Capítulo 12

30 8 0
                                    

- Beidou, ¿Qué haces aquí?- cuestionó el joven al abrir la puerta y ver a su tutora

- ¿Qué crees que hago? Vine para estar contigo y cuidarte, es obvio que no puedes hacerlo tu solo, te dejamos vivir por tu cuenta menos de un año y tienes una recaída, te vuelves otra vez grosero, parecie-

- Ya te dije que no tengo una recaída, simplemente me pongo en forma-

- ¿A eso le llamas ponerse en forma? Mírate un momento, en estos breves minutos que he estado aquí puedo ver lo mal que estás, se te está cayendo el pelo, la ropa que traes puesta no se te cae de milagro, tu piel, tus ojeras, tus ojos.-

- No seas exagerada por favor, todo esto lo puedo parar cuando yo quiera, solo lo hago porque recién entré a La Academia y necesito estar en la mejor forma posible. Igual, ¿Para qué te preocupas? Es obvio que sigo igual que antes, mi porcentaje de grasa no ha bajado, todo está bien-

- Ven conmigo por favor, ¿Tienes una báscula cierto?-

- Sí, está en mi habitación-

Ya en el cuarto, Beidou le pidió que se subiera al aparato, quería ver si podía hacerlo entrar en razón, sin embargo, la mujer no pudo contener el llanto al ver que su muchacho apenas llegaba a los 44 kg, cuando meses atrás ya estaba en los 60, estaba muy preocupada y absorta en sus pensamientos, hasta que Kazuha rompió el silencio de una forma bastante ruda:

- ¿44 kilos? Esto debe estar mal, no me veo de ese peso, yo sé que debo tener unos 65 kilos, ¿Alterarse la báscula verdad? Lo hiciste mientras yo me quitaba la chamarra y los zapatos para que pensara que mi peso era demasiado bajo y decidiera hacerte caso, ¿No es cierto?- comentó el joven con bastante enojo

- ¿Cómo se te ocurre pensar algo así? Lo último que yo haría sería manipularte para que hagas lo que deseo-

- Entonces, ¿Por qué haces esto? ¿Por qué vienes a cuidarme? ¿Por qué te preocupas tanto? ¿Por qué tú insistencia? Solo déjame en paz, puedo cuidarme solo-

- Sabes, ahora que lo pienso, tu jamás te recuperaste, simplemente comenzamos a ver mejora y dedujimos que ya estabas bien, pero obviamente no fue así, tus inseguridades, miedos, pensamientos negativos, todo sigue ahí-

- Yo no estoy enfermo, ¿Por qué nadie lo puede entender?-

- ¿Cómo puedo hacerte entender el enorme daño que te estás haciendo?-

- Ya dejemos de hablar sobre esto, es una perdida de tiempo. Voy a volver a mi rutina-

Y sin más, el peliblanco dejo a su tutora en la habitación, en verdad no podía creer el gran escándalo que hacían, sin embargo, pensó que si realmente pesaba 44 kilos, ya tenía un peso bastante bajo.

Pasaron los días y a pesar de que Beidou había ido con la idea de ayudarle, no estaba siendo como esperaba. Kazuha salía muy temprano del departamento y regresaba muy tarde. La mujer tenía sus sospechas si realmente se quedaba más tiempo por los entrenamientos o simplemente para no tener que lidiar con ella. De cualquier forma, una noche decidió esperarlo despierta:

- Al fin llegas, pasan de las 11:30, ¿Hasta esta hora entrenas?-

- Si, queda muy poco para el mundial y no puedo fallar-

- ¿Y no se te ha ocurrido que puedes fallar horriblemente si no comes y duermes adecuadamente?- cuestionó la mujer cómo si fuera obvio.

- Por favor, no empieces- hablo el muchacho mientras suspiraba

- ¿Qué no empiece? Está bien, vamos a cenar-

- ¿Cenar? ¿A esta hora?- cuestionó Kazuha con un tono de voz que indicaba miedo

Muñeco De Perfección Y CicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora