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EL SECRETO.

En esa oscura habitación de mármol blanco en la cual solo se podían ver iluminadas algunas fotos pegadas en la pared de Cellbit Lange, las cuales algunas llevarían una firma especial de color blanco, se vería al castaño viendo hacia ellas, cualquiera que lo viera diría que tiene una obsesión por ello, pero solo el y su novio se entendían. El sabía que no estaba obsesionado, los dos se comprendian y complementaban, se notaba que nadie podría molestarlos en esa pareja, y estaba claro como solo eran ellos contra el mundo, después de todo ninguno de los dos dejaría que alguien se interpusiera contra ellos, no después de todo lo que habían pasado y con todo el tiempo invertido. Claro que por eso su novio veía como un gesto "fofinho" como lo llamaría él el tener esas fotos.

Me refiero, realmente era muy bonito que tu novio tenga fotos tuyas hechas por el mismo que tu como persona no sabes ni cuando se hicieron en todas las paredes de su cuarto, era completamente normal y razonable, un gesto bastante hermoso, más teniendo en cuenta que estaba estudiando fotografía, como tal es como cuando los pintores tienen de musa a una misma persona y la dibujan una y otra vez, ¿no? Lo mismo hacia Roier, sin duda alguna, y era algo admirable. Lo que le parecía raro era que tenía algunas fotos de él estando en la ducha, o el vistiéndose apenas, pero siempre le pedía permiso de tenerlas a él después, y no veía lo malo, lo que hiciera Roier con esas fotos no era de su incumbencia, pero teniendo en cuenta que eran novios pues se sobreentendia. Así eran las cosas entre ellos, se hacían notar que los dos querían llegar al siguiente paso pero nunca hicieron nada ninguno de los dos, no es un tema tabú ni mucho menos, pero solo no encuentran el momento, y los dos lo entendian.

Siguiendo con el caracterizado como una araña, seguía mirando las fotos de su amado, parecía un loco desquiciado por el, y no mentiría si no dijera que es verdad, pero no era una obsesión según el. Le encantaba mirar a su amante, era perfecto ante sus ojos, era castaño con una mecha blanca, le parecía que esa mecha podría representar la bondad que sentía este chico, el como sus ojos azules representaban también su pureza, la libertad que tenían de estar solo ellos juntos. Su cabellera larga y hermosa a su vista, su rostro era lo más bonito a su mirar, le encantaba verlo y le encantaba apreciarlo siempre que podía, ya que el mencionado no se amaba tanto a si mismo.

Decidió dejar de mirarlas por un sonido en su teléfono, una notificación había saltado en su móvil, al parecer su amigo Quackity lo estaba llamando, lo cual dejó un poco desconcertado al otro, solo lo llamaba para cosas importantes, y más le valía que esto lo fuera también.

— "¿si?, ¿aló?"

El teléfono permaneció en silencio, el identificado como pato por su nombre decidió hablar después de 3 minutos estando en completo silencio, aunque tardó poco en darse cuenta que esa voz no era suya y realmente se trataba de una voz femenina, hablando con alguien, Roier entendió que debía permanecer en silencio y solo escuchar, ahí fue cuando otra voz masculina salió, evidentemente incomoda por las cosas que decía la chica, que eran parecidas a "que músculos que tienes, que pena que un hombre tan fuerte tenga pareja.." y ahí es cuando Roier recapacita sobre lo que está pasando, una cerda, por no decir algo más fuerte como "puta" o "guarra" estaba hablando con no un hombre cualquiera, estaba hablando con su hombre.

— "Quackity, ya sabes que hacer."

Murmuró, claramente enojado, nadie, recalcando el absolutamente nadie, iba a apartarlo del amor de su vida, y menos una cualquiera que no le interesaba a nadie, Quackity colgó la llamada, lo cual dejó a Roier solo, con una ira que no se la sacaría nadie, más que la muerte de la chica. ¿Como se atrevía a hablar así con su hombre y de forma tan descarada? ¿Acaso ella pensaba que era mejor que el? Seguro no le llegaba ni a los talones. Era una sin amor paterno y por eso iba a por chicos con compromiso, mala suerte la suya que justo ese novio sea Roier.

My secret / Guapoduo - Obssesed duo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora