Capítulo I

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Maldición...
Como terminamos en esto?

Todos los demás pasaban su descanso normal, comiendo, jugando
o simplemente platicando temas sin relevancia.
Pero el y yo, juntos en uno de los cubículos del baño,
juntando nuestros labios y nuestras lenguas danzando a la
medida que el beso se hacía más húmedo.
Labios Ansiosos y demandantes por encima de mi.
Sus largos y fríos dedos recorrían por encima de mi ropa la gran parte de mi torso haciéndome estremecer .
Su mano derecha me sostenía de la cadera mientras que
la otra viajaba por mi espalda dando suaves carisias,
Estaba tan confundido, El me hace un desastre y no estaba
pensando con claridad. Por una parte me sentía tan alegre,
pero por la otra sentía que estaba algo mal hacerlo en el baño,
donde el olor era una simple señal de que si entrabas tus pulmones
se irían al carajo, no era un lugar romántico donde todo quedaría
grabado como un bonito recuerdo.
Pero tuvo que improvisar.
Aun haci, no llegaba a la conclusión de como
llegamos hasta este punto.

Esperaba a que terminará de saciar su apetito por besar,
por el amor de Renata a Lugo, acaso este tipo jamás había
besado a alguien? Parece que quiere devorar por completo
mis labios como si de un dulce adicto se tratase.
Nos separamos por falta de aire, ambos estabamos jadeando.
Parecía que quería más, se le veía desesperado .

Trate de agarrar el suficiente aire debido a que hiba a
volver a empezar a besarme, pero sonó la campaña de que el
descanso había terminado. Trate de separarme
a lo cual no logre mi objetivo debido a que hizo resistencia en su agarre a mi cadera y a pegando me más hacia el.
Pero que estaba haciendo?!
Si los demás profesores nos ven haci seguro nos mandaran reporte,
cuando de repente se acercó a mi oído y mencionó palabras
que jamás crei que salieran de sus labios.

-Para la próxima empezaremos desde temprano...
Y ve preparandote para no hacer tanto ruido...

Salió primero y se dirigió a la salida, yo me quedé pasmado por
unos segundos hasta que reaccione y sali.
Bendito sea Dios por no dejar subir todavía a mis amigas.
Me reuní con ellas y caminamos hacia las escaleras, hiba sumido en mis pensamientos hasta que Rebeka cuestionó algo
que ni siquiera yo me había dado cuenta.

-Que te paso en el labio?

-Que te paso en el labio?

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Uno ya está y el otro faltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora