En busca del otro mundo

El comienzo de todo 3

El taxi se detuvo frente a la entrada principal del internado y el director, un hombre de aspecto serio pero con una sonrisa cálida, me dio la bienvenida. Su gesto amable me tranquilizó un poco mientras me conducía a través de los amplios pasillos hasta el dormitorio de chicas.

En la puerta del dormitorio había una chica, lo primero que noté fue su baja estatura y su cabello marrón oscuro. Sus ojos también eran marrones, irradiaban una chispa de diversión.

‒ Oh Olivia veo que ya nos estabas esperando. Emma esta es Olivia, tu nueva compañera de habitación. ― dijo mientras Olivia se acercaba a la puerta con su valija violeta oscura.

‒ Hola Emma, menos mal no me toco con una rarita, no pareces rarita, ¿Eres rarita? Si lo eres no se te cae la baba eso es bueno. ¿Estoy hablando mucho verdad? ‒ Comenzó a balbucear y la corte con una pequeña risa.

‒ Hola, no soy rarita, creo, todavía no se me cae la baba, así que supongo que no lo soy.

El director nos cortó diciendo que se nos iba a hacer tarde para ir a clases, nos dio la llave de la habitación y se marchó.

Al ver la habitación que compartiría con Olivia por primera vez, quede bastante sorprendida.

‒ Es un poquito demasiado grande ¿no?‒ murmuré, dejando que mis ojos recorrieran lentamente cada rincón de la estancia. Olivia, con una sonrisa tranquila, asintió de acuerdo.

‒ Sí, definitivamente es... llamativo‒ respondió.

Caminamos por la habitación, observando cada detalle con una mezcla de fascinación e incredulidad.

‒ Dentro de este mueble podría entrar Hogwarts entero‒ comenté, señalando el enorme armario.

‒ ¿Hog què?‒.

‒ Te mato, ¿Nunca viste Harry Potter?‒ dije incrédula.

‒ ¿Eso se come o qué?‒.

Perfecto ya tenía otra víctima, para torturar con un maratón de 20h y 4 minutos.

‒ No puede ser, es la mejor obra cinematográfica del planeta. Mínimo ya tenemos plan para este finde.

Olivia rio.

‒ No resultaste ser rarita pero si una friki‒ dijo con una sonrisa en la cara.

***

Me sentí un poco abrumada por la magnitud del lugar, pero también estaba muy emocionada por ver el resto del gran castillo.

Después de dejar mis pertenencias en mi nueva habitación, recorrí el resto del lugar con ayuda de Olivia. Pasamos por las aulas, la biblioteca, el comedor y otros lugares importantes, todo era muy extravagante, me sentía como en un museo. Durante el recorrido logré conocer a algunos de mis nuevos compañeros de clase. Uno en especial captó mi atención.

***

Finalmente llegó, aquel momento que tanto me aterraba, el momento de asistir a mi primera clase. Abrí la puerta del salón. Olivia, que ya estaba sentada, me hizo señas de que me sentara a su lado.

5 minutos después entró la profesora, se presentó como la Srta Marleny Morgan.

Nos dio la bienvenida, al parecer todos la conocían y se mantenían serios y callados. Eso me dio indicio de que debía hacer lo mismo.

‒ Hoy no vamos a hacer ninguna poción así que háganme el favor de guardar los calderos y demás.‒ hizo una pausa. ‒Voy a pasar lista para ver si tocaron las mismas clases del año pasado, les repartiré la guía de este curso y si sobra tiempo haremos teoría‒.

A medida que la Srta. Morgan comenzó a pasar lista, no pude evitar sentirme fuera de lugar. Los nombres que mencionaba no me eran familiares y las conversaciones de los estudiantes me sonaban a un idioma extranjero.

Paso repartiendo unas fichas con el contenido del curso y no entendía nada, ¿Porque se sentía como si estuviera en una clase con Snape? En mi antiguo instituto lo más parecido a una clase de pociones era la clase de química. Supuse que era química pero adaptado al nivel pretencioso del internado.