Vendedora de caricias

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Con los ojos enrojecidos e hinchados, miraba con lágrimas contenidas la foto que sostenía frente a ella, en la cual se podía apreciar a una hermosa castaña con una radiante sonrisa que portaba un vestido largo completamente blanco y a un lado de ella abrazándola por la cintura con un traje blanco que se amoldaba perfectamente a cada curva de su escultural cuerpo estaba la Luthor con una sonrisa más sutil, en cada una de sus manos de sus dedos anulares se podían apreciar sus argollas de matrimonio a juego.

La azabache de un solo trago termino con el whisky que se había servido, tomo la botella para servirse más, pero esta se encontraba vacía, una solitaria lagrima resbalo por su mejilla, mordió con fuerza su labio inferior y pronto sintió el sabor a hierro en su boca al abrirse una herida en su labio inferior, soltó un doloroso alarido y furiosa arrojo la botella contra la pared más cercana que al estrellarse se quebró en varios fragmentos.

Miro una vez más la foto y sin más la rompió a la mitad, dio un par de pasos y titubeante tomo uno de los cristal, roso su dedo con el borde afilado, provocando un leve corte que comenzó a sangrar, respiro profundo, sujeto con fuerza el cristal y lo dirigió a la vena de su muñeca sin ejercer realmente gran fuerza mantuvo el pedazo de cristal presionado contra su pálida piel, su mano comenzó a temblar descontroladamente, se sentía mareada y sudaba frio, su respiración estaba acelerada, grito fuertemente una maldición y arrojo el cristal lejos de ella antes de que se hiciera algún daño irreversible, se recargo en la pared más cercana y dejo que las lágrimas brotaran tal cual cascadas.

Su mirada se mostraba vacía, sombría, las grandes ojeras que se marcaban en sus ojos denotaban su cansancio y falta de sueño, sin pensarlo mucho se puso de pie, se dirigió a su baño y se dio una ducha rápida, sin dedicarle mucho tiempo a su apariencia, tomo de su closet una blusa blanca, un pantalón negro, también tomo un sujetador y bóxer negro, se cambió y se colocó sus botas, apenas y cepillo un poco su larga melena obscura, se miró rápidamente en el espejo, se veía completamente demacrada lo ideal sería usar un poco de maquillaje, pero realmente le importaba muy poco su aspecto en esos momento.

Tomo solo su cartera y apresurada salió de su departamento, el frio viento de la madrugada golpeo de lleno su rostro haciéndola temblar y arrepintiéndose un poco de no llevar un abrigo, pero lo que menos quería era regresar a la soledad de su departamento, así que aguantando el frio comenzó a caminar por las desoladas calles de National City, ¿a dónde se dirigía?, ni ella misma tenía idea, solo sabía que no podía estar sola esa noche, no quería seguir recordándola y principalmente no quería intentar nuevamente el acabar con su vida, necesitaba alejar de ella ese suicida pensamiento que la estaba invadiendo en esos últimos días.

Mareada por el alcohol que estuvo consumiendo se recargo en un poster, respiro profundo y controlo sus ganas de querer vomitar, no muy lejos de ella la encandilaron las luces de un auto y decidió hacerle la parada, afortunadamente era un taxi que no dudo en detenerse, la ojiverde abrió la puerta y solo se subió, se sintió cómoda con la calidez del interior, froto sus brazos para adquirir un poco más de calor.

El hombre conductor aclaro su garganta para llamar la atención de la azabache —¿A dónde vamos? - pregunto cansado el sujeto, viéndola por el retrovisor.

—Solo conduzca...

El sujeto con el ceño fruncido se giró para encarar a la Luthor —Mira, a estas horas la tarifa esta al triple, así que piensa bien...

Pensativa la ojiverde miro al taxista, mordió su labio nerviosa y guardo silencio por unos largos segundos, podía ver que el hombre movía su boca, pero no lograba escuchar ninguna de sus palabras, respiro profundo, sus manos sudaban y esa absurda idea de lo que pudo hacer esa noche la atormentaba, aun no estaba del todo descartada esa idea de atentar contra su vida, así que respiro y miro con intensidad al furioso conductor —¿Usted conoce algún lugar, donde, me puedan, hacer compañía... esta noche? -pregunto tímidamente.

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