Club A-Z

Ambición

⚠️ CONTENIDO DELICADO⚠️

- Llama a mi chofer y dile que necesito que nos de una vuelta por la ciudad en 5 minutos. -

- Claro señor, Kim. -

La chica de escasa ropa dio una reverencia a su jefe y fue a hacer aquel recado inmediatamente mientras un acalorado señor Kim dejaba caer su cabeza hacia atrás harto de tener que encargarse por segunda vez de deshacerse de un cadáver esta semana y todo por un arranque psicópata de uno de sus clientes, pero nada podía decir, después de todo le había sacado casi medio millón de dólares extra al cliente para arreglar su desastre.

A tientas buscó el celular sobre el escritorio y marcó rápidamente al celular de su princesa que contestó ni bien sonó el primer pitido.

- ¿Pará qué soy bueno, papi? -

- Pará abrirme las piernas en 10 minutos, princesa. Te veo abajo en el estacionamiento y más te vale venir preparado que no pienso perder tiempo en aflojarte antes de enterrarte mi pene. -

- Mh con lo mucho que me encanta que papi me lo entierre, ya voy bajando. -

- Tan sucia, princesa. -

Se despidió de su princesa con aquella frase y colgó no mucho después mandando a la mierda el resto de trabajo que tenía delante suyo por ahora y caminando tranquilamente por los pasillos del club que aún se encontraba cerrado por la hora, un par de guardaespaldas le siguieron de cerca hasta el estacionamiento y ahí se separaron. El líder Kim subió a la camioneta en la que ya le esperaba el chofer en su respectivo lugar y para su grata sorpresa ya se encontraba su chico esperando en el interior.

- Parece que alguien estaba impaciente por verme. -

- Papi dijo que no quería perder tiempo. -

- Arranca y ya sabes qué hacer. -

El chófer se limitó a asentir y arrancó el automóvil con la intención de comenzar a dar vueltas por la ciudad pues sabía perfectamente que cuando su jefe traía a aquel chico al que le encantaba llamar "su princesa" tenía que perder tiempo transitando en avenidas poco concurridas para que pudieran follar en la parte de atrás y no se metiera en problemas luego con su otro chico.

- Ven aquí, princesa. -

Las dos personas en la parte de atrás de la espaciosa camioneta no perdieron ni un solo segundo más y cortaron la distancia entre sus cuerpo, ahora con el jovencito sentado en su regazo el señor Kim procedió a manosear su cuerpo con morbo, apretando los muslos de su sumiso con sus grandes manos y acariciando lentamente hacia su entrepierna agradeciendo que su princesa fuera tan precavida y llevara solo una faldita de esas que le había regalado.

- ¿Enserio te pusiste bragas para una ocasión como esta? Eres una princesa realmente despistada. -

La fina tela de encaje le pareció tan molesta en ese momento que aventó al chico contra el asiento soltando un fuerte azote a una de sus nalgas y apretando su cuello con algo de fuerza. Ya era bien sabido que Kim solía tener esos arranques de enojo cuando se encontraba estresado así que el chico debajo suyo solo se limitó a quejarse bajito por aquella nalgada.

- Lo lamento papi, solo pensé que tal vez le gustaría vermelas puestas. -

- Te dije que no quería perder el maldito tiempo. -

Kim tomó la ropa del joven desgarrandola en un instante y dejando al chiquillo expuesto ante su mirada trastornada de lujuria.

- No importa cuánto te castigue sigues sin aprender a dejar de ser una zorra. -

Metió dos de sus dedos en el agujero del chico sin aviso alguno haciendo a este retorserce en el asiento y gemir de forma dulce. No mucho después volvió a sacar sus dígitos mirándolos con molestia al notar residuos blancos en ellos.

- Soy tú maldito jefe y ni así puedes tener la decencia de limpiarte el semen de otro antes de venir a verme. -

Le dio la vuelta bruscamente al sumiso apretando el cuello de este con más fuerza logrando cortar el aire que entraba a sus pulmones mientras le miraba con genuino enojo en sus ojos sonriendo por verlo ahogarse y lloriquear por oxígeno.

- Si te desmayas juro que te mato después de abusar de ti y te dejaré tirado en alguna esquina para que todos vean lo sucio que estas. -

Cuando el chico estaba pestañeando rápidamente casi a punto de desmayarse, Kim abrió un condón con la boca sin perder ni un momento de vista las expresiones del joven debajo suyo esperando a que este estuviera casi desmayado para soltarle el cuello al mismo tiempo que enterraba su pene entre sus piernas para devolverle la conciencia de un doloroso arrebato.

- De haber sabido que ibas a venir a buscarme estando tan sucio hubiera llamado a otro, eres una jodida molestia. Ahora haz tu maldito trabajo y muévete y no te atrevas a chorrea el semen de ése otro tipo sobre mi si no quieres que te vaya peor. -

El muchacho apenas recuperándose de casi ser asfixiado hasta la muerte recobró conciencia de su situación cuando la primera embestida acestó justo en su punto más sencible arrebatandole el aire en un gemido.

- No importa con cuántos te revuelques mientras no estoy, ninguno sabe mejor que yo sobre tus puntos débiles.

Además ¿enserio crees que alguien pueda llegar tan profundo en tu interior? naciste para ser una maldita zorra que incluso tú maldito punto G está tan hundido para que solo yo lo pueda tocar con mi verga. -

Tal vez aquel hombre que le estaba dando por detrás no estaba tan herrado  pues ni bien se recuperó un poco el chico comenzó a mover las caderas torpemente de adelante hacia atrás tratando de conseguir más de esos deliciosos roces en su interior.

- ¿Es lo mejor que puedes hacer, zorra? -

Aquello continuó por apenas unos 10 minutos en los que un aburrido Kim miraba los tristes intentos de su sumiso por moverse contra su pene hasta hartarlo.

- Para el auto en un callejón. -

Ordenó frío al conductor el cual hizo caso a sus instrucciones manejando hasta un barrio pobre en el que sabía nadie se molestaría en intervenir en sus actividades, sin importar que tan ilegales fueran.

- p-porfavor no me tire...yo yo haré lo necesario. -

El joven desesperado por lo que su jefe le fuera a hacer se incorporó encima suyo y comenzó a brincar encima de su verga gimiendo y hacendo todo tipo de es presiones vulgares para complacerlo más eso no sirvió de mucho.

- Bajate del coche ahora. -

- Pero señor...yo no quería... -

- No te estoy hablando a ti puta, chófer venga para acá. -

El twink miró incrédulo como el chófer abría la puerta trasera del auto mirándolos a ambos en espera de alguna instrucción.

- ¿Quiéres que él tome mi lugar, zorra? -

- No señor... -

- ¿Qué sucede? ¿Acaso no te gusta que te folle mientras yo miro?

- No...no entiendo a qué se refiere. -

- ¿Creías que no sabría que te coges a mi chófer? -

Ambos empleados le miraron con los ojos abiertos sin decir una palabra pues no había excusa que les salvara de esa.

Kim tomó al chico encima suyo solo para aventarlo fuera del coche y en su lugar llamó al chófer palmeando su regazo.

- Toma su lugar. -

- Jefe yo no... -

- Si tanto te gusta usar lo que es mío entonces ven aquí y usa mi verga para saltar en ella ahora y no es una sugerencia, sabes perfectamente lo que te pasará si no me obedeces. -

- Si Jefe Kim... -