Un intento... para salir de dudas

1. ♥️

Ser piloto de carreras conlleva una gran disciplina física y mental, la necesidad de un buen ojo para ver los detalles, un muy buen juicio y también algo de suerte.

Uno de los mayores peligros del mundo es el que presentan los circuitos de carreras, cada uno diferente y, por tanto, con su propia forma de juego.

Claro, también cada piloto debe ser sometido a ejercicios de concentración, fuerza, flexibilidad, habilidades mentales. En fin, en cada circuito uno se encuentra en situaciones en las que un solo error puede llevar a un desastre, pero no cualquier error, no...

Todo lo anterior es importante, pero ese no es el punto principal. No. En realidad lo más importante en el deporte es la pasión. El amor por lo que haces, la capacidad de perderte en él. Y los seguidores de la Formula 1 compartían esa pasión con su piloto favorito. Los fans compartían en redes sociales imágenes de los pilotos antes, durante y después de las carreras.

En especial después de una carrera. La adrenalina en los cuerpos, las sonrisas, los abrazos y las muestras de cariño entre los pilotos eran muy notables. Era como si el contacto fuera lo que más necesitaban después de semejante experiencia.

Y una tarde, Max estaba en su habitación de un hotel, después de una práctica victoriosa. Aunque estaba algo cansado físicamente quería ver qué novedades publicaban en redes.

Entonces, entre las fotos que veía, apareció una serie de imágenes que llamaban "fanarts". Eran trabajos impresionantes y por supuesto emocionante. Verse a sí mismo fue increíble, había de todo un poco de ediciones hasta dibujos hechos a mano, y a veces le provocaban una risa burlona. Pero en sí, le encantaba todo. Se pasó el tiempo viendo con detenimiento lo que encontraba hasta que llegó un punto en el que encontró historias hechas por fans. Así que abrió un link llevándolo a directo al primer capítulo... comenzó a leer dándose cuenta de que la trama...era un tanto... extraña. Le hacía sentir algo raro al leer una historia donde venía su nombre y el de otros pilotos, sobre todo le hacían pareja con su coequipero Checo Pérez. Y que ambos tenían una relación más allá de la amistad, era romántico y pasional. Llegó a sentir miedo porque a veces le daban al blanco por cómo pensaba o hacía ciertas cosas. Es cuando pensó seriamente en cuidar mejor su vida privada o actuar mejor frente a las cámaras. Pero eso sería "apagarse" a sí mismo, no era justo, para nada. Y Sergio, bueno, siempre lo describían como alguien bastante simpático y lindo, muy débil para lo que en realidad era. Max lo admiraba y le tenía afecto, lo conocía mejor. O eso pensaba... Aunque le hacía sentir cosas raras, era una historia entretenida, sin darse cuenta llegó al último capítulo publicado.

- ¿Pero qué acabo de leer? - se quedó pensando un momento viendo al techo. Pensaba en tantas cosas. Después bufó riéndose. Se llevó una mano a los ojos y los talló - Vamos a molestar a Checo... - se dijo a sí mismo mientras sonreía maliciosamente y copiaba el link de la página y se lo enviaba a su compañero. Vio su reloj y abrió sus ojos sorprendido ¿Cómo es que habían pasado cinco horas tan rápido? Ya eran poco más de las 10 de la noche, tenía que dormir. Se dio una ducha rápida, se metió a la cama y trató de dormir.

Al día siguiente, se levantó a las 6:30 de la mañana, se vistió con su uniforme de la escudería, lo normal, su playera tipo polo, pantalón de mezclilla, sus tenis favoritos y su gorra. Se dirigió al lobby donde ya lo esperaban para abordar la van, Sergio ya estaba arriba hablando con el staff.

- Buenos días - Max saludó contento a todos, recibiendo igual un saludo. Pasaron el viaje escuchando indicaciones sobre las prácticas de ese día. Debían estar muy bien concentrados en ello.

Por fin llegaron al autódromo donde cada piloto se iba preparando junto con sus ingenieros para entrar en detalles. Fue un día excelente para ambos pilotos aunque a Sergio le costó un poco llevar buen tiempo en las primera dos vueltas.