen rato esperando, un Wade impoluto aparece por las escaleras y sin dirigirme ni una sola palabra me vuelve a coger el brazo empujándome a seguirle. Salimos de la mansión y me lleva a rastras hacia su moto.
Mis dientes castañean descontroladamente junto con el resto de mi cuerpo. Sus dedos ásperos y fríos al tacto aprietan mi muñeca más fuerte y me dirige una mirada fría.
—Móntate —gruñe y obedezco sin rechistar. No quiero más problemas.
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Hola:) Siento haber actualizado tan tarde. Pero ahora están las vacaciones así que tendré mucho más tiempo para retomar la historia.
No pondré límites en los votos porque aún así subiré. Gracias por esperar:)
Besos de:
iamalwaysdreaming1