Capítulo 1

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Jeno siempre se ha enorgullecido de ser un fantástico hermano mayor. Él hace todo por sus hermanas pequeñas; les compra lo que quieran, las lleva a donde quieran ir. Él hace lo posible por ellas y eso es todo por qué el ama a las cuatro más que nada y haría lo que fuera necesario para que sean felices.

Además, él realmente no quiere perder su título de 'Mejor hermano.'

Cuando Yeri, la mayor de sus cuatro hermanas había hablado con él por teléfono la noche anterior, le había pedido que la llevara a algún lugar ya que su madre estaba trabajando. Había accedido, como lo hacía siempre. Iba a llevarla a clases de yoga, donde se había inscrito hace dos semanas, después de que ella había visto el anuncio por ellos. Al parecer, el instructor es lindo y Yeri dijo que eso ayudaría a mantener su interés en esta cosa del yoga. Llama a Jeno loco, pero parece que ella está solamente en esto por el instructor.

Así que aquí están, de pie delante del gimnasio de dos pisos donde se realiza la clase de yoga. Jeno está a punto de despedirla con un beso en la mejilla y la promesa de estar de vuelta en una hora y media para recogerla cuando ella agarra su mano y tira de él por las puertas.

"Yer, ¿qué haces? Realmente no necesito entrar, ¿verdad?" pregunta cuando empieza a guiarlo por las escaleras. Al parecer, la sala de yoga está en el segundo piso en la sala más grande.

"No, pero odio los gimnasios. Están llenos de enormes chicos malolientes; sólo me sentiría mejor si vinieras conmigo. Entonces te puedes ir."

Jeno asiente, comprendiendo. "Bien, pero una vez que te hayas instalado voy a marcharme, ¿de acuerdo? Tengo que encontrarme con Mark en un lugar."

"Está bien."

Llegan a la segunda planta y Yeri lo empuja a la izquierda en dirección a una puerta de cristal que tiene 'Clases de Yoga, Pilates y Danza' escrito con letras blancas en él. Yeri abre la puerta y los conduce dentro.

La habitación ya está llena de mujeres vestidas con licras de colores, ya sea de pie o sentadas en colchonetas de diferentes colores, charlando entre sí mientras esperan a que comience.

"Estas mujeres parecen sacadas de los años ochenta," Jeno susurra en el oído de Yeri, haciéndola reír en voz alta antes de que ella golpeé una mano sobre su boca.

"Hermano," advierte. "No te burles. Creo que es lindo."

"Por supuesto que sí," Jeno dice con cariño, agitando su coleta.

"Voy a buscar un lugar para sentarme," ella anuncia, golpeando su mano y va a buscar un lugar despejado para extender su colchoneta. Jeno trata de gritar su despedida e irse cuando se abre la puerta detrás de él y alguien choca directamente con él.

"Oh, ¡lo siento mucho!" Dice la persona, voz grave, y el interés de Jeno despierta inmediatamente.

La persona, que se pone en cuclillas en el suelo recogiendo lo que fuera que había estado cargando, es claramente un hombre y Jeno no había esperado ver un hombre en esta clase. Pensaba que el yoga era sólo para chicas, claramente está equivocado.

La persona se pone de pie, y Jeno encuentra que no debe alzar la mirada porque esta persona es alta y delgada, sin embargo, grande y con sólo la cantidad correcta de músculo. No ayuda que tiene la más apretada licra que existe, negro y turquesa, y Jeno descubre que le queda muy bien a esta persona.

No se había dado cuenta de que ha estado mirando el cuerpo de esta persona hasta que escucha un carraspeo. Levanta la vista de inmediato, las mejillas en llamas a un par de ojos color avellana a que lo miran con un diminuto atisbo de diversión brillando en ellos. Tiene el pelo bonito de tono marrón, corto y desordenado retenido por un pañuelo de color turquesa. Estaba sonriendo y wow, tenía una hermosa sonrisa. Jeno es paralizado por esos labios rojos, aquellos rojos, rojos labios que parecen cómo si sólo hubieran sido hechos para chupar-

EMDY - NoMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora