Park Jimin es un padre soltero que, debido a una estafa, termina compartiendo casa con un desconocido.
Min Yoongi, un hombre solitario que oculta un doloroso secreto, ahora se encuentra con dos inquilinos en su hogar.
★Advertencia: esta es una histo...
Hay momentos en la vida en que correr es la única solución que tenemos.
Min Yoongi, es consciente que no pude correr toda la vida de su pasado, que tarde o temprano tendrá que enfrentarse a la realidad que lo atormentaba.
A pesar de llevar años huyendo, la sensación sigue vigente como el primer día que lo sintió, el dolor de perder a alguien que amas es doloroso, pero saber que la culpa es tuya es mucho peor.
La culpa lo ha atormentado durante largos cuatro años.
—Suga— exclama Namjoon, su mejor amigo cargando al gato negro que estaba en el sofá del estudio de Yoongi. Un hombre de piel moreno con corpulento cuerpo, de vista se veía como un hombre intimidante, pero era totalmente diferente, es amable, carismático y con una bonita sonrisa de hoyuelos.
Hace cuatro años que su amigo lo impulso a seguir con su sueño de ser productor, al principio lo maldigo y lo hecho de su casa, pero Namjoon no se rindió volvió a insistir durante un mes entero sacandolo de su encierro y amargura. Hoy en día se lo agradece, ambos había construido una Productora.
—¿Qué quieres?— consulta, concentrado en su computadora y sin mirar a su amigo.
—Jin, quiere que vayas hoy a la casa para cenar — declara su amigo, aún con el gato en brazos.
Yoongi deja de lado su computadora y observa a su amigo con su gato en brazos, Haru era su gato y la única compañía que tenía, nunca lo dejaba en casa, porque la mayor parte del día estaba en el estudio y no quería dejarlo solo en casa sin que nadie lo cuide.
—No podré — afirma poniéndose de pie. Estaba cansado de la lástima de sus amigos hacia él.
—¿Por qué? — arquea las cejas.
—No iré, fin — acotó
—Yoongi no puedes siempre huir— expresa con el rostro afligido y que verdaderamente estaba preocupado por su amigo.
—¡Cierra la boca!— escupe cabreado.
—Estamos preocupados — suspira cansado.
—¡Mierda!, todas las malditas noche me voy a cenar en tu casa con tu esposo e hijo y de verdad amigo me alegra que se preocupen, pero es tu familia y tu hogar, no él mio.— declara ya arto de esta situación.
—Yoongi —
—Nos vemos mañana Namjoon— toma a su gato y se dispone a salir de la empresa.
Lo menos que quería era discutir con su mejor amigo, estaba tan cansado de su situación, pero no sabia como salir de él pozo donde estaba, su vida era tan frío y solitario.
Eran las seis de la tarde y por fin ya llegaba a su casa, dejando de lado su momento de tensión con Namjoon, había sido un día agotador, no logro terminar una canción que debía de hacerse. Sólo quería llegar para bañarse, preparar un café y volver a encerrarse en su estudio hasta que se quede dormido. Ese siempre ha sido su rutina, anhelaba tanto descansar mucha veces intento el acostarse en su cama y dormir plácidamente, pero eso nunca sucedía, por eso simplemente se rindió y solo espera que el cansancio y el agotamiento lo duerma.
Aparca frente a su casa y frunce el seño al ver tantas cajas frente a su casa...¿Qué estaba sucediendo?, ¿Había perdido algo y se olvidó?, eran las preguntas en su cabeza, bajando del auto con Haru, en brazos lo suelta y el gato sale disparado hacia el jardín y Yoongi solo mueve la cabeza y abre la puerta.
Bueno jamás espero que al entrar en su casa se encontraría con un chico sentado en su sofá...¿Acaso lo estaban robando?, pero como eso era posible.
—¿Quién es usted?, ¿Cómo entró en mi casa?— Yoongi queda perplejo por las palabras que acaba de soltar el chico.
¿Qué estupidez estaba escuchando?
—¿Tu casa?— consulta con recelo—Esta es mi casa —afirma con el ceño fruncido.
Jimin lo mira anonado eso era imposible el compro esa casa con su dinero —Disculpe, creo que se esta confundiendo, yo compre la casa— exclama el chico con mucha seguridad.
—¿Compraste mi casa?, ¿En que momento?, llevó años viviendo aquí y nunca se me ocurrió venderlo — contraataca de igual forma Yoongi.
Esto era totalmente absurdo y este idiota cree que soy imbécil, los pensamientos de Yoongi estaba alterandolo mucho más.
—¿Acaso es usted un estafador?— inquiere disgustado.
—¿Qué?, tengo pruebas de lo que digo— exclama mientras se dirige a su habitación.
Yoongi se queda estático en su lugar... ¿Lo acaba de dejar hablando solo?, suspira arto y se encamina detrás de Jimin, lo observa sacando unas cuantas cosas de un bolso, hasta que le extiende un papel, lo observa dudoso.
—Véalo usted mismo es el contrato de la casa —comenta —No soy ningún estafador.
Yoongi no dice nada y se dispone a leer el documento, aparentemente todo está en orden es un contrato firmado por el titular de la casa, eso es imposible, él no firmo nada.
—Mire....—
—Jimin—
—Mire Jimin, esto no puede ser real, yo no firme ningún documento —declara molesto, ahora si que estaba molesto.
—Pero — Jimin intenta hablar, pero tantos sentir lo agobian.
—Soy Yoongi, lo siento, pero llevo cuatro años teniendo esta casa y en ningun momento se me ha ocurrió venderlo, no sé qué esta pasando al igual que usted, le propongo algo— Jimin lo mira confundido, pero quería saber que estaba pasando.
—Podemos ir mañana a una notaria para ver si es valido el documento, y después a la policía— Jimin se queda perplejo observándolo.
Ambos quedan en un silencio incómodo, ninguno de los dos sabía que sucedía exactamente.
Pero la sorpresa fue grande cuando una pequeña niña venia corriendo directo hacia Yoongi, abrazándolo fuerte de las piernas. Confundida pues ese hombre no era su papá.
Yoongi se queda estático y sorprendido a observa a la pequeña sosteniéndose fuertemente de su pierna como una pulga, el llamado que suelta la pequeña hace que su frío corazón lata.
—¡Papá!— expresaba la pequeña Minki con miedo, su papi no fue por ella en el jardín y ya se estaba poniendo oscuro.
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