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Hace algo de tiempo que Rodrigo notaba comportamientos extraños en su novio Iván, a veces negaba darle un simple beso al castaño, excusándose con cualquier cosa. Además de que a veces solía toser fuertemente cuando ingresaba a su hogar.

Le preocupaba realmente lo que podía pasar con su novio, se hacía una idea del porqué Iván se comportaba de esa manera. Pero internamente rogaba que no fuera lo que él estaba pensando.

—Hey, amor ¿Cómo te fue? —preguntó un enamorado Rodrigo al ver a su novio pasar por la puerta de entrada

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—Hey, amor ¿Cómo te fue? —preguntó un enamorado Rodrigo al ver a su novio pasar por la puerta de entrada.

—Hola Rodri, me fué muy bien. Gracias por preguntar —respondió el pelinegro, aunque mantenía cierta distancia del más bajo, no quería que este se dé cuenta del olor que portaba en ese momento.

—Te extrañé, Ivi —dijo el castaño, mientras se acercaba al más alto para rodearlo de la cintura, sin contar con que este se separaría—. ¿Pasa algo, nene?

—No... No pasa nada Rodri, solamente me siento algo cansado. Deberíamos ir a tomar una siesta juntos ¿te parece bien? —invitó, tratando a toda costa desviar la atención del castaño de tocarlo en ese momento.

—Está bien, vamos —sonrió el castaño y ambos se dirigieron a la habitación que compartían.

Cuando ambos se encontraban acostados juntos Iván se acomodó en la cama de manera en la que le daba espalda a Rodrigo, el cual se encontraba dormido

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Cuando ambos se encontraban acostados juntos Iván se acomodó en la cama de manera en la que le daba espalda a Rodrigo, el cual se encontraba dormido. Eso solo dió paso para que el pelinegro no pudiera dormir a pesar de que él lo sugirió.

Solamente podía pensar y sentirse culpable por la que era la razón que había causado que estuviera alejado del castaño en el último lapso de tiempo. La razón era que el pelinegro efectivamente había comenzado a fumar a espaldas de Rodrigo y aunque no le agradaba ocultarle algo como eso, tampoco quería contarle ya que sabía que su novio tiempo atrás tuvo una adicción y no quería que se decepcionara de él.

Saliendo de sus pensamientos, el pelinegro volteó lentamente a ver el rostro del castaño que se encontraba plácidamente dormido, solamente pudo suspirar al verlo.

—Perdóname Rodri, de verdad perdóname —susurró con la voz algo quebrada, dándole la espalda de nuevo y ocultándose bajo las sábanas. Dispuesto a dormir e intentar dejar de sentir culpa por lo que hacía.

☆: holaaa, es la primera vez que escribo del rodrivan, espero que sea del agrado de quién lea esto

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☆: holaaa, es la primera vez que escribo del rodrivan, espero que sea del agrado de quién lea esto. también aclaro que no soy de argentina por lo cuál creo que no haré mucho uso de sus modismos.

cigarette duet «rodrivan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora