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El día parecía ir de mal en peor.

Su presencia en la compañía no parecía tener relevancia, aún cuando él era director de ella. Tal vez era porque su rango era el más bajo en la cadena, tal vez era porque sus padres eran los CEO y no había problemas con dejársela a él.

No importaba qué, él había ganado su lugar con esfuerzo y dedicación de años, esa había sido la única cosa a la que se obligó si quería hacer lo que tenía en mente.

Ignoró los murmullos y las pocas palabras comprensibles que sus oídos lograban captar, ignoró las malas miradas y los feos insultos que más de uno pensaban. Tenía que ignorarlos si quería que su vida fuera tranquila.

—Señor Jung, tiene solo una hora libre, necesita hacerlo rápido o el espacio que libere no habrá valido la pena.

HoSeok miro a su asistente, sonrió amable y asintió caminando con prisa.

Para la familia Jung era un problema que alguien como HoSeok siguiera soltero a estas alturas de su vida, había demostrado ser alguien inteligente, fuerte y bastante precioso en muchos sentidos. Podía manejar excelente la empresa y no tenía problemas para hablar con la prensa o con los altos ejecutivos.

Era perfecto, pero eso se fue a la basura cuando a sus quince años decidió rebelarse contra ellos y decidir por si mismo que quería encontrar a su pareja destinada.

Ellos habían aceptado y como condición colocaron que estudiaría y aceptaría cualquier cosa que ellos eligieran para su futuro. El aceptó, no dudo porque pensaba que eso era lo justo en un mundo así. Un mundo en donde vivían los de su clase.

Y ahora su único aliado y complice en toda esa aventura era su asistente, quién consideraba más como un amigo que empleado aunque el chico negara ese hecho.

—Sera fácil NamJoon, ese barrio jamás ha sido recorrido por mi familia, puede ser que sea mi día de suerte y por fin suceda.— su sonrisa se amplio más.

El beta sonrió con pena, de verdad veía a su jefe esperanzado a algo que tal vez no existía. Buscando en cada barrio alguna señal que le indicará que su persona destinada estaba esperándolo.

—Señor Jung, de verdad pienso que no es usted el que decide buscarlo, el nombre mismo lo dice, destino.

—Nam se que tal vez te aburro cuando salimos o que ya te tengo algo cansado pero esto fue lo único que ellos no me prohibieron hacer.

NamJoon negó con la cabeza y lo miro. —No me mal entienda, solo no quiero que se lastime cuando termine de recorrer el país y se de cuenta que no existe.

El omega detuvo sus pasos, suspiro abatido pero aún así sonrió. Él también había pensado eso y para ser honestos también se estaba cansando de buscar como loco y no encontrar rastro de algo que no sabía si existía. Los años pasaban y sus padres cada vez presionaban con el matrimonio.

—Puede que tal vez no exista pero no pierdo con intentar...— bajo la cabeza, triste —Mis padres ya tienen un compromiso para mi así que solo tengo poco tiempo.

NamJoon abrió sus ojos sorprendido, no pensaba que los padres de su jefe de verdad ansiaran casarlo con alguien.

—Pense que le darían el tiempo necesario.

—Ellos dicen que los años pasan y es cierto, han pasado años desde que he comenzado y no encuentro nada, así que para no desperdiciar mi fertilidad una alianza es mejor.

Era cruel, era horrible y no entendía como podían ser así. Era un joven lleno de esperanzas de encontrar el amor, podía ser tonto e ingenuo su deseo pero tenía derecho de buscar tanto como quisiera. Por eso NamJoon sonrió y empujó a su jefe a la puerta, caminando hasta el auto que los llevaría al próximo barrio de la ciudad.

—No importa mi opinión ni la de los demás, confíe en usted y el destino, muy pronto va a encontrar lo que desea.

HoSeok sonrió, por esa razón y muchas otras aquel chico era lo más cercano a un mejor amigo. Era el único que lo había mirado como algo mayor, le había dado su lugar como jefe a pesar de ser menor y de rango diferente, no había desafiado sus peticiones y tampoco lo había juzgado.

En el auto ambos se encontraban pensativos, HoSeok no sabía que más hacer, había recorrido casi toda la ciudad y gran parte del país. Había hecho pequeños viajes a escondidas de sus padres pero nada había funcionado. Aunque su motivación siguiera tan presente, estaba empezando a cansarse de la situación.

Su abuelo se lo había dicho: "Encontrar a tu pareja destinada es como encontrar la vida porque cuando sabes que estás frente a ella te hace querer correr a tomarla entre tus manos."

HoSeok jamás había sentido eso, se sentía perdido en un mundo donde esas cosas ya no sucedían, ahora era más importante traer al mundo hijos y contraer matrimonio para asegurar un lugar social.

Todos decían que él había nacido con suerte, la familia Jung era dueña de la empresa de cosméticos más grande del país así que para el su futuro estaba hecho. Y así fue, las personas no estaban lejos de su realidad aunque fallaban por algo. Todo lo había conseguido por merito propio.

Miro por la ventana, el barrio si lucía diferente a todos los demás, las casas eran un poco más pequeñas y las calles más angostas, pero jamás algo que llamara su atención.

—Señor Jung no podemos tardar mucho, tiene una sesión en media hora.

HoSeok asintió, no quería llegar tarde y dar más motivos de palabras innecesarias a sus compañeros. Tenía que darse por vencido, aún si así defraudaba a su abuelo.

—NamJoon por favor conduce al estudio, estoy cansado.— su voz lo delataba. Estaba a punto de llorar.

—Sera mejor que cancele su agenda por hoy.

—No, haré lo que esté agendado hoy, solo quiero respirar un poco. Por favor conduce.

Su asistente no dijo algo más, sabía que HoSeok era alguien terco y difícil de convencer así que decidió que era mejor hacerle caso. Condujo hasta aquel gran edificio, miro por el retrovisor a su jefe y suspiro agotado. El sabía que para su rango era casi imposible encontrar a su destinado y estaba bien, podía vivir con eso porque desde su nacimiento estaba decidido, pero para alguien como HoSeok era obvio que dolería, su abuelo estaba casado con su destinada y le contaba cosas maravillosas sobre estar junto a ella, le había despertado el sueño y el deseo a un pequeño de diez años.

Pasar demasiado buscando algo que no tenía forma era como buscar una aguja en un pajar. Había millones de personas, tantos alfas y betas que desearían pasar su vida con un omega como HoSeok pero el seguía aferrado a su idea y lo admiraba por eso. Era una persona maravillosa y un omega admirable.

—Señor Jung, disculpe el atrevimiento pero ¿que alfa es el que espera contraer matrimonio con usted?

HoSeok rió algo triste. — Choi YoonHyuk.

NamJoon frunció su ceño pero callo sus palabras molesto. Si HoSeok no encontraba a su destinado, estaban jodidos.

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Ahora mismo tengo varias historias en borradores, tanto nuevas como antiguas pero que estoy actualizando con algo de lentitud.

Espero les guste.

J⁷

Closer To You. [JungHope]  EN PAUSA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora