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Miraba la escena que pasaba ante sus ojos y los de los demás a tan solo unos metros.

Aquel chico-conejo permanecía pegado a
su Reina como un garrapatas. Si ella reía,el también, si ella comía algo,el también, si ella decía que estaba cansada, el también...

Como una maldito clon.

Acepto que un criado se acercara a llenar su copa de vino y la tomo de un solo trago, sin despegar la vista de aquellos dos.

Desde que aquel noble había llegado hace ya unos dos meses, que la Reina no le daba la debida atención.Y no entendía porque solo parecía ser específicamente así con el, ya que con los demás todo seguía normal.

Le ardía el corazón de rabia y celos.

Oh, se encargaría de hacer rogar a su Reina cuando ella estuviera bajo su cuerpo gimiendo de placer.

Y también haría algo con aquel chico del cual no le interesaba saber su nombre.

Giro su cabeza encontrándose con el Rey, quién le sonrió con burla.

—Necesitas un buen polvo ¿No es así?

—Lo dice el que le queda de sobra todos los días.

—Jamas me quejaré del adicto y hermoso cuerpo de mi bella Reina — encogió los y hombros — pero ya sabes perfectamente que es uno a uno, la puedo compartir en varios ámbitos,pero en el sexo no.

—Mejor di que no aceptas un trio y te entenderé mejor — miro de nuevo a los dos — no me ha dejado tocarla desde que ese conejo llegó.

—Oh, te refieres a Seungmin — bufó dando a entender que no le importaba su identidad — es normal, ya que su celo acaba de pasar, por eso mi Reina me dejó a cargo de sus deberes por varios días para atenderlo.

—El mío también se aproxima —respondió moviendo el pie insistentemente — y no puedo decirle nada porque parece que me evita.

—Oh, no lo hace mi querido gato—puso su mano en su hombro, ganándose una mala mirada — como es la primera vez que Seungmin pasa su celo con ella,no se puede despegar de el para no lastimarlo sentimentalmente y romper vínculos.

—Conejo tenía que ser.

—Si bueno, porque los gatos son resentidos — palmeo su espalda con otra risa burlona — te dejó, y recuerda que la paciencia trae su recompensa — le guiñó un ojo como despedida.

—Vampiro tenía que ser — repitió sus mismas palabras de hace unos segundos y negó — un Hwang.

El resto de aquella repentina y extraña reunion que se había organizado paso lenta para el, así que se decidió por ir a su habitación y descansar.

Se recostó en su cama y cerro los ojos por unos momentos.
Cuando los volvió a abrir fue por los sonidos de su puerta siendo golpeada.

Se levantó con pereza y asomó su cabeza, encontrándose con aquella persona que llamaba.

—¿Que quieres zorro?

—Buenas noches para ti también gato—le respondió sin ningún atisbo de descortesía— la Reina te manda llamar.

—¿Ahora?—todo rastro de sueño desapareció.

—No gatito, la siguiente semana—sonrió — obviamente ahora.

Salió deprisa, sin importarle que era de madrugada y todos estarían dormidos.
Corrió por los pasillos cuando vio que en el camino se le unió el lobo y el oso, además del zorro que lo seguía por detrás.

Our Queen 👑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora