Ya era tarde y los chicos seguían jugando verdad o reto. La lluvia no paraba y Blas no planeaba empaparse.- ¿Estás enamorado?.- Pregunta el ojiazul mirando fijamente a su amigo con una sonrisa pícara.
- Escojo reto.- Soltó Blas dándole un gran trago a su recién servida bebida.
- ¿Cómo vas a elegir reto boludo? Es una pregunta muy sencilla, ni siquiera te estoy pidiendo que me digas quien es.- Rio Juani, maldiciendo internamente a su amigo, la curiosidad lo estaba matando desde hace unas semanas atras que notaba al de rulos mas timido cuando tocaba el tema del amor.
- ¿A ti que te importa? Escojo reto y punto.- Blas suspiro nervioso, desviando su mirada varias veces.
- Sos un nene en verdad... Entonces, te reto a que me digas quien te gusta.- Juani se recargo en la cabecera de la cama posando sus brazos en su cabeza, mientras mordía ligeramente su labio con una sonrisa ladeada.
- Que pesado que sos, no cambiaría nada el decirte quien es, así que deja de hinchar las pelotas.- Blas se estaba molestando ante la insistencia del más bajo.
- No aguantas nada nene, mejor no jugamos ya, los niños no deberían jugar algo de adultos porque se re calientan.- Ahí iba de nuevo Juani molestando al de rulos, sabía que tratarlo como alguien menor molestaba mucho a Blas y claro que lo molestaría porque le hacía mucha gracia el enojo de amigo.
- No me digas nene, no soy un nene, deja de ser tan pesado o si no.- Blas paró al sentir los ojos de Juani sobre el, pero no sé dejo intimidar y carraspeó dándole un sorbo a su bebida.
- ¿O si no que? ¿Que me puede hacer alguien como vos?.- Juani dijo eso en un tono burlón lo cual irrito más al contrario.
- No me hagas decir lo que puedo hacerte.- Blas lo miro serio, se trago sus nervios y no titubeó para contestarle al ojiazul. Observo al contrario de pies a cabeza imaginandose todo lo que podría hacerle y no específicamente cosas buenas.
Juani se alarmó un poco al notar la mirada y escuchar las palabras de Blas, eso era nuevo, el menor nunca le respondía y mucho menos le diría algo así. Se puso nervioso y sus mejillas comenzaron a tornarse de un fuerte color carmín. ¿Que era eso que estaba sintiendo?
- ¿Qué pasa chiquito? ¿Te asusté?.- Dijo Blas rompiendo el breve silencio formado anteriormente. El de rulos observaba a Juani nervioso y sonrojado y esto le hizo sentir una especie de emoción. ¿Éxtasis? No sabía cómo llamarle a lo que sentía al ver a su amigo así, por fin lo estaba molestando como muchas veces imagino pero esto es algo mas allá.
- Si aja, andate a tu casa nene deja de molestar.- Juani se paró rápidamente evadiendo la pregunta, cuando en eso sintió un fuerte agarre en su muñeca haciéndolo voltear y ver al más alto.
- ¿Querés saber lo que puedo hacerte Juan Ignacio?.- Una vez que empezó ya no quería parar, era claro lo que sentía por su amigo pero estás sensaciones de querer molestar a su pseudo bully era algo nuevo, algo que lo calentaba de algún modo. Jalo la muñeca del más bajo y lo acerco a el nuevamente.
- Para Blas, esto se siente raro.- El ojiazul lo mira expectante a cualquier comentario del de rulos, su corazón latía a mil y sentía un calor inusual subiendo por su rostro.
- ¿Que sentís raro? Vení, acércate y sentate aquí.- Juani lo miro confundido y nervioso. El de rulos lo miraba de manera sombría y su voz sonó ronca al ordenar su petición, lo cual causó una corriente electrica en el mayor, quizo huir nuevamente pero el menor no lo dejo, lo tomo del brazo y lo obligo a sentarse en su regazo de manera brusca.
- ¿Que hacés? Déjame ir.- El mayor forcejeo con el de rulos intentando safarse de su agarre pero fue en vano, el más alto lo superaba en fuerza. Blas tomo el mentón de Juani obligando a mirarlo, se acercó peligrosamente a su rostro y el ojiazul cerró los ojos esperando lo peor, cuando en eso sintió el aliento del contrario chocando contra su oído.