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Habían pasado tan solo una semana desde que llegaron los 11 residentes a la habitación Z de Blue lock.
Para Isagi, cada día había sido un infierno viviente. Incontables horas dedicadas a agotar su cuerpo y llevarlo al límite solo para comer la comida más horrible y repetirla de nuevo.
Pero no estaba arrepentido de a ver llegado a blue lock, el quería ser el mejor delantero del mundo.
Pero cada día su cuerpo dolía por el arduo trabajo.
Cada fibra de su ser dolía y gritaba un poco de descanso, sentía que se iba a desmoronar.
Naturalmente, su propio conflicto interno era no poder dormir bien, se la pasaba estresado pensando solo es sus entrenamientos.
Se levantó en silencio para no despertar a los otros chicos en la habitación -aunque eso no era del todo necesario- y se dirigió al pasillo, con la cabeza dando vueltas y el corazón latiendo de los nervios. caminaba por el pasillo hacia la sala de práctica con su rostro cambiando a una expresión determinada.
No había razón para estar nervioso si se convertía en el mejor delantero del mundo.
Mientras tanto t/n, se encontraba un tanto nerviosa por lo que iba a hacer de ahora en adelante
Conseguir un trabajo de tiempo completo como enfermera solo unos días después de completar sus practicas era un sueño que casi todos en su campo tenían.
Sin embargo, supuso que una oferta como esta no era una gran sorpresa. Debido a su amplio conocimiento y talentos geniales, su nombre fue bastante popular en el mundo de la medicina Naturalmente, su nombre se volvió reconocido y también por la edad tan joven que tenía como para ser una increíble reconocida de su país, jugaron un papel importante en su reputación, pero aún tenía sus propios méritos. Una de las cosas que más odiaba en el mundo era cuando tu propio trabajo personal se acreditaba simplemente porque no era lo que querías tan joven, querías vivir una juventud como la de todos los jóvenes, vivir la vida, visitar los países que más te gustaba conocer, no estar en una edad tan joven siendo enfermera. Aunque Después de todo, no te has estado jodiendo todos esos años por nada por este tipo de arrepentimiento. Sabías que tus talentos personales eran magníficos, a diferencia de cualquier joven que estuviera aprendiendo por ahí. Sin embargo, no pudo evitar preguntarse si una oportunidad como esta había surgido simplemente del prestigio que tenía su universidad en donde estudio y fue la mejor. Estos eran los pensamientos que plagaban su mente mientras estaba sentada sola en la parte trasera de un auto, avanzando a tu destino. Donde muy pronto sería como su hogar.
Al proyecto blue lock.
Ahora estabas parada afuera del establecimiento del lugar.
Por una fracción de segundo esta arrepentida, consideraste irte.
