Inspirado en la historia original de Disney "Mulan" en su versión de 1998, este libro narra la historia de un joven enfermo y su lucha por la supervivencia en un mundo regido por el deber y la guerra. Atrapado en las demandas de un imperio. Emprende...
No olviden que entre más comentarios más rápido actualizo, sus opiniones me dan ganas de escribir.
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-Espera-. El joven se giro un poco ¿Acaso el capitán necesita algo más? -Dejaste caer esto-. Mira al hombre ir hacia el suelo tomando una cadena para posteriormente levantarse y ponerla en su mano derecha.- Pero capitán esto...-. fue interrumpido por el de rango superior.
-Si eso es todo, que tenga una buena noche-. Ingreso de nuevo a la carpa, pero el chico no se movió en cambio susurró algo para el mismo.- Esto no es mío-. Se alejo no queriendo seguir perturbando el sueño de su superior, en su mente solo surgían preguntas mientras detallaba el colgante en su mano, no era un joya linda, entre los muchos detalles se encontraba su estado de deterioro y la joya en el adorno no parecía auténtica.
-El lago...-. Corrió hacia el lago y de poso en la orilla, metió el collar y creo una nube de suciedad que no le permitía ver pero aún así siguió tallando el colgante hasta ya no sentir grumos de tierra en el. Lo saco y ahora podía ver perfectamente como era, si bien aún seguía deteriorado, la joya en el colgante se veía brillante y dedujo que era un dragón rodeando a esta misma además en la parte del broche había una pequeña rosa tallada en metal.- Es bonito, pero esto no es mío. Lo guardaré en mis cosas y preguntaré mañana si es de alguien-. Con esto dicho tomo paso a su carpa para descansar.
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Un bostezo escapó de la boca de Xen, después de hablar con el capitán y limpiar el colgante termino durmiendo más tarde de lo habitual, estaba cansado y aún así tenía que mantener el ritmo de sus compañeros. No estaba de buen humor.- A la guerra mucho hemos ya marchado...-. Xen levanto su cabeza, esperando con ansias que no fuera lo que su mente imaginaba.- Ellos... Acaso ellos están...-.
-El estruendo es tal, sonamos cual ganado-. Su palma impacto contra su rostro y la deslizó por su cara.-Cantando... ¿Por qué justo hoy?-. Miro a su lado y efectivamente un puñado de vacas pastando estaba al lado de su camino.-Estos pobres pies que al ritmo ves, inútiles ya son-. Ling paso corriendo hasta el frente donde abrazo por detrás a Yao y Chien-Po.-Hay que pensar, "Mi chica es la razón"-. Abrazo a Mulan mientras está exclamaba en confusión, y volvió a repetir.
-Lo he dicho ya, "Mi chica es la razón"-. Cantaba alegre mientras sacaba un pergamino, contenía un dibujo de una chica. ¿Qué haría con esa foto? Es algo en lo que Xen prefirió no indagar.-Que tenga pálido color Y brillo en su mirar-.
En un momento se desconecto de la charla sonora que tenían sus compañeros, estaba cansado y no quería que lo incluyeran en su musical, aunque si pudo notar detalles interesantes, como Chien-Po mencionando tres tipos de carnes y casualmente había una estatua acordé a su descripción.
Cuando volvió a reconectar sus ideas pudo ver a Mulan poniéndose nerviosa a causa de unas chicas que lo saludaron, siguió adelante riéndose con las mencionadas y saludando con la mano en forma de despedida.-No hay una chica cerebral, ¿Qué piense antes de hablar?-. Los tres hombres decepcionados por la rima se retiraron a seguir cantando, se acercó a la mujer y le dijo .-Si no te va bien siendo soldado, ya tienes otro oficio descartado-. Le dió un golpe en la frente.-No habrá chica igual a la que me ha esperado-. Chi Fu se acomodo su abrigo y se posicionó mejor sobre el caballo.
-Su mamita o quién, pues nadie más lo ha amado-. Yao los sorprendió por detrás recitando la frase, la víctima miró hacia nuestro sitio con cara amarga mientras seguíamos subiendo la montaña nevada, parecía que el ambiente mejoraba cada vez más.
Los tres mosqueteros estaban dispuestos a golpear con nieve a Mulan hasta que se percataron de el desastre frente a ellos, casas calcinadas hasta que ya no se distinguían, fuego y un ambiente tenso. Se podía oler la desesperación y muerte en el ambiente.
Los soldados antes animados ahora tenían rostros aturdidos, mientras dejaban sus huellas en la nieve en ese escenario tan triste, probablemente era una aldea que se vio cruzada con la crueldad de la batalla.- Busquen sobrevivientes-. Hablo Shang.
Xen agarro lugar y comenzó a indagar alrededor, entro por lo que quedaba de una puerta y ahí doblo sus rodillas hasta alcanzar una pequeña muñeca, solitaria en la fría nieve.- Una niña...-. la acercó a su pecho y se dio cuenta de cuan horrible fue la batalla.
-No lo entiendo, mi padre debería estar aquí-. Le llevo un pequeño susto al oir a alguien hablar a sus espaldas, no tuvo tiempo de girar su cabeza cuando Chi Fu llamo a la persona que había hablado, Shang pasó a su lado con pasos rápidos, el joven no sabía lo que ocurría o del porqué el ambiente se volvió más frio. Aunque le gustaría no haberse cuestionado que pasaba, una colina llena de cadáveres de soldados.
Su garganta se cerró, tantos soldados tendidos en la capa de nieve. Tenía miedo de si quiera hablar, se quedó en blanco, horrorizado por la fuerte escena. Cuando se dio cuenta el capitán ya traía en sus manos con un agarre firme el casco de un general, general que era su padre y la persona que más admiraba.
El hombre bajo deslizándose hacia el jardín de cadáveres, temblaba y nervioso buscaba a su padre, o lo que quedaba de él. Destrozado vio a su padre en el frente de todo clavado en dos espadas que lo detenían contra la espesa nieve, ahora pintada de rojo. Una de sus piernas estaba calcinada mientras su brazo izquierdo estaba a mitad de desprenderse. Se veía irreconocible pero Shang sabía que era su padre.
Se acercó a un pequeño acantilado, el casco entre su brazo izquierdo y su costado, mientras las puntas de sus dedos estaban goteando sangre; los soldados sabian que esa no era su propia sangre. Clavo su espada en la nieve y reposó el casco encima, se inclino respetuosamente y observo detenidamente el altar improvisado.
Xen se acercó por detrás y se agachó a su altura, hizo una pequeña referencia antes de hablar.- La muerte de un ser querido no se supera, vives con ello, esfuérzate por el y vive cada momento pensando en tu objetivo. Hazlo sentir orgulloso-. Shang tocó su hombro y se retiró lentamente pasando entre sus soldados, subió a su caballo y giro su caballo.- Los hunos se mueven rápido, llegaremos más rápido a la ciudad imperial cruzando en paso Tongshao-. Se detuvo un momento y arrugó la mirada.- Somos la única esperanza del emperador... ¡Vamonos!-.
-Tu hijo es fuerte, aunque sufrió una perdida no suelta ni una lágrima, les da animos a los soldados bajo su mando para que no pierdan la esperanza. El trabajo de dirigir es el más difícil porqué tienes que ser el apoyo de todos, usted debe saberlo mejor que nadie, su hijo lo hara bien siga cuidandolo-. Reposo la muñeca en la espalda, con una última referencia siguió a su tropa.
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Sufrí, al principio quería hacer toda la canción de "Mi chica es la razón" se me acabó la fuerza de voluntad y lo evadí, luego con todo el tema de los soldados muertos, nunca habia escrito algo asi entonces espero haberlos, por lo menos, sentir un poco de tristeza.
Pdt: Si, escribí detalles sobre las personas fallecidas por qué yo no soy Disney, y por qué quería que tuvieran más importancia.
