Carl tomo su mochila que estaba sobre el mesón con una de sus manos, la abrió y sacó su pistola, dejándola agarrada con su otra mano. Yo hice lo mismo, agarre mi mochila y la coloque sobre mi espalda, deje caer mis flechas dentro, y deje mi arco en mi hombro, de modo que este lo sostuviera.
-¿Dónde van?- pregunto Rick desde el otro lado del mesón, y llevándose una cuchara a la boca.
-Iremos con Hannah- se detuvo y me sonrió -, a buscar provisiones- dijo, Rick asintió.
Nos dirigimos a las rejas de salida de la cárcel. Daryl se encontraba haciendo guardia allí.
-Hola Daryl- lo salude con la mano, sé que la raza humanan se extinguirá en algún momento, pero… que hay de malo en ser educada.
-Hola Hannah, ¿Dónde van?- pregunto con curiosidad. Carl abrió las rejas, e hizo señas para que me acercara a él.
-Él- señale a Carl –, me quiere llevar a buscar provisiones- dije sonriendo.
Me acerque a Carl.-¿Nos vamos?- pregunte con una sonrisa gentil.
-Nos vamos- afirmo asintiendo.
Trotamos sigilosamente para adentrarnos al bosque.
Una horda, de unos 6 caminantes, venía por nuestras espaldas. Los matamos y seguimos nuestro camino.
Percate que Carl no estaba a mi lado, mire mi alrededor, tampoco estaba.
-!!Carl, Carl¡¡- grite desesperada, mientras corría por el bosque buscando a Carl.
En una de mis tantas vueltas buscándolo, lo encontré, estaba tirado en el suelo y un caminante le agarraba la bota, su pistola estaba fuera de su alcancé, me quede inmóvil unos segundos, Carl se percató de mi presencia, obviamente antes no se iba a dar cuenta, estaba concentrado en si iba a morir o vivir.
-!!Hannah¡¡- me grito desesperado. Desperté de mi trance. Corrí hacia la pistola, la agarre tomándola con mis manos temblorosas, estaba asustada por Carl. Solté el gatillo, la bala impacto contra la su cabeza, resonó el disparo en todo el bosque, un silencio se presentó entre nosotros. Se colocó de cuclillas y se levantó con dificultad. Lo abrace fuerte, rodee mis brazos sobe su cuello y el por mi cintura.
-No sabes lo preocupada estaba por ti- dije desde su pecho con la cabeza gacha.
-No te preocupes, me ha pasado mil veces- dice. Ríe.
-No deberías reírte- lo fulmine.
-¿Sabes?, hay un centro comercial cerca, deberíamos ir- dijo cambiando de tema -, los chicos lo limpiaron- añadió. Solo asentí.
Era un centro comercial bastante grande, estaba pintado de un color ocre, un poco desgastado, tenía unas letras, que decían: “SUP R MA KET”, en grande, supongo que debería decir SUPER MARKET, las dos letras que faltaban estaban destrozadas en el suelo, no le tome mucha importancia.
Carl abrió las puertas.-Las damas primero- dijo gentil. Sonreí en forma de agradecimiento.
Dentro del espacioso lugar, estaba lleno de comida, y cosas que tal vez se pueden considerar como “PROVISIONES”.
Carl se dirigió al pasillo de Higiene, yo por mi parte me fui directo a la comida.
Narra Carl
Al entrar de inmediato me dirigí hacia el pasillo de “Higiene”, en cambio ella fue al de comida. Reí para dentro.
Pase mis dedos por los productos de la estantería, uno de ellos me pareció peculiar y me llamo la atención. Era un caja de forma rectangular, era azul, definitivamente eran condones. No dude en tomarlos, los agarre y los guarde en bolsillo de fuera de mi mochila. Seguí recorriendo el pasillo, una de las estanterías tenía toallas higiénicas. Tome una de las pequeñas bolsas.
Pase por el pasillo de comida donde se encontraba Hannah. No estaba, decidí buscar Nutella para ella, seguramente ya tenía, pero ¿Quién sabe?
Narra Hannah
Carl estaba en el pasillo en el que previamente había estado. Me acerque. Se dio vuelta.
-Mira Carl me encontré unas…-me detuve, mire su mano, tenía unas Toallas Higiénicas.
-Mira te las traje- dijo alzando su brazo, cuando las vi en sus manos ofreciéndomelas, sentí mi rostro tornarse de rojo completamente.
-¿Gracias?- agradecí confundida, las tome y las guarde rápidamente. Me sentía avergonzada
-No debes avergonzarte- dijo acariciando mi mejilla. Asentí -, además te traje esto- añadió, saco dos tarros de Nutella. Le di un beso en la mejilla, se sonrojo levemente.
-Gracias, Gracias, la busque por todo el lugar, pero no la encontraba- le dije tomándolas
-Sí, o si no, no estaría la estantería vacía- Reímos.
Salimos de la tienda, llevábamos varias provisiones, que tal vez durarían un mes con todos los que somos en la cárcel. Si no acelerábamos el paso, estaríamos rondando toda la noche en círculos, ya se estaba oscureciendo, lo que daba señal a que la luna se iba a poner en posición y llegaría el fin de este día.
Llegamos a la cárcel, una gran horda la rodeaba.
-Oh, oh- dije alarmada. Carl me tapo la boca, retrocedimos y nos escondimos detrás de un arbusto.
Por suerte Daryl estaba allí. Carl tiro una piedra, que buena puntería tiene, alcanzo a pasar justo por unos de los agujeros de la reja. Daryl se percató de nuestra presencia.
Coloco una de sus manos en la reja. Conto hacia atrás con sus dedos. La abrió, corrimos dentro, los caminantes se dieron cuenta, pues caminaban, o más bien corrían a su manera para devorarnos. Daryl cerro la reja.
-Casi- dije jadeando. De tanto caminar me dolían los pies.
Entramos, todos se encontraban comiendo su deliciosa y apetecible comida. Beth golpeo levemente el asiento a su lado, me senté a su lado, le sonreí.
Carol me sirvió un plato de Pollo trozado y un poco de patatas. Deje el plato vacío, estaba satisfechas, no se imaginan que tan exquisita estaba.-Gracias, estaba deliciosa- agradecí, me levante tomando el plato sucio.
Entre a la cocina y empecé a lavar el plato. Carl entro detrás de mí.
-Hola Carl- lo salude, no sé bien porque, había pasado un día totalmente a sola con el, el cual fue excepcional.
-Hola Hannah- sonreí. Me dejo el plato allí encima.
-Ni que fuera tu sirvienta- bromee. Reímos.
Al terminar de lavar los platos, subí a mi celda con Carl por detrás. Me fui derecho a mi celda, guarde la Nutella, en su escondite especial. Estire un poco la única sábana que estaba encima del catre, para que me pueda acostar algo más cómoda. Me estire y eché un gran bostezo. Me senté en la cama.
Como puede ser posible que este mundo, que ya me estaba empezando gustar cada vez más, se fuera a la total ruina y mierda, quiero echarme a llorar, por esta maldita enfermedad o lo que sea, perdí a mis queridos familiares, nunca les dije lo que en verdad sentía por ellos, que daría la vida por ellos, lo que ahora, desgraciadamente, no puedo.
Doble la sábana y decidí meterme dentro del cómodo catre, se veía cómodo, bueno debe ser porque es más cómodo que todos los árboles en donde he dormido.
-¿Como la has pasado hoy Hannah?- me pregunto Carl apoyado en la puerta.
-Bien, demasiado bien, me ha encantado estar a solas contigo- dije con una sonrisa –También la parte en que casi un caminante se come tu pie- dije sarcásticamente. Reímos.
-Yo también, me gustaría pasar así todos los días contigo, a solas- sonrío, se acercó y me dio un beso en la mejilla y se fue a su celda.
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