Louis Tomlinson un apuesto hombre de 31 años de edad se siente un fracasado, la mayoría de cosas que se había propuesto en la vida no le salieron, o le salieron terriblemente mal un claro ejemplo es su trabajo, un panadero, si un panadero, y muchos se preguntaran ¿pero qué tiene de malo ser panadero? Y la respuesta es sencilla, no tiene absolutamente nada de malo ser panadero pero cuando tus expectativas son tan grandes como eran las de Louis sí que tiene algo de malo.
Y para sumarle a su decepción ni siquiera era un panadero, era un auxiliar de panadero, el chico siempre tuvo sus dotes para repostería es más algunas veces era el encargado de los pasteles de cumpleaños de sus hermanas, pero el ambicioso quería ser más que un panadero, él quería tener un empresa tan grande y hasta más grande que Bimbo.
El hombre se encontraba en su trabajo esa mañana del sábado, estaba en la sala en la cual se preparaban los alimentas para vender, junto a él su gran amigo y jefe Dess Styles este nombrado era el dueño de la panadería y por lo tanto su jefe.
-Louis, necesito que me hagas un favor.
-Claro ¿Cuál es?
-Hoy es sábado y viene Harry durante toda la tarde, pero yo no podre estar toda la tarde porque tendré que ir al banco a depositar las ganancias de este mes y sabes cuanta fila hay...
-Mmh- Asentí para que continuara.
-Y su madre está de viaje, entonces me preguntaba si podrías quedarte con el resto de la tarde, cerrar la panadería y llevarlo a casa.
-Oh, sí claro lo are, no te preocupes.
-Louis-dijo suspirando- no quiero que te sientas incomodo con él, sabes que él es un poco "especial"-Dijo haciendo comillas con sus dedos en la palabra especial.
Y claro que Louis sabia a lo que se refería con especial, Harry el chico era jodidamente inocente para su edad y además de eso el chico vestía con lindas medias, cortas faldas, adornos para su cabello y cualquier articulo rosa que sea de su agrado y no olvidemos resaltar su actitud malditamente femenina.
-No, no tranquilo Dess todo estará bien.
-Gracias-dijo con una sonrisa en el rostro
Dess se volteo y siguió amasando la masa para los panes de canela que saldrían en unos cuantos minutos, sus trabajados brazos trabajaban arduamente en la masa y yo seguí con lo mío, rellenar los panes de queso.
Tras pasado el mediodía se escuchó una vocecita que gritaba.
-Papa ¿Dónde estás?
Dess salto del susto y volteo rápidamente.
-Aquí estoy Harry.
-¡Papá! ¡Papá!-Dijo saltando y señalando infantilmente son su dedo la vitrina donde estaban unos cupcakes rosas-¿Puedo agarrar uno?
Y es que fue inevitable no notar las uñas pintadas delicadamente de color lila.
-Claro, Harry
Seguía mirando la escena desde el cuarto de preparación cuando Harry conecto su mirada con la mía y agito su mano con una gran sonrisa mientras en la otra tenía el adorado cupcake.
-¡Hola Señor Tomlinson!
-Hola Harry
Dess tuvo una pequeña charla con su hijo sobre cuanto duraría su madre en el viaje y luego de que esta acabo volvimos al trabajo, Harry mientras tanto acabo con todos los cupcakes rosas y cantaban canciones un tanto infantiles a bajo volumen pero aun así se le escuchaba.
Pegue un brinquito cuando alguien toco mi hombro, voltee rápidamente y me encontré con la cara de Dess.
-Louis, ya me voy no olvides el favor-dijo mientras se colgaba un bolso en el hombro.