Fiesta.

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POV Alisson Carter

Me desperté media aturdida, con ningún sentido de orientación. Cuando abro bien los ojos me doy cuenta de que no estoy en mi casa y me acordé del trato que hizo mi supuesta madre con Axel. En ese instante mi estomago hizo un sonido entraño, tenia hambre. Bajé a la cocina a desayunar algo y me perdí. Entonces encontré a la mujer mayor de la noche anterior.

- Em.. Buen día, este So..Soledad ¿no?- dije un poco asueñada y confundida.

- Si, buen día, señorita - Dijo como asustada.

- Estoy buscando la cocina, ¿Me puedes ayudar? - Dije en tono amable para tratar de entrar en confianza con ella.

- Claro señorita, Alisson- dijo un poco más relajada.

-No me digas " Señorita Alisson" me hace sentir vieja dime Lis, por favor.- Dije así me llamaban en casa

- Okay, Lis. -Dijo como apenada y su mirada se dirigía hacia el suelo. - Vamos Alisson.

Dijo y bajamos las escaleras en cascada con dirección a la planta baja y entramos sala tras sala, primero pasamos por la sala y luego por el comedor y, finalmente, llegamos a la cocina. Era una muy bella cocina, con un estilo moderno y un poco monótono a decir verdad.

- Quiere que le prepare algo- Se volteó apoyándose en la isla en el medio de la cocina- Podría ser unas tostadas con Nutella o huevos con tocino, pero también se puede preparan cereal o algo así.

- Podrían ser las tostadas con Nutella?, es que amo la Nutella.

- Claro, Pasame la Nutella por favor que esta en el refrigerador. - Dijo y me dirigí hacia la gran nevera gris.
Abrí el refrigerador y estaba repleta pero no veía la Nutella por ningún lugar.

- No la encuentro, Sol- dije dando la vuelta y dirigiéndome hacia ella.

- Déjame buscarla, permíteme- dijo y me aparte.

Ella abrió el refrigerador y, luego, abrió otra clase de pasaje secreto hacia un lugar oculto dentro de el mismo refrigerador, y allí estaba la Nutella, BINGO.

- Aquí esta, ahora déjeme buscar el pan- Dijo entrando a la despensa y saco un paquete de pan.- déjeme pasar a la tostadora por favor- Dijo y me di cuenta de que estaba en frente de la tostadora la miré con una sonrisa estúpida en cara y me quite para que ella pasara a hacer el desayuno.

-Y, ¿Como llegaste aquí?- Dijo mientras entraba el pan en la tostadora.

- No sabias que vendría- Dije sorprendida- Bueno te contare mi patética historia-Dije y ella volteó a verme y puso las tostadas en un plato- Mejor siéntate- y ella como "niña" buena obedeció. Le conté toda la historia desde que era hija de madre soltera porque mi papá nos abandonó hasta que mi mamá me vendió con Su jefe a cambio de unos papeles- Y esa es mi historia- Terminé de decir con un nudo en la garganta y Soledad me miraba con una cara de pena, se paró y me dio un abrazo que yo correspondí y empecé a llorar.

- No llores mi niña bonita tu eres un ángel y yo se que no te mereces esto aunque tenga muy muy poco tiempo de conocerte se que no eres mala persona y creo que seremos grandes amigas claro si usted lo desea.

- Por mi no hay problema, Sol. -Dije tratando de sonreír, pero fue un intento fallido porque creo que quedo como una mueca.

- Tenga su desayuno señorita- Dijo poniendo el plato con las tostadas sobre el mesón de la isla y me hizo señas para que me sentara y me senté.

Soledad y yo nos quedamos charlando de la vida, de como llego a trabajar con los padres de Axel y todo eso, cuando escucho unos pasos dirigirse a la cocina.

No debí enamorarme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora