capitulo 5

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Dentro del cielo, como se dijo en el anterior capítulo, los angeles más pequeños eran buscados por todos los ejércitos celestiales, bajo la preocupación de sus hermanos y la Deidad suprema.

Ahora en este momento ambos estaban en el infierno, más específicamente en un tétrico pero lindo lugar.

Ninguno de los angeles anteriormente estuvo en el infierno, más sin embargo tampoco eran ignorantes de la existencia de este, pues sus hermanos que bajaban una que otra ves, les cobraban las muchas anécdotas de este feo lugar, lo más que sabían era que estaba lleno de maldad y que aquí caían pecadores de todo tipo.

Volviendo al presente ambos estaban perdidos.

Luego de ver tan desafortunada escena y quedar asqueados, ambos consideraron que era mucho mejor caminar y buscar algún lugar por dónde quedarse mientras estaban en el infierno.

No sé podrían quedar en la parte moderna del infierno, no después de el maratón que tuvo Emily que recorrer.

No conocían de nada el infierno, así que aventurarse y buscar algún otro sitio más "normal" no sería la mejor acción en este momento, en un posible escenario de que así sea, lo más probable era que se ganarán más problemas de los que ya tenían encima.

Podrían quedarse en este pueblo que por el cartel de notaron que se llamaba el barrio Canibal, el lugar era bastante pulcro, la gente se saludaba entre ella, las personas parecían amigables a simple vista si se ignoraba el hecho de que eran caníbales, esto lo suponieron por el nombre del lugar, que ya hablaba bastante de el.

Pero todavía no los devoraban a ninguno de ellos y necesitaban refugio y cobijo.

El barrio Canibal ahora era la mejor opción por el momento.

-"Tengo hambre, no he comido como en más de cinco horas"-

Menciono el rubio Omega mientras se sobaba su pancita ante el hambre que sentía en ese momento.

-"Yo también tengo hambre, pero lo más probable es que aquí solo haya carne de demonio"-

-"Hay no, yo soy incapaz de comer carne de cualquier tipo"

Luzbel era alguien vegetariano, si podía comer alimentos como la leche, queso o mantequilla, más nunca carne de animal, ellos eran los seres más puros y hermosos que su madre pudo haber creado, y estaban hechos para abrazar, no para comer.
Y si no comía carne de origen animal, menos comería carne de alguien similar a el.

Emily también se veía de la misma manera ante el desagrado a pesar de toda el hambre que sentían sus estómagos en ese momento por el duro desgaste de energía que tuvieron en su estadía nada agradable en el infierno.

Los angeles estuvieron vagando un tiempo considerable en el barrio Canibal que los pobladores ya aburridos por el suceso mandaron a un grupo de jóvenes niños caníbales a hablar con la señorita Rosie de este suceso.

La señorita Rosie era una mujer Omega, jefa del barrio Canibal, bastante bella a decir verdad, usualmente se la veía con cabello corto, levemente rizado lo que hacía destacar sus lindos mechones cenizos, alta y de buena figura y elegantemente vestida con vestidos victorianos y tocados de flores y huesos.

Estuvo casada gran parte de su vida casada con Franklin Delacour, quien era el líder de la zona canibal, hasta que luego de dos años de casados, Franklin falleció en extrañas circunstancias.

Absolutamente no se sabe con certeza como fue desvivido, solo que desde ese día la Omega de peinado francés luce mucho más feliz.

Y como no estarlo si desde que enviudo, ella paso a ser quien tenía el control sobre la ciudad de caníbales y además recibió una buena herencia que cualquiera pudiese envidiar.

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