Hoy hay exámenes, Fuutarou desea que los pasemos, pero no venimos tan preparadas, hasta nos hizo una pregunta en la entrada que no pudimos responder
Estoy agobiada, odio perder... Creo que voy a necesitar un café, no habrá problemas si voy a la tienda de siempre
Así que una vez sonó la alarma del descanso me dirigí hacia la calle, estaba esperando a que el semáforo se pusiera en verde para poder pasar al otro lado
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— En Japón, se utiliza el verde para hacer que la gente avance y el rojo para que se detenga y dejé pasar los autos. A diferencia de aquí occidente dónde es al revés.
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Cruze la calle y entre a la cafetería, era pequeña y acogedora, además de que el personal es muy bueno con la gente, hasta ahora no le e dicho a nadie sobre este lugar
— ¿Qué va a pedir señorita? – Una voz masculina me libró de mi limbo de pensamientos.–
— Un frappé estaría bien... – Le dije al chico.–
— Oh, pero si eras tú Nakano – Quien me atendía era curiosamente un chico ciego, no me caía mal y desconozco porque tiene este trabajo pero no me quejo porque sus cafés son una maravilla.–
— Oh sí... Ya tenía tiempo que no venía aquí ¿No? – Dije soltando una pequeña risa.–
— Si es cierto... – Entonces me dió mi frappé.– ¡Tarán!
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— Aquí está su orden señorita Nakano – Me dijo él.–
— Gracias Gotoh – Me despedí de él.–
Mientras salía pude ver que había alguien en la entrada del local bebiendo su café, por alguna razón la vestimenta y figura de la persona se me hacía bastante conocida pero no le dí importancia hasta que escuché...
— No puedes tomar café Chomuske... Eres un gato... – Escuché aquella voz tan fría e inexpresiva hablar.–
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