"Mi niño, despierta, tienes que desayunar y yo pronto debo trabajar... Por favor, ¿si? Vamos, mi pequeño-"
El sobresalto del carromato pasando sobre una piedra le hizo despertar de aquel sueño. "Fantástico, esto de verdad funciona para hacerme sentir mis heridas reabriendose", pensó, llevándose una mano a su costilla derecha, sosteniéndola con cuidado, aún resintiendo los golpes y cortes de hace unos días.
'Ey, muchacho, ya casi llegamos al bosque ese que pediste. ¿Seguro que quieres que te deje ahí? Se ve un poco...'
El carromatero simplemente vio los cuernos del jóven moverse como asintiendo, pues el resto de mercancía le cubría a la vista, a propósito.
'Si es lo que quieres... Hay mucha gente rara ultimamente viniendo a esta región'
Mientras el carromatero continuaba la conversación unilateral, el tiefling acomodaba sus cosas en su vieja mochila, enlistando lo más importante: cuerda, comida, cantimplora a medio beber, y su daga... Esa daga que lo ataba a la promesa que hizo aquel día.
'Oh, ya estamos, que agradable es tener con quien platicar' rió el hombre 'Gracias por la amena compañía, y mucha suerte, chico'
Asintió, bajando del carromato, despidiéndose con la mano mientras se adentraba en el denso bosque. Donde se supone que encontraría su segunda oportunidad. El sitio donde redimirse.
[...]
Poco a poco, siguiendo el camino entre el neblinoso bosque, logró verlo a la distancia. Un edificio de alrededor de 4 plantas, con unas enormes puertas dobles de madera, reforzadas con hierro seguramente. Al no haber nada más que hacer en esta situación, decidió entrar, encontrándose en un lobby sencillo: un par de sillas y mesas, una zona despejada en el centro con alfombra, la cual lleva hacia el escritorio donde una sola persona se encontraba leyendo un periódico.
— Ah... Disculpe — preguntó el jóven de apariencia infernal —¿Es este el gremio-
Fue interurmpido por las preguntas de admisión del hombre de gafas frente a él, quien ni siquiera le dirigó la mirada al hablarle.
'Por último, ¿cuál es tu nombre?'
— Ah, cierto, soy Locke
'Bueno, Locke, bienvenido a Susurros del Bosque, que tus aventuras se vuelvan leyendas'
El tiefling asiente, tomando la llave que le pusieron en la mesa y se retira a lo que será su nueva habitación.
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Leyendas del Bosque Susurrante
Fantasy𝐸𝑛 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑛𝑓𝑖𝑛𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑚á𝑠 𝑔𝑟𝑎𝑛𝑑𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑡𝑖𝑒𝑟𝑟𝑎, 𝑙𝑙𝑒𝑛𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑎𝑔𝑖𝑎, 𝑡𝑒𝑐𝑛𝑜𝑙𝑜𝑔í𝑎 𝑦 𝑚𝑖𝑡𝑜𝑙𝑜𝑔í𝑎; 𝑙𝑎𝑠 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑑𝑖𝑣𝑒𝑟𝑠𝑜𝑠 ℎé𝑟𝑜𝑒𝑠 𝑦 𝑠𝑢𝑝𝑒𝑟𝑣𝑖𝑣𝑖𝑒𝑛�...