A Través de tus Ojos: Entre Sombras y Destellos (Finalizada)

Capítulo 1: Rompiendo el silencio

Entre recuerdos y promesas

Febrero del 2024

Esta historia, aunque parezca increíble, comenzó con un adiós. El 18 de enero 2024, Leidy Jazmín puso fin a su relación con su casi novio a distancia, un vínculo que había dejado profundas cicatrices en su estabilidad emocional y física. Aquel adiós era el primer paso para dejar atrás los días llenos de angustia, pero también marcaba el inicio de un viaje complejo hacia la sanación.

Con la ayuda de sus amigas y su madre, Leidy trató de seguir adelante. Quería borrar todos los recuerdos que había creado con él, pero aún llevaba consigo una sombra oscura de dolor, que se aferraba a su corazón como una espina imposible de arrancar.

Por entonces, se encontraba viviendo en la ciudad con su padre. Allí, intentaba recuperar su equilibrio y enfocarse en sus sueños. A pesar de su lucha interna, la vida parecía ofrecerle pequeños destellos de esperanza. Había recibido buenas noticias sobre su carrera, y las horas compartidas con su círculo cercano le daban cierta calma. Sin embargo, las noches eran otra historia: en el silencio de su habitación, los recuerdos la asaltaban, trayendo consigo el peso de todo lo que había perdido.

Su amiga Verónica la acompañaba en este proceso. Siempre atenta, la consolaba y escuchaba cada palabra, pero no podía evitar notar algo: Leidy Jazmín seguía apagada. Las risas eran menos frecuentes, los momentos de felicidad parecían más fugaces. Su luz, esa chispa que la caracterizaba, estaba cubierta por un velo de tristeza.

Tras quince días en casa de su padre, algo dentro de Leidy cambió. Sentía que, a pesar de los tropiezos, estaba logrando mantener los límites que se había impuesto. Fue entonces cuando tomó una decisión arriesgada: desbloquear a su ex, el susodicho, en todas las redes sociales. Facebook, TikTok, WhatsApp... un solo clic y las puertas que había cerrado comenzaron a entreabrirse.

Al principio, ese gesto le trajo un extraño alivio. Era como si, al quitarle poder al bloqueo, recuperara un poco de control. Poco a poco, volvió a hacer las cosas que le gustaban: reía más, hablaba sin parar y sentía ganas de salir con otras personas. Parecía que el dolor comenzaba a desvanecerse, como si el acto de desbloquearlo hubiera liberado algo más que su perfil.

Pero, como bien sabía Leidy Jazmín, la calma nunca era duradera. El susodicho reapareció, no con palabras, sino con acciones silenciosas: likes en sus publicaciones, vistas en sus videos. Cada notificación era un recordatorio de todo lo que estaba intentando olvidar. Una noche, mientras revisaba TikTok, lo vio. Un corazón rojo junto a su video más reciente, su nombre justo ahí, como una daga invisible.

"¿Por qué?" se preguntaba una y otra vez. Su amiga Verónica trató de tranquilizarla: "Lo hacen por molestar, por llamar la atención. No te dejes afectar". Pero las palabras no eran suficientes para calmar las emociones que se desbordaban en su interior.

Días después, Leidy tuvo que volver al pequeño pueblo donde vivía su madre. El viaje fue una oportunidad para reflexionar. Mientras el autobús avanzaba y los edificios grises de la ciudad quedaban atrás, observó los campos verdes a través de la ventana. Sentía que su corazón también intentaba despejarse. Había logrado algo importante: empezar a soltar, aunque fuera poco a poco.

Al llegar al pueblo, bajo el cálido abrazo de su madre, Leidy se hizo una promesa: no volvería a buscar al susodicho en redes sociales. Sin embargo, sabía que la verdadera prueba no sería virtual. En un lugar tan pequeño, el pasado siempre parecía estar más cerca de lo que uno quería admitir.

Esa noche, mientras desempacaba, una pregunta rondaba su mente: ¿Qué haré si lo veo en persona? La incertidumbre la acompañó hasta quedarse dormida.

Continuará...

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✨ Nota de la autora:
"Recuerda, esta historia está en revisión, y tus comentarios son esenciales para hacerla aún mejor. ¡Gracias por leer, votar y ser parte de este viaje! 💕✨"
-V