Tierna | Flutterdash

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cierro mis ojos y veo los tuyos.

El calor penetraba el cuerpo de rainbow, sus ojos al igual que sus labios denotaban alegría, en sus manos llevaba una pequeña cajita de color violeta pastel con un lazo blanco.

Al llegar a su destino que era la universidad se adentró a ella, se dirigió al salón para dejar su mochila e ir en busca de fluttershy, era una costumbre hacerlo, ir por ella y hablar en todo momento, jamás se separaba de ella.

Al verla junto a sus demás amigas sonrió en grande al ver que llevaba puesto un vestido y encima del vestido un poleron rosa que era más grande que su talla, como estas cubrían sus manitas tan pequeñas dejando a la vista sus gorditos deditos. Lo más tierno que ha visto en toda su jodida vida, dejó sus pensamientos de lado y se dirigió a ella.

-¡Dashie! - Fluttershy al ver de reojo que rainbow iba hacia ella grito de alegría, fue hacia la mayor para colgarse de su cuello.

-Shy, ¿cómo estás? ¿dormiste bien? - Preguntó acariciando el esponjoso cabello rosa de fluttershy, acercó su nariz y la pasó por el cuello de la menor, había pasado un tiempo y era normal para ellas, para otras era un acto íntimo y lindo de apreciar.

-Si~ pero me duele mi cuerpo, no sé como dormiré pero al día siguiente amanezco con dolores. - Hizo un puchero inconscientemente, Rainbow dash se controló mentalmente para no besarla ahí mismo.

-Oh, shy, quizá tengas pesadillas ¿Todo bien en casa? - Al decirlo último quiso reír, pues se acordó del meme.

-Todo en orden, mi hermano vendrá a visitarme este fin de semana para verificar que esté bien. - Sus mejillas se encontraban rojizas dándole una imagen tierna.

-Bien, hoy iré a dormir contigo ¿te parece?

-¡Si!, amo dormir contigo dashie -La mayor revolvió la cabellera de la pelirosa que era pequeña, tan solo media 1.68 y ella 1.79.

-Estamos acá. - Habló alguien a sus espaldas, ambas voltearon para apreciar a una pelirosa muy animada.

-Perdón. - Se disculpó fluttershy.

‐Oh no, no se preocupen, solo que se ven tan tiernas -chilló Pinkie pie mientras movía bruscamente a rarity

-¡mi ropa! - Grito rarity a su amiga.

-Ay cariño eso no es ropa, tu no sabes de moda. - Pinkie pie fingió ser toda una modelo provocando que todos los presentes se rían.

-Uy si, ya quisieras tabla. -Dijo ahora starlight. -esto - señaló su ropa -Si es moda.

Pronto hubo una pelea de quién tenía la mejor ropa mientras que detrás de ellas se hallaba fluttershy sentada en las piernas de rainbow mientras era abrazada por esta, sumidas en su propio mundo.

☆

El día pasó tan rápido que ya era de noche, una pelirosa veía la televisión mientras esperaba a Rainbow como esta le dijo, al escuchar el timbre de un salto bajó al sillón y fue a la puerta para abrirla, al ver a su amiga en frente suyo se lanzó a sus brazos.

-¡Dashie! - Su pequeña nariz fue directo al pecho de esta para sentir más de cerca el perfume de rainbow que siempre llevaba consigo misma.

-Me haces cosquillas, vamos a tu habitación, es muy tarde y tengo sueño. - porque sí, era tan solo las 11:11, rainbow solía dormir a las 9 por sus entrenamientos.

-Para mí es temprano Dashie - se sentó cruzando sus piernas mirando a su mayor, como está se quitaba la polera dejando ver unos sostenes negros y su cuerpo bien formado, ante aquella vista fluttershy no pudo evitar sonrojarse.

-¿Estás rojita? - Preguntó riéndose, se acercó de manera lenta a la menor quién se puso nerviosa. -Mírame - ordenó.

-Y-yo... - Miró a su mayor y sus rostros estaban cercas, demasiado cerca para su gusto.

-¿Te puse nerviosa?

-Pff...¡No!, claro que no - mintió, claro que se puso nerviosa, y más si rainbow dash estaba encima de ella sin polera viendo sus pechos.

-Dormiré así, suelo tener calor en la noche ¿No te incómoda, no?

-No, claro que no.

Antes de que Rainbow pueda decir algo el sonido de un trueno sonó y fluttershy la abrazó con fuerza escondiendo su rostro, tenía miedo de los truenos.

-Menos mal vine a dormir hoy contigo. - susurró rainbow acariciando la suave espalda de la menor, la cargó como un Koala, como pudo apagó la luz y se recostó junto a la menor.

-Dashie, ¿usted algún día me dejará? - Preguntó fluttershy saliendo de su escondite, mirando fijamente a la mayor.

-Claro que no Shy, jamás lo haría - Su mano fue a parar en la mejilla de la menor acariciandolas con tanto cariño, podía apreciar la suave piel que poseía la menor, tan adorable y tan suya con tenerla a su lado.

-D-Dashie...

-Dime

-Yo... no sé si decírtelo pero - escondió su cabeza con las sábanas- Tu... tu ¿podrías besarme?

La habitación estaba en silencio, solo se podía escuchar los golpeteos de la lluvia en la ventana, como el aire chocaba con las paredes, Rainbow quién estaba en shoock no sabía que hacer.

Fluttershy, su pequeña fluttershy pidió que la besara, no estaba segura de hacer esto, pues no quería perder la cordura, pero por una parte siempre lo había deseado, pero... ¿Por qué no cumplir el deseo de su amiga no amiga? (Si es que se le podría decir en esos momentos)

Tiró de las sábanas bruscamente y antes de que fluttershy pudiera reaccionar de nuevo tenía a rainbow encima suyo apresando sus manos a cada lado de su cabeza.

-No sabes lo que estás pidiendo en estos momentos fluttershy ¿Estás segura? - Preguntó con la respiración agitada.

-Si, estoy segura - Dijo con sus mejillas rojas hasta no poder.

Rainbow dash se acercó lentamente y besó el cuello de la menor como diciéndole que no se preocupara, que no pasaría nada, subió su rostro y vio de cerca esos labios tan suaves y carnosos ante su mirada, cerró sus ojos, ya estaba posando su labios ante la contraria.

Sus labios encajaban tan perfectamente que se perdieron por un momento, rainbow dash acaricio la cintura de la menor atrayendola a su cuerpo, la apresó contra su desnudo pecho y la fría cama, mordió el labio inferior de la menor tirando de ellos para volver a succionar y besar con tanta parsimonia, eran tan adictivos que no quería separarse, sin embargo no querían morir sin poder respirar.

Al separarse se miraron, ambas amaban los ojos de la contraria, tan llamativos y hermosos, sin decir nada solo pudieron echarse a la cama, abrazarse y dormir tan apegadas sin dejar ningún espacio entre ellas.