Prólogo

1 0 0
                                    

-Entonces, me está diciendo que escribir ¿me ayudaría con esta pérdida?- suspiré

-Exactamente, vendría siendo escritura terapeútica, y te ayudaría demasiado con los sentimientos de depresión y ansiedad que estás pasando ahorita. Puede ayudarte a descubirte y desenvolver todos esos sentimientos que tienes entrelazados- me comentó mi psicóloga con una voz muy suave -No te cierres a nada. Sé que estás en una etapa donde no sabes qué hacer, y el haberte acostumbrado tanto a la presencia de alguien es algo que te esá costando.-

Hice una mueca pensando si realmente me ayudaría. Hace un mes atrás me marcó de tarea la meditación. Claramente no lo hice, mala elección.

-Pero no me siento inspirada, y de paso, ¿qué se supone que haga con todo lo que escriba? nadie lo va a leer- aseguré un poco fastidiada - mi mamá ya me había dicho lo mismo, y le prometo que lo intenté. Pero es muy difícil cuando tienes la cabeza llena de tantas cosas.-

-Te repito, no te cierres a nada, se ve que tienes las ganas de mejorar, estar aquí ya es un avance, inclusive el haberte despertado hoy y haberte bañado ha sido algo, ¿no lo crees?-

- Honestamente no, ha sido toda una molestia venir de nuevo. Estar en terapia constantemente ha sido muy agotador- suspiré por quinta vez en esta sesión - pero... creo que puedo intentarlo. Solo que no sé qué escribir exactamente.- aclaré

- Hmm, puedes empezar escribiendo cómo te sientes. Me comentaste que te gusta escribir cuando no sabes lo que estás sintiendo. Prácticta empezando por ahí, igual si eso se te acomoda más claro.- se apoyó comodamente en su silla mientras ponia una mano en su barbilla, como si estuviera pensando- va a ser un poco difícil al principio, ¿por qué no pruebas escribiendole cartas?-

-¿A quién? ¿a mi mamá?- respondí con incredulidad 

-No Hannia, ya sabes a quién me refiero- apuntó

-Pero eso ¿no me haría más daño?-

- Te ayudará a soltar, y tal vez en el proceso te ayude a sanar varias cosas que no habias analizado antes. Solo consideralo- sonrió - pero bueno, ya nos tenemos que ir despidiendo, se ha hecho lo bastante tarde hablando, recuerda que tu cita es dentro de un mes. Y porfavor, considera lo que acabamos de hablar. No faltes a tu cita con la psiquiátra Martha, ya me ha pasado reporte que no llegaste a tu anterior cita- comento mientras se volteaba a teclear algo en su computadora

-Claro, veré si vengo- volteé mis ojos en señal de fastidio, no me gustaba venir a psiquiatria- nos vemos la siguiente cita- dije mientras me iba retirando del consultorio

Caminé afuera de la clínica, estaba muy cansada y con muchas cosas en mente. De alguna forma asistir a terapia se ma hacia algo muy cansado. Siempre era escuchar lo mismo, y no saber que decir. La mayoría de las sesiónes salia hinchada por haber llorado, pero en esta particularmente no fué el caso, simplemente salí confundida. 

-¿Cómo te fué mi amor?- preguntaba mi mamá una vez me habia subido al coche. 

-Lo mismo de siempre. No quiero hablar de eso ahora mamá, ¿podemos platicar llegando a casa? tengo demasiado sueño.-

no dijo nada, unicamente se dedicó a conducir, y agradecí en silencio.

.

Habían pasado unos días desde mi cita con la psicóloga. Habia tenido la idea en mente de escribir pero no tenía nada en concreto. Para ser honesta, no me sentía con la necesidad de hacerlo pero la idea se iba metiendo más y más en mi cabeza.

"Deberías escribir a cerca de su historia"  comentó mi mamá casualmente mientras comíamos "Podría ayudarte a analizar varias cosas, y sería algo que me gustaría leer"

Agarré mi laptop y la desbloqueé. Abrí la aplicación para crear un nuevo documento. 

Hoy me sentía muy triste, no tenía ánimos para escribir. Suspiré y agarré mi teléfono para entrar a instagram. 

Desbloquear perfil acepté

Habían dos historias nuevas, qué sorpresa. veía las fotos con una sonrisa en el rostro, para después cerrarlo y bloquear de nuevo el perfil de la persona a la que estaba stalkeando. 

-Tengo que detenerme, de verdad tengo que hacerlo- apoyé mi cabeza en la laptop que estaba frente mío mientras cerraba los ojos.

Cartas de un remitente sin destinatarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora