La noche comenzaba a arremeter con un frío tempestuoso y una delgada llovizna; la cual, calaba fuertemente hasta los huesos; o por lo menos, así lo sentían los cuatro ninjas que recorrían aquél desprotegido bosque.
¿La misión? Llevar unos importantes pergaminos hacia el antiguo templo de una nación lejana. Pero, debido a que el equipo anterior había fracasado con aquél pedido, la Hokage había decidido enviar a los mejores jonin a su disposición; ya que, de caer en las manos equivocadas una quinta guerra ninja podría desatarse. En este caso, los elegidos habían sido los integrantes del equipo siete.
⎼Es una lástima que Yamato sensei no pudiera acompañarnos ⎼dijo la joven médica del equipo. Los restantes integrantes asintieron.
⎼Pero bueno, tenía que continuar reconstruyendo algunas zonas de la aldea que quedaron olvidadas tras la guerra ⎼dijo con simpleza el copy ninja.
⎼Pensar que ya pasaron dos años... ⎼dijo pensativo el rubio.
Los cuatro ninjas continuaron saltando entre los árboles mientras que se acercaban lentamente hacia su destino; de ser más cercano el pálido joven dibujaría hermosas y gigantes aves para trasladarse con más facilidad pero, al haber consumido su chakra días antes, era imposible esa forma de traslado por el momento.
⎼Ya está anocheciendo, busquemos un lugar para descansar⎼ dijo el mayor observando el estado de cansancio que sus jóvenes compañeros callaban.
Era notorio, después de todo, que los jóvenes ninjas tenían una ocupada rutina y eso comenzaba a pesar con el correr de los años. Naruto con su entrenamiento para Hokage, Sakura con el hospital y Sai con sus irregulares pero no menos importantes, misiones con anbu.
Todos asintieron de acuerdo y más al percibir cómo las finas gotas ya comenzaban a traspasar la pesada tela del uniforme.
Luego de media hora de búsqueda y con el cielo aún más encapotado, consiguieron una pequeña cueva oculta que los reparaba de lo que se aproximaba.
⎼De acuerdo. Naruto, tú ve por leña para el fuego ⎼el joven asintió y se dirigió presuroso nuevamente a la intemperie ⎼Sai, tú ve por agua.
⎼Perfecto. ⎼dijo el joven siguiendo los pasos del rubio.
⎼Sakura chan, tú organiza los sacos para dormir y haz el conteo de la medicina que nos queda. Ya llevamos una semana de camino y tenemos que administrarla correctamente para lo que queda del viaje.
⎼Enseguida Kakashi sensei ⎼dijo la joven ágil.
⎼Iré por un poco de comida, intentemos guardar nuestras reservas ⎼y tras el asentimiento de la kunoichi regresó a la intemperie.
No por nada había decidido esa organización. Después de todo, como jefe del equipo no podía permitir que la ninja médica se enfermara por una molesta llovizna.
Tras media hora, los tres ninjas regresaron a la cueva en donde encontraron los cuatro sacos de dormir colocados estratégicamente sobre un poco de césped seco, intentando que el frío suelo no se colara por los mismos. También, un círculo de piedras hacía presencia en el centro de la morada, siendo el lugar designado para la leña que el joven Uzumaki debía conseguir.
⎼Sólo conseguí esto ⎼dijo decepcionado de sí mismo ⎼el resto estaba completamente mojado ⎼se disculpó mientras colocaba las pequeñas ramas en el lugar correspondiente.
⎼No te preocupes Naruto ⎼lo consoló fraternal Kakashi ⎼ es entendible, debimos buscar reparo antes. Es mi culpa.
Sin embargo, el próximo Hokage encendió las débiles ramitas intentando encontrar un poco de calor en aquél desprotegido lugar. Más aún al observar cómo el frío hacía mella en la joven kunoichi; la cual, para no verse más débil que sus compañeros no soltó ni una sola queja.