Ocho

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La pregunta de Rosé me cayo por sorpresa, siempre me regañaban por morder mis uñas, me decían que si estaba tan estresada para no dejar mis dedos, rasque mi cabeza nerviosa, y ella me sonrió, una sonrisa adorable que hacía que sus ojos se volvieran pequeños.

-No se, porque me estreso, porque estoy pensando muchas cosas a la vez y no se que hacer primero.- Era la primera vez que podía expresar lo que sentía cuando lo hacía.

-Te entiendo.- Me responde sonriendo yo ladee mi cabeza, jamás la he visto haciendo cualquiera de las vidas que yo hacía, ella se rio al verme.
-Cuando tengo muchas cosas en la cabeza.- Hizo una pausa pensando si continuar.
-Suelo mascar chicles.- ¿Esa era su manera de liberar el estrés? No puede evitar la fuerte risa nasal que salió de mi.
-Me ofende que te burles.- Cuando bajo su rostro, me sentí realmente culpable por haber sido insensible.

-Oh, lo siento.-Desvíe la mirada apenada por burlarme.
-Creo que soy la menos indicada para burlarme de una manera de liberar el estrés, si mis tics son tan molestos.- Confesé apenada sentándome en la banqueta.

-Creo.-Nuevamente hizo una pausa y vio hacia la calle donde transitaban los autos.
-Creo que es adorable, tu manera de liberar el estrés.- Era la primera vez que a alguien no les molestaba y que incluso me daban un cumplido.

-Deja de burlarte.- Respondí.

-Hablo enserio, cuando masajeas tu cuello, y te estiras se marca y tensa tu cuello, como cuerdas de guitarra.- Su simbología me causo gracia y solté una risa baja.
-Cuando rascas tu cabeza, pareces una pequeña niña que no entiende lo qué pasa.-Ese comentario me sonrojo, pero no tanto como a ella, que estaba por darme miedo por el grado en que giro su cabeza para evitar que lo notara.
-Y cuando muerdes tus uñas, tus mejores ideas surgen.-Si eso ya lo sabía pero aún así todos lo odiaban.

-Gracias, jamás me habían hecho un cumplido con eso.- Le digo con media sonrisa.

-¿Vamos por un café?- Me pregunto Rosé con una sonrisa completa, yo solo asentí, salir por cafés, hablar largas horas de trabajo y luego temas personales, era parte de nuestra rutina diaria, pero después de lo que había pasado, y nuestra platica de ahora, todo se sentía diferente.

-¿Quieres ir a cenar conmigo?- Le pregunté nerviosa rascando mi cabeza.

-¿Salida de trabajo? ¿O de forma, personal?- me pregunto sonriendo mientras caminaba lento, dando un paso a la vez.

-Nada laboral.-¿Como le podía decir que me gustaba que quería salir con ella como mi novia, sobre todo porque ambas somos chicas, y luego el tema de que yo soy su jefa?

-Lisa, eres mi jefa, pero tu me gustas.- La rubia me soltó de golpe mientras subía a su auto.

Anxiety (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora