[ 2 ] ❝Estás cada vez más rara❞

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─¡Excelente, señorita Montenegro! ─ Se oyó a través de los parlantes de mi laptop

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─¡Excelente, señorita Montenegro! ─ Se oyó a través de los parlantes de mi laptop. ─Un trabajo impecable, como siempre. Estoy seguro de que ganaremos este caso sin llegar a juicio...─ Yo estaba en la cocina a unos metros de la mesa, mi jefe suele leer lento y decidí aprovechar el tiempo para preparar un té, pero al parecer, solo lo leyó por encima. ─¿Estará de vuelta la próxima semana?... ¿Montenegro?

Caminé, o mejor dicho, fui dando saltitos con mi pie sano hasta llegar a la mesa del comedor, mala idea hacerlo con una pesada férula en mi pie izquierdo.

─¡Maldición! ─ Exclamé cuando accidentalmente choqué la silla con mi pie malo.

─¿Se encuentra bien? ─ Preguntó sacándose sus lentes para leer, por supuesto, él escuchó todo a través del micrófono, la cámara, por suerte, no me enfocaba.

─Sí, lo siento. No puedo caminar bien aún. ─ Expliqué haciendo un gran esfuerzo para no hacer una mueca de dolor. ─Pero el médico me dijo que es solo una fractura menor, usaré muletas unas semanas, regresaré a la oficina el lunes.

─Es fantástico. ─ Sonrió. ─Michel estará muy contento de verte, te ha extrañado. Él tuvo que hacerse cargo de tus cuentas más importantes los días que estuviste en Francia, lamenta mucho que los de la empresa metalúrgica hayan preferido quedarse con sus servicios como su abogado de forma definitiva.

─¿De verdad? No sé por qué se sentiría mal al respecto... ─ Puse mi mejor sonrisa profesional ya que hablábamos de su hijo. Por supuesto que yo no estaba feliz con que me roben un cliente importante, para empezar, yo ni siquiera quería que ese tipo se encargara de mis clientes, pero el jefe insistió. ─...Si prefieren los servicios de Michel es porque su trabajo es más compatible con ellos que el mio.

Con eso, me refiero a que son de la misma calaña, el director de esa empresa es un viejo machista de lo peor y Michel es un idiota que suele llevar a cavarettes a los clientes de este tipo. Lo único que voy extrañar es la comisión por todas las demandas que reciben.

─ Eres tan madura. ─ Me contuve de rodar los ojos. ─Jamás entenderé porque ustedes nunca han querido salir, serían una pareja perfecta, dos familias poderosas unidas.

─¿Me quiere a mi, o a mi apellido? ─ Pregunté riendo, de forma forzada.

─ Ambos. ─ Respondió, y luego se rió como si fuera Santa Claus. ─Muy bien, terminemos por hoy, tengo un partido de golf en una hora. Nos vemos el lunes.

─ Nos vemos el lunes. ─ Repetí mientras agitaba mi mano.

En el momento en que se cortó la videollamada, la sonrisa se borró de mi rostro. Hablar con ese hombre siempre era extenuante, nunca se sabía qué se le ocurriría a continuación, si una petición imposible, o una muy tonta; por suerte, esta reunión terminó sin inconvenientes.

Rodé la cabeza intentando mitigar el dolor de mi cuello, había pasado toda la mañana escribiendo esa propuesta, para luego recibir solo un "excelente como siempre" y una charla trivial no relacionada, seguramente su asistente me escribirá una verdadera retroalimentación luego.

Soy la VILLANA de una telenovela?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora