── 𝗉𝗅𝖺𝗒 𝖺𝗇𝖽 𝗅𝗈𝗏𝖾 ୨ৎ 𝘄𝗼𝗻𝘁𝗼𝗻

capítulo siete

Tick...Tack.

Un minuto menos. Faltaban 5 y podrían salir.

Tick...Tack...

El timbre sonó y todos los estudiantes corrieron sus asientos para empezar a guardar sus cosas con desesperación mientras el profesor de turno quedaba con las palabras en su boca.

Anton no era la excepción. Guardó sus cosas lo más rápido que pudo y quiso salir de la sala para poder ir a tomar aire fresco antes de su entrenamiento de hockey. Estaba a punto de dar un paso por la puerta, pero su nombre se escuchó por el pasillo.

Era EunSeok, y venía corriendo hacia él.

—EunSeok...No te ví hoy—dijo mientras lo saludaba como de costumbre.

—¿Sabes todo el papeleo que tuve que hacer para entrar hoy a clases? Falté dos días por indigestión y por no tener un certificado de un doctor me querían dejar fuera—reclamó con el ceño fruncido—De todas formas pude entrar, pero no vengo a hablarte de mí...

—¿Entonces?

—¿Lo olvidaste? Faltan dos días para el partido...

Cierto.

Siempre que hay un partido el entrenador los hacía entrenar horas extra y desde temprano para que dieran su mejor rendimiento.

—Mmh ¿Y Shotaro?—tuvo la curiosidad.

—Se excusó y va a llegar a la hora habitual—rodó sus ojos—Tarde...Dijo que se preparaba para una presentación de baile y que debe coordinar no sé qué.

EunSeok tiró de su brazo para que fueran andando a la pista.

No sabía por qué, pero tenía la sensación de qué algo saldría mal. Quiso ignorar esa sensación y poder hacer el entrenamiento como de costumbre, pero en el descanso pudo darse cuenta que no era solo su corazonada.

WonBin
¿Dónde estás?
¿Anton?
¿Vas a venir?
Shotaro está algo irritado.
Deberás excusarte muy bien...

El último mensaje había sido mandado a hace 20 minutos. Había faltado a la practica de baile, pero no era su intención, Shotaro debería entender.

Tomó un poco de agua y mientras tanto podía escuchar algunos aplausos y bulla a unos metros. Giró su rostro y pudo ver a Shotaro caminando por las gradas con el ceño fruncido mientras los demás le sonreían y el entrenador gritaba al cielo.

—¿Debería preocuparme? Es la primera vez en meses que llegas temprano...

Shotaro ignoró el comentario y siguió su camino hasta donde estaba Anton. Su estomago se revolvió.

—Ni un solo mensaje o llamada— comenzó, sabía a lo que se refería—Ni siquiera le avisaste a alguien, solo faltaste...

Algunas miradas se estaban posando en ellos dos.

—¡Te dije que esto es importante, que te necesitamos!

—Lo lamento ¿Bien? Se me olvidó...

Shotaro lo miró enfurecido—Espero que no se te olvide de nuevo.

Ahora Anton también estaba algo irritado—Ya dije que lo siento ¿Ok? Solo olvídalo.

—No lo tomes tan a la ligera...

—¡Te estoy haciendo un favor! ¡Ya te dije que no quise hacerlo!—alzó la voz, el silencio reinó en toda la pista.

El entrenador sonó su silbato y los demás dejaron de ver la extraña escena para volver a sus quehaceres.

—No vuelvas a levantarme la voz— chistó Shotaro antes de ir a la pista.

Anton suspiró.

Y SeungHan no dejó pasar aquella conversación.

Anton era una persona pacifica, casi nunca peleaba con nadie, ya sea con palabras o golpes. Pero ayer se descontroló y reconoce que estuvo mal haber gritado a Shotaro.

Sus ánimos estaban bajos. Llegó a la escuela con un rostro serio y sin gracia. A pesar de eso, WonBin lo recibió con una sonrisa.

—Pensé que tú también estarías enojado—dijo decaído.

—No tengo por qué, sé que no quisiste faltar—respondió el menor con una sonrisa—Hablé con Shotaro en la noche, aún está algo molesto, pero ya se le va a pasar...

—No quise gritarle.

—Él también lo sabe, pero quiere hacerte sentir mal, siempre es así— rió—Todos hemos pasado por algo similar, yo no pude hablarle por casi tres días cuando falté.

—Da mucho miedo—rió a la par— ¿Crees que podamos...cancelar la clase de hoy?

WonBin asintió sonriendo—Iba a decir lo mismo, no quiero que mañana estés suspirando a cada minuto.

—Gracias.

—Pero no vuelvas a faltar—puchereo—Ya eres parte del equipo...

—Creo que el que más me extrañó haz sido tú—bromeó, WonBin se puso rojo—Fue tierno ver como los mensajes de ayer reflejaban tus emociones.

—No es cierto, solo estaba preocupado—se defendió.

—¿Quieres ir a tomar un café luego de las clases?

WonBin quedó aturdido—¿Qué?... P-pero

—Lo siento ¿Muy directo?—rió avergonzado—Luego de las clases, ir por un café antes del entrenamiento.

¿Ir por un café con Anton?

Claro.

—Okay—sonrió aun sin procesar la información.