Todo había cambiado, eso es lo que pensaba Miranda mientras caminaba por la ciudad. Debido al video del ataque al pueblo de licántropos de Moira Hunt hace dos años, en la ciudad los licántropos tenían que tener un amo humano y un collar de contención que evitaba la transformación, los que no lo poseían estaban bajo la jurisdicción de la propia Kara Hunt o algún líder de manada, pero en las ciudades humanas los licántropos eran una amenaza, así que trabajaban bajo el yugo de algún amo, y los que nacían de esa manera eran exiliados a manadas cerradas. La ciudad estaba dividida entre los pueblos de únicamente licántropos y sus parejas, y la ciudad mayormente humana. Aquello era una locura, incluso el proyecto de castración médica que Miranda había desechado acabaría siendo retomada por otro científico. Ahora el cabello rubio de Miranda llegaba a su espalda, todavía la buscaban, por lo que cambió su rostro nuevamente, trabajando en un hospital como doctora, ella no deseando saber nada de lo que había ocurrido hace tanto tiempo. Caminó por las calles a las tres de la madrugada con las manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero roja, entrando en un prostíbulo de lo más extraño, pues los especímenes para el sexo que se ofrecían en ese lugar eran todos licántropos de algún tipo. Por alguna extraña razón algunos humanos lo veían excitante, seres poderosos siendo sometidos, algún fetiche que a veces la propia Miranda no podía entender. Ellos veían a los cambiantes como animales, así que ella lo tomó como zoofilia o algo más extraño, algunos sodomizaban alfas y omegas por un odio corrosivo. Moira Hunt no podía hacer otra cosa que seguir luchando con las pocas leyes para cuidar de su gente, llevar a su manada a los que podía. ¿Qué más podría hacer? Sea como sea, Miranda era buscada tanto por los lobos como por los humanos, ya que Brezinski seguía obsesionado con ella, después de todo, Miranda era un ser único. La rubia siguió adentrándose al ruidoso prostíbulo, escuchando gruñidos que normalmente asustarían a cualquiera, mientras ella los ignoró, se acercó a un rostro conocido y le susurró alfo al oído, el sujeto delgaducho señaló a la puerta tras de él y ella siguió en esa dirección. Entró en una habitación con esposas de plata, cadenas, una enorme cama redonda y un espejo en el techo, todo desprovisto de ventanas, por lo que comenzó a desnudarse hasta que una mujer entró a la habitación, sus incisivos brillando en sus labios, su cuerpo igualmente desnudo y con varios tatuajes.
-¿Lo de siempre? -Preguntó la mujer qué, por petición de Miranda, traía el cabello blanco con puntas negras, era una loba blanca y negra. La rubia asintió e inmediatamente la loba la tomó de la garganta y la impactó contra el muro. Miranda exhaló el aire y sintió el poderoso golpe, luego le siguió una bofetada y la rubia lagrimeó el picor en su mejilla.
Miranda se sentía rastrera, no había protegido a las personas que amaba, ni a Vera ni a Lara, ahora el cuerpo de la joven se encontraba en un laboratorio bajo su departamento conectada a tubos llenos de la sangre especial de la rubia con esperanza de que un día abriera los ojos, pero Lara no despertaba. Tenía un cuerpo que robó a su familia que llevaba dos años recibiendo su sangre y nada había cambiado. Así qué, después de conseguir hacer que el labio de Miranda sangrara, la mujer se subió a horcajadas de la rubia, preparándose para follarse a la humana masoquista, no obstante, antes de la humillación final, la puerta se abrió con violencia y una hermosa mujer de cabello castaño hasta los hombros, chaqueta de cuero negro, pantalones holgados con varios bolsillos y un parche en uno de sus ojos, entró y gruñó a la que golpeaba a la rubia.
-Apártate, ella es mía. -Gruñó agresivamente la castaña y la mujer alfa respondió, sin querer dejarse intimidar por una omega.
-Una omega pareja de una humana. Extraño, ¿No te parece? -Se mofó la mujer y la castaña mostró los colmillos.
-Más extraño será ver a una omega arrancándote la garganta. -Amenazó y la mujer levantó las manos en señal de rendición.
-No quiero meterme en problemas con mis jefes, sólo hago mi trabajo.
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Tomando posesión de ti - Una nueva era
FantasyHan pasado dos años desde el ataque a la manada de Alfa Kara y, tras perder a sus hermanos y su amada, Kara se ha vuelto huraña y agresiva, entretanto los humanos ven más a los cambiantes como una amenaza mucho más peligrosa que antes, por lo que la...