Yes...?

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Una fiesta después de la 1:00 se vuelve interesante...

Spreen

-¿Así que, Quackity?, ¿cierto?-Preguntó en un tono coqueto. A este punto Spreen no sabía porque mierda ese chico se veía tan bonito, quizás las drogas y el alcohol le habían jugado una mala pasada.-

-Correcto, ese es mi nombre.-Habló y Spreen pudo apreciar mejor la hermosa voz que tenía, no podía irse de esta fiesta sin besar esos tentadores labios.-

-Que nombre tan lindo tienes.-Soltó un poco de labia, quizás y funcionaba. A las chicas eso les encantaba.-

-Gracias, supongo.-Agradeció y no pudo evitar soltar una risa. El chico frente a él o estaba muy drogado para coquetear  o lo hacía muy mal.-

-Te seré sincero, estoy hasta la pija, pero aún así puedo apreciar tu hermosura a la perfección.-Halagó y con su mano izquierda acomodó un mechón rebelde de la cabellera ajena.-

-Que directo, jaja. A diferencia de ti, yo no estoy tan jodido, puedo guiarnos perfectamente.-Tomó ambas manos ajenas y la acomodó en su cintura.-

-Soy todo tuyo.-Confesó con un tono tan seductor y caliente que el mexicano juró que podía morir ahí mismo. Quizás era el alcohol y lo poco que fumo pero el hombre frente a él lo estaba haciendo alucinar.-

-Aguasss con lo que dices que chance y me lo creo.-Advirtió y el argentino únicamente pasó su lengua por su labio, una acción mínima pero muy caliente a su perspectiva.-

-¿Bailamos?-Preguntó a la par que repartía caricias en la cintura ajena, suaves y lentas caricias que estaban acabando con la paciencia de quackity.-

-Excelente propuesta viniendo de alguien tan droga y tan tomado.-Respondió y jaló al argentino hacia la pista de baile.-

-¿Puedes sentir la adrenalina?-Preguntó.-Creo que voy a confiar en mi corazón ahora mismo. Y si es mejor apostar por nosotros, entonces doblare la apuesta.-Dijo al oído del mexicano en medio del baile, este sonrió y se colgó de los brazos del argentino.-

-Ow, cosa linda, ¿ya te pusiste romántico?-Preguntó en un tono coqueto y burlón, su sonrisa no desapareció nunca, ese chico sabía como ser lindo estando hasta la chingada.-

-Quizás un poco, sí.-Contestó y el azabache negó varias veces antes de jalarlo hacia el y besarlo, un beso largo y brusco; un beso que no acabo en todo lo que resto de la fiesta, fueron picos y besos largos que ambos compartieron lo que resto de la fiesta.-



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Quackity

-Mátenme.-Gruñó una vez se levantó, la resaca lo estaba matando y sentía que podría dormir todo el día sí el sonido de la licuadora no lo estuviera atormentando.-

-Oh querido, no puedo hacer eso, me demandarían.-Respondió Tina desde la cocina; no había pasado mucho desde que se asomó para comprobar que su bestie siguiera respirando.-

-¿Qué hice ayer, Tin?-Preguntó al ver la cubeta a un lado de él, ¿tan mal se puso? Se preguntaba qué fue todo lo que había hecho ayer, su único recuerdo era ese lindo argentino que se besó hasta el cansancio, ¿lo recordará también?

-Uh, debo decir que esta vez te superaste, nunca habías hecho algo así; las últimas veces que te pusiste hasta el culo fue por un mal de amor.
Si no mal recuerdo la última vez fue por Lu...-Fue interrumpida por un grito.-

-¡No lo digas!-Gritó.-No menciones a ese cabron por favor.-Pidió y la chica asintió levemente.-¿Dónde está Roier?-Preguntó al no ver rastros de él por todo el departamento.-

Seven // Spreen x Quackity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora