El Jardinero (Jinxx)

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Ahí estaba, como todos los días, haciendo sus labores que le correspondía, desde primera hora de la mañana y hasta que el sol se ocultaba. Mordí mi labio, mientras lo veía por la ventana de la cocina, con la pura mirada, como todas las mañanas, recorría todo su cuerpo de los pies a la cabeza, piernas fuertes, un trasero bastante bien formado y carnoso, sin mencionar que en su entrepierna se le marcaba un bulto grande, mordí mi labio de nuevo, y lentamente comencé a subir la mirada por aquel torso perfectamente marcado y musculoso, el pecho tan blanco y sus hombros, anchos y fornidos, labios carnosos que deseaba besar y devorar hasta que se desgastaran, una nariz respingada, pero lo que más amaba de ese hombre eran sus ojos, tenía una mirada completamente penetrante que cada vez que te miraba, te desnudaba , al menos conmigo surtía ese efecto. Escucho pasos que se aproximan a la cocina, salgo de mis pensamientos y me siento en la barra a seguir disfrutando de mi café. La puerta se abre y por ahí entra mi esposo Ashley, se acerca y me da un beso, se acerca a la cafetera y se sirve del líquido en su taza.

-Linda, me iré de viaje un par de semanas –Comenta mientras veo como endulza su café-

-¿A dónde irás? No me habías comentado nada al respecto de eso –Respondo fingiendo sorpresa, pues la noticia ya la sabía, además esa idea me entusiasmaba, pues estaría a solas con él, con mi jardinero-

-Bueno, tengo que ir a cerrar un par de negocios a Irlanda, y puede que me tarde un poco de tiempo… -Le da un sorbo a su taza y me mira- No te lo comenté porque esta vez necesito que te quedes aquí en casa en algunas cosas que necesite, espero que no te moleste eso

-Para nada, descuida –Él sonríe mientras bebe su café-

Agacho la mirada y miro que las maletas ya las tiene listas para marcharse, por dentro brinco de alegría, me quedare unas semanas con el hombre que me pone como una moto, no me quejaba de mi marido, a decir verdad era un hombre morboso, de buen cuerpo, bien dotado y bastante guapo, y debido a eso tenía a un montón de zorras tras de él, incluida la mujer que se tiraba las veces que, según él, tenía mucho trabajo en su oficina, su secretaria. Pero esta vez yo le pagaría con la misma moneda y con la persona que menos esperaba. Ashley se termina el café, me da un último beso, largo y profundo y se marcha. Cuando escucho el carro arrancar y marcharse, doy un pequeño salto para bajar del taburete, y subo rápidamente a mi habitación para poder ponerme la ropa adecuada para Jeremy. Entro al cuarto y corro las cortinas, menudo espectáculo el que le montare, quiero ver su reacción, intuyo que me ha espiado las veces anteriores, e inclusive, las veces que Ashley me follaba cuando salía temprano del trabajo, estaba segura que eso y más había visto. Recorro el jardín con la mirada, cuando me encuentro con un par de ojos azules que ven en mi dirección. Juguetona, me acerco a mi estéreo, y pongo un poco de música relajante y sensual. Lentamente comienzo a mover las caderas, y como si fuera una stripper profesional, me desabotono la camisa de mi marido lentamente, y aunque me hago la que no sabe que la ven, sé que él me mira, y está disfrutando del espectáculo que se presenta en ese momento. Juego con mi cabello, lo acaricio, y lentamente desciendo mis manos por mi cuello, abro la camisa y lentamente la bajo hasta despojarme de ella, quedando completamente desnuda, y de espaldas hacia él. Estoy segura de que tiene una maravillosa vista de mi trasero y mi espalda, como me encantaría verlo en esos momentos. Me acerco a mi armario y saco un diminuto tanga, unos shorts que apenas llegan a cubrir parte del trasero y un top bastante escotado, pequeño y que me quede pegado a los pechos, rápidamente me visto y salgo de mi habitación, por el pasillo de las escaleras lo miro y aunque ahora se encuentra regando las plantas, mira por momentos hacia la ventana de mi habitación, me siento triunfadora. Bajo las escaleras cuando el timbre de mi casa suena, camino hasta la puerta y la abro, dos de mis amigas, Stephanie y Jennifer se encuentran paradas, las saludo y las hago pasar hasta el patio trasero.

One Shots Black Veil BridesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora